Cómo debes calcular la mesada de tus hijos
La mesada o dinero de bolsillo forma parte de la educación financiera de los hijos, y para saber cómo abordarla, estos son los consejos del asesor financiero @perello_cesar, con las puntualizaciones de su esposa @evelyndelcarmeng
Una de las preocupaciones principales de los padres es la educación de los hijos. Pagamos colegios, universidades, con el propósito de que logren una educación de calidad que les sirva para alcanzar un nivel de vida mejor. Pero dentro de todo ese proceso, que dura años, hay algo que está ausente, al menos en los colegios y universidades: la educación financiera. Cuando hablamos de educación financiera no se trata de aprender a calcular el interés compuesto, saber lo que es un débito o un crédito o entender la diferencia entre acciones y bonos (aunque estos temas se ven en algún momento del proceso). Más bien se trata de la educación en el manejo básico de las finanzas personales: cómo manejar los recursos disponibles para que nos alcancen para vivir, o podamos ahorrar parte de ellos y las maneras de poner a trabajar esos recursos y generar riqueza. Esta falta de educación financiera en las escuelas y universidades deja a los padres con la tarea de llenar ese vacío.
La pregunta es “¿cómo lo hago?”. Después de todo a mí nunca me educaron al respecto y lo que aprendí fue a la fuerza. A puros golpes de pago de intereses por balances de tarjetas de crédito o pérdida de dinero por no saber diferenciar el rendimiento de una cuenta de ahorros de la de un certificado de depósito. Así que me pregunto: ¿qué puedo hacer para evitar que mis hijos pasen por lo mismo?
Como suele pasar con la educación de nuestros hijos, nos vamos a encontrar con muchas formas de enseñarles acerca del manejo de las finanzas personales. Algunos niños ya vendrán con cierta tendencia al ahorro, otros serán indiferentes, quizás se les note desde pequeños la chispa del emprendedor y otros hasta los encontraremos derrochadores. Pero, a pesar de lo diferentes que pueden ser nuestros hijos, incluso en una misma familia, hay formas de educación que pueden aplicarse a todos los casos. Hay que enseñarles, primero, con el ejemplo y, segundo, asignándoles una mesada para que comiencen bien temprano a manejar sus propios recursos. Enseñar con el ejemplo es simplemente actuar con respeto hacia el dinero; hablar acerca de las finanzas de la familia; y hacerles saber con nuestros actos que el dinero es un recurso escaso y derrocharlo, tarde o temprano, se paga caro. Si te preguntas cómo, cuándo o cuánto debes darle a tu hijo como mesada, el asesor financiero @perello_cesar nos da sus recomendaciones, enriquecidas con las puntualizaciones de su esposa, la locutora y actriz @evelyndelcarmeng.
¿Qué es una mesada?
Según el diccionario, una mesada es un pago que se realiza cada mes, y de ahí su nombre. Es sinónimo de sueldo. En algunos países, incluido el nuestro, la palabra mesada se usa para denominar el dinero que se da a los hijos semanalmente (también se le llama semanal), con el propósito de que inicien su educación financiera en un contexto seguro y sin grandes riesgos. A los más pequeños se les debe enseñar a relacionarse con el dinero y a crear hábitos financieros como el ahorro, y a los mayores se les da la oportunidad de reforzar esos hábitos y practicar la forma correcta de administrar el dinero. Conocedores del tema afirman que la mesada debe ir acompañada de conversaciones, según la edad, en las que se hable abiertamente sobre el dinero, para qué sirve, cuál es su valor, cómo se maneja y, especialmente, cómo se obtiene.
¿Cuál debería ser el concepto de la mesada?
Aunque el propósito principal de asignar una mesada a los hijos es iniciarlos en su aprendizaje financiero, ésta no es la única razón. No existe un punto de vista único con relación al concepto que se le debe otorgar al pago de la mesada. Algunos expertos sugieren que sea el pago por su trabajo, asumiendo como el trabajo de los hijos no adultos: ir a la escuela, estudiar y cuidar las herramientas que se les facilitan para ello (útiles escolares, libros, computadoras, etc.). Pero hay quienes opinan que esto podría ser contraproducente si el monto de la mesada no es suficientemente atractivo para motivar a cumplir con los deberes. Sin embargo, muchos coinciden en que es una buena forma de enseñar a los hijos que el dinero se gana trabajando. Otra recomendación es no incluir los quehaceres domésticos en ese pago, puesto que la colaboración de cada miembro de la familia en esos quehaceres debe ser una regla de funcionamiento del hogar, y no debe estar relacionada con el dinero, sino con los conceptos de responsabilidad, trabajo en equipo y contribución al bienestar de todos. No obstante, algo interesante es que un adolescente puede ganar un dinero extra si realiza una tarea especial en el hogar que pueda ser considerada como trabajo para un contratista, como por ejemplo pintar una pared.
¿Cuándo comenzar con la mesada?
Es decisión de los padres elegir la edad en que puedan o quieran comenzar a dar mesada a sus hijos, aunque lo ideal es que la educación financiera inicie desde el momento en que el niño pueda comprender algunos conceptos básicos sobre el dinero. Hay quienes prefieren iniciar cuando los niños ya saben sumar y restar, entre los 6 y 7 años, y quienes esperan el inicio de la adolescencia. El monto también es variable. Depende de los ingresos familiares, de la periodicidad de los pagos (mensual o semanal) y de los objetivos particulares de cada familia. En algunos lugares, se utiliza una fórmula que consiste en calcular un dólar semanal por cada año de edad del niño. Para los más grandes, se sugiere hacer una evaluación de sus gastos en meriendas, salidas con amigos, etc., y darles una suma de dinero con el que puedan cubrirlos, si está dentro de las posibilidades de la familia y si se corresponde con el nivel de responsabilidad demostrado por el hijo. En todos los casos, lo importante es ser consistentes, elegir un día específico de pago y pagarles la cantidad exacta, ya que esto los ayuda a practicar y hacer un presupuesto.
¿Qué esperar de este proceso?
La mesada también es una forma de enseñarles a ser responsables y de que sientan orgullo por conseguir algo con su propio esfuerzo. Es un medio para que los hijos practiquen la organización y la responsabilidad financiera, para aprender a postergar la gratificación inmediata, elevar los niveles de tolerancia a la frustración y sentirse orgullosos de sus logros.
En este proceso, como ya hemos dicho, lo importante es enseñar con el ejemplo, lograr que los hijos crezcan educándose en el manejo saludable de las finanzas y conociendo los riesgos de no hacerlo. Es importante, según la edad, darles cierta libertad para que inviertan el dinero. De la misma manera, se les debe poner reglas claras acerca del uso de su mesada, por ejemplo, que no la inviertan en algo dañino o que pueda causarles problemas. Hay que permitirles que cometan errores y procurar que aprendan de ellos. Además, deben tener claro que si incumplen con la responsabilidad que conlleva manejar su propio dinero, pueden perder la mesada, en alguna proporción o por completo.
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