Pearl F. Ort, única unidad en el país para quemados adultos y cuenta con equipos de hasta 25 años

El 42 % de las lesiones atendidas en la Unidad de Quemados son por flama

Su director, Eddy Bruno, espera poder regresar al Luis E. Aybar, su hospital de origen

La Unidad de Quemados Pearl F. Ort está en el Hospital Ney Arias Lora. (Fuente externa)

A pesar de tener ya una década instalados en el Hospital Ney Arias Lora, Eddy Bruno, director de la Unidad de Quemados Pearl F. Ort, añora volver a su lugar de origen, el Hospital Luis E. Aybar en la Ciudad Sanitaria, aunque la construcción del espacio todavía se encuentra en un 60 % de avance sin fecha precisa de entrega.

Estamos trabajando de manera precaria, pero estamos haciendo el trabajo prácticamente al 100 %. Tenemos 11 camas, las cuales se mantienen llenas”, afirmó.

“Estamos unos tantos incómodos acá porque esta es una institución que no está diseñada para una Unidad de Quemados, tuvimos que hacer muchas adaptaciones para poder laborar hasta que se termine la Unidad de Quemados de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, que sí será, por lo que hemos visto, una unidad con todos los estándares con 20 camas, tres quirófanos, telemedicina y una unidad de diálisis”, indicó Bruno.

En la unidad Pearl F. Ort, que ya cumplió 30 años de fundada, se ingresan entre 160 y 170 personas al año, que representan el 10 % de los cerca de 1,700 pacientes quemados que se atienden por Emergencia.

Quemaduras frecuentes

Las quemaduras por flama son las más frecuentes, afectando a un 42 % de los pacientes. Están seguidas por las eléctricas (25 a 27 %) y las escaldaduras y quemaduras químicas en menor proporción.

“Tenemos en nuestro sistema un gran problema que hemos tratado de corregir, que todo el que se quema lo mandan para acá y nosotros somos una institución para pacientes quemados complejos”, resaltó el galeno.

Todo paciente referido debería tener más de un 15 % de la superficie corporal quemada, con una profundidad de segundo o tercer grado. En caso contrario, podrían ser atendidos en Unidades de Atención Primaria, clínicas y hospitales locales.

“A veces nos mandan los pacientes hasta con un 1 % y un 2 % de superficie quemada, los mandan del interior y son pacientes que no requieren una unidad de quemados, sino un servicio de cirugía y curas”, señaló.

El cirujano dijo que, por no devolverlos luego del largo trayecto, los ingresan por 24 o 48 horas, pero, “ocupando una cama de una Unidad de Pacientes Críticos con un paciente que puede manejarse de manera ambulatoria. Si en ese momento llega un paciente crítico, ahí tenemos el tranque”.

Asimismo, destaca que la Pearl F. Ort tiene un superávit de curas que no debería tener “porque no estamos diseñados para quemaduras simples, sino para quemaduras complejas”.

Equipos desfasados

“Estamos un poco precarios, hacemos el trabajo. Nuestros equipos ya están un poco desfasados. Tienen entre 25 y 30 años. Les damos un buen mantenimiento. Muchas veces tenemos que parar una cirugía porque falló o mandarlo a mantenimiento porque son equipos sumamente caros, pero resolvemos”, confesó Bruno sobre el estado actual de los dermatomos y otros equipos utilizados para la reinserción de piel.

El tabú de la donación

Las técnicas modernas permiten utilizar piel de cadáver, cerdo o tilapia para realizar los injertos en pacientes quemados, también la utilización de materiales sintéticos con muy buenos resultados.

“Usábamos piel de cerdo porque era más barata, pero ahora, por la institución, no tenemos espacio ni las condiciones para el tratamiento de esa piel. Con la piel de cadáver, es un trasplante y tendríamos que tener un banco de piel”, explicó Bruno sobre algunos de los desafíos que enfrenta la unidad.

Nuestra ciudadanía no está educada todavía para la donación de órganos y tenemos ese tabú todavía, que es una cuestión que tenemos que ir trabajando desde las escuelas para que las próximas generaciones no se nieguen a la donación”, agregó el doctor.

¿Hacen falta más unidades en el país?

Al preguntarle sobre la necesidad de más unidades de quemados, especialmente para evitar esos traslados incómodos y peligrosos para los pacientes, Bruno respondió que “nos hacen falta muchas unidades, quizás una en el Cibao y otra en el Este”.

El especialista entiende que no es necesario una amplia cantidad, sino un buen sistema de prevención.

No necesitamos muchas unidades de quemados, sino que la gente no se queme Eddy BrunoDirector de la Unidad de Quemados Pearl F. Ort

Bruno citó el ejemplo de Francia, que con su unidad en Marsella brinda servicio a todo el país o en Texas, donde solo cuentan con una gran unidad para el Estado.

“Ahora, lo que sí tienen es un buen sistema de 9-1-1, un buen transporte aéreo y no todos (los quemados) van a la unidad”, aclaró.

La acción con el quemado en el lugar del hecho es lo que le salva la vida al paciente, empezando por la reanimación hídrica y la cobertura apropiada de las heridas.

“Muchas veces el transporte no es el adecuado. Las ambulancias no están preparadas para eso. Tenemos que trabajar esa parte, porque más del 80 % de las probabilidades que tenga un paciente muy quemado es responsabilidad del equipo que trabaje en el lugar del hecho y en la primera plataforma hospitalaria al que llegue”, indicó.

Medidas de prevención 

El doctor Bruno insistió en que “las quemaduras se pueden evitar en el 95 % de los casos”.

El galeno fue muy enfático al enumerar los principales errores en los que incurre la población: 

-Los tanques de gas no deben estar dentro de la cocina. La manguera de los tanques no debe ser plástica de cobre, así si se acumula grasa, las ratas no pueden roerla.

-Cuando sienta un olor a gas, no prenda ni apague bombillos, quítese los zapatos y salga de donde esté, abriendo todas las ventanas y puertas.

-No desmonte la olla de presión de la estufa y la meta debajo de la llave para que se enfríe rápido. Debe esperar a que se enfríe con la temperatura del ambiente.

-Mayor control y regularización en los vehículos que usan Gas Licuado de Petroleo (GLP) como combustible y en las envasadoras. Revisar bien los tanques antes de llenarlos. Estos nunca deben coparse hasta su máxima capacidad porque necesitan espacio para la expansión del gas.

-Poner tapones a los tomacorrientes y no dejar alambres sueltos, especialmente donde hay niños gateando o aprendiendo a caminar.

-En caso de quemadura, no utilizar mantequilla, harina, pasta de tomate o papa guayada

“Todo eso está contaminado, porque son materiales que están en uso. Cuando usted pone eso en una herida que debe estar estéril, la está contaminando. Lo único que hay que hacer cuando usted sufre una quemadura menor es meter la parte afectada bajo el grifo del agua, enfriar la parte afectada e ir donde un facultativo para valorar la profundidad de la lesión. Nunca automedicarse”, alertó Bruno.

Familia trasladada a Estados Unidos

Finalmente, al consultarle sobre la perspectiva de la familia Mella Méndez, que fue afectada gravemente por una explosión en su apartamento en Punta Cana y trasladada hacia los Estados Unidos, el doctor Bruno detalló que al tratarse de personas jóvenes y con pocas heridas de tercer grado, las expectativas son buenas.

“Ellos son jóvenes y las quemaduras eran superficiales. Tenían muy pocos componentes de tercer grado, era un segundo grado profundo y superficial, que son lesiones que se pueden manejar con apósitos (producto para cubrir lesiones). Ellos tienen buena reserva”

El tratamiento va a estar enfocado en controlar y cerrar las lesiones.

Reconoce que requiere de mucho tiempo, que la recuperación es dolorosa y estima que durante los próximos cinco o seis años todavía se mantendrán bajo observación hasta lograr el cierre y cicatrización definitiva de las lesiones.

Periodista, graduada de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) con honor Summa Cum Laude. Posee un máster en Comunicología Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. Amante de los viajes, la moda y la música en vivo.