Sondeo: La mayoría de hispanos en EEUU apoya el acceso al aborto

El impacto de la revocación de Roe vs. Wade en la opinión de los hispanos

Pegatinas con la leyenda He Votado Hoy en un centro de votaciones en Filadelfia. (AP/Matt Rourke)

Durante décadas, algunos analistas políticos han expresado que los hispanos en Estados Unidos son socialmente conservadores, y de hecho muchos de ellos lo son.

Pero una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research muestra que una sólida mayoría de esta población diversa —ya sean católicos, protestantes o sin afiliación religiosa— creen que el aborto debería ser legal en la mayoría o en todos los casos.

Es un hallazgo de interés, ya que el debate sobre el tema está en la mira de cara a las elecciones del 5 de noviembre.

La candidata presidencial demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, apoya el derecho al aborto. Su rival republicano, el expresidente Donald Trump, se jacta de los nombramientos que él hizo para la Corte Suprema que llevaron a la derogación del derecho nacional al aborto.

En general, la nueva encuesta de AP-NORC, realizada del 12 al 16 de septiembre, encontró que los protestantes y católicos hispanos —a pesar de sus diferencias teológicas— son notablemente similares en su composición demográfica y puntos de vista sobre temas importantes, incluidos el aborto y la inmigración.

Opiniones sobre el aborto

Según la encuesta, casi 4 de cada 10 hispanos en Estados Unidos se identifican como católicos, un tercio como protestantes u “otros cristianos” y una cuarta parte como no afiliados a ninguna religión. Casi la mitad de los protestantes se identificaron como evangélicos, al igual que el 10% de los católicos.

Alrededor de 6 de cada 10 protestantes hispanos y casi dos tercios de los católicos hispanos dicen que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos. Un porcentaje similar piensa que el Congreso debería aprobar una ley que garantice el acceso al aborto legal en todo el país.

Eso es similar a otros grupos religiosos importantes en Estados Unidos, excepto por los protestantes evangélicos blancos; solo una cuarta parte de ellos dice que la interrupción del embarazo debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos.

En general, la mayoría de los católicos estadounidenses de múltiples grupos demográficos apoyan el derecho al aborto, pese a que la Iglesia se opone.

Ali Valenzuela, profesor de gobierno de la American University que estudia la política latina, dijo que muchos hispanos solían estar en contra del aborto, principalmente debido a su religiosidad.

Atribuyó el cambio de opinión a “la nueva realidad política” tras la anulación del fallo Roe vs. Wade en 2022, que puso en riesgo el acceso al aborto en muchos estados.

Aproximadamente 4 de cada 10 votantes hispanos, protestantes y católicos registrados dijeron que la política sobre el aborto es uno de los temas más importantes para su voto en noviembre. Pero la economía, la atención médica, el crimen y la inmigración se encuentran entre los temas que les preocupan aún más.

 

Trump vs. Harris

En cuanto a la contienda presidencial, los hispanos estuvieron muy divididos en sus evaluaciones hacia Harris y Trump. Casi 4 de cada 10 protestantes hispanos y la mitad de los católicos hispanos tienen una opinión algo o muy favorable de Harris, y Trump es visto favorablemente por aproximadamente 4 de cada 10 protestantes y católicos hispanos.

Lorraine Martínez, una californiana de 68 años, dijo que fue criada como católica. Si bien ahora no asiste regularmente a la iglesia, su educación en la fe informa sus valores de “cuidar a tu prójimo, ser amable y no cruel”.

Dijo que sus 35 años como maestra de escuela informan sus prioridades en esta temporada electoral: inmigración y educación.

“Ver a los niños (migrantes) llegar y estar prosperando, y la aceptación de los otros niños hacia ellos es fenomenal”, comentó Martínez, quien recuerda a los refugiados vietnamitas en su escuela desde la década de 1980 y a diferentes grupos de inmigrantes desde entonces.

Martínez, quien planea votar por Harris, agregó que se opone firmemente a las deportaciones masivas y las separaciones familiares.

También apoya el acceso legal al aborto, considerando los problemas de salud reproductiva, incluidos los tratamientos de fecundación in vitro, como algo que las mujeres deben decidir sin interferencia gubernamental.

Pam Butcher, de 54 años, de Waverly, Virginia Occidental, cuya familia materna llegó a Estados Unidos desde México, es partidaria de Trump y dice que el aborto debería ser ilegal en la mayoría de los casos.

“Es muy importante para mí; soy provida”, dijo Butcher. “Quiero decir, si la vida de una madre está en peligro, entonces hay que hacerlo para salvarla, y si esa es su elección, posiblemente la violación y el incesto... Pero para mí, es un asesinato”.

Trump, dijo, “no prohibió el aborto, sino que devolvió a los estados sus derechos” en un tema muy polémico.

Butcher asiste a una iglesia protestante y dice que su fe es importante en su vida diaria, así como en su decisión de votar por Trump.

“El país se fundó sobre principios religiosos”, señaló. “No creo que la religión deba imponerse a nadie. Pero tampoco creo que haya que sacarlo de todo”.

Gabriela Maldonaldo, de 20 años, una católica de Chicago, también dijo que votará por Trump.

Ella se opone al aborto, aunque reconoce que a veces es una necesidad médica. Opina que los republicanos podrán manejar otros temas que son importantes para ella, como la economía, el crimen y la inmigración.

Para la californiana Haylee Rader, de 21 años, el principal problema de esta temporada electoral es la inflación. “Es difícil incluso pagar un galón de leche, y la gasolina es muy cara”, dijo la estudiante de un colegio comunitario, y agregó que su madre, que es hispana, tiene que conducir media hora para ir a trabajar.

En cuanto a la inmigración, Rader cree que “simplemente cruzar está mal” y que el gobierno necesita un mejor sistema para procesar legalmente a aquellos que llegan a Estados Unidos en busca de seguridad.

En la encuesta, casi la mitad de los votantes hispanos protestantes y católicos registrados dijeron que la inmigración es uno de los temas más importantes para su voto; casi 1 de cada 10 en cada grupo dijo que no es importante.

Aproximadamente 6 de cada 10 protestantes y católicos hispanos dijeron que los grupos religiosos deberían brindar asistencia a los inmigrantes que viven sin permiso legal en Estados Unidos. Eso está en línea con las opiniones de los estadounidenses en general.

Ni Trump ni Harris tienen una ventaja entre los católicos hispanos en su manejo de la inmigración. Los protestantes latinos son ligeramente más propensos a decir que confían en Trump para manejar el tema.

 

Otros resultados de la encuesta:

—2 de cada 10 dicen que asisten a la iglesia una vez a la semana o varias veces a la semana, casi 4 de cada 10 asisten al menos una vez al mes y 2 de cada 10 nunca van.

—7 de cada 10 católicos hispanos dicen que hablan un idioma distinto al inglés en casa, en comparación con aproximadamente la mitad de los protestantes hispanos.

—6 de cada 10 católicos hispanos tienen una opinión algo o muy favorable del papa Francisco, en comparación con aproximadamente 3 de cada 10 protestantes hispanos. En general, 4 de cada 10 estadounidenses ven a Francisco favorablemente.

Los diversos puntos de vista políticos de los hispanoamericanos se reflejan en varios frentes en la campaña electoral en curso. Por ejemplo, hay candidatos hispanoamericanos en dos de las contiendas más reñidas por el Senado federal.

El legislador federal Rubén Gallego, un demócrata que se postula en Arizona, es hijo de inmigrantes de Colombia y México. Bernie Moreno, un candidato republicano en Ohio, emigró con su familia de Colombia cuando era niño.

 

Fuertes contrastes relacionados con el aborto

Samuel Rodríguez, presidente de la Conferencia Nacional Hispana de Liderazgo Cristiano (NHCLC por sus siglas en inglés), publicó un artículo de opinión en Fox News este mes diciendo que el apoyo total de los demócratas al acceso al aborto podría alienar a algunos hispano-estadounidenses que están abiertos a restricciones en el aborto más adelante en el embarazo.

“El Partido Demócrata ahora ha cambiado drásticamente a una política de ‘aborto a pedido’, que incluye abortos tardíos”, escribió Rodríguez, un pastor en California. “Esta posición extrema inquieta profundamente a muchos latinos, particularmente a los de fe”.

Mientras tanto, en Nuevo México, la gobernadora demócrata Michelle Lujan Grisham anunció que se está iniciando la construcción de una clínica de abortos financiada por el estado que atenderá a los residentes locales y a las personas que viajen desde estados vecinos como Texas y Oklahoma, con amplias prohibiciones del aborto.

“Esta clínica será un testimonio del compromiso de nuestro estado con la libertad reproductiva”, agregó Lujan Grisham.

Noticias y servicios que extienden el alcance global de la cobertura basada en hechos