El nuevo look de la esposa de "El Chapo" en medio de revisión a su libertad condicional

Emma Coronel Aispuro, la esposa de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, a tres meses de salir en libertad ha vuelto a las redes sociales mostrando un nuevo look, en momentos en los que las autoridades estadounidenses endurecen la vigilancia sobre su libertad condicional. 

El pasado 6 de diciembre, la exreina de belleza compartió las imágenes donde se sometía a un cambio de look en el que su pelo pasó de negro a un tono rubio, aplicado mediante la técnica ombré. 

De acuerdo con la prensa mexicana, el responsable del cambio de look de la esposa del Chapo es el estilista guatemalteco Sergio Fernando Arévalo, reconocido por trabajar con celebridades como María José, Paulina Rubio, Angélica Vale, Ana Bárbara, entre otras.

Coronel cumplió una condena de dos años y medio en prisión en Estados Unidos por narcotráfico, asociación delictuosa y lavado de dinero, debido a su vínculo con Joaquín Guzmán Loera, líder del cartel de Sinaloa. Le resta cumplir cuatro años de libertad vigilada.

Las fotos de Coronel, que también incluyeron unas imágenes con su abogada y amiga Mariel Colón y el cantante Mario "Cachorro” Delgado, quienes colaboran en una canción y filmaban el video musical. 

La reaparición de Coronel coincidió con una nueva orden de la Corte Federal del Distrito de Columbia que modificó las medidas cautelares que la afectan.

El juez Rudolph Contreras determinó que la joven deberá someterse a registros en cualquier momento y por cualquier agente de la ley o la libertad condicional, con o sin orden de cateo. 

Con la resolución, la esposa del Chapo está obligada a proporcionar, sin necesidad de una orden, información sobre sus propiedades, residencia, vehículo, documentos, computadoras, teléfonos móviles, comunicaciones electrónicas, dispositivos de almacenamiento de datos, cuentas de correo electrónico, cuentas de redes sociales, cuentas de almacenamiento en la nube y cualquier otro elemento bajo su control.

Esto aplicará si existe una sospecha razonable de violación de las condiciones de supervisión o de conducta ilegal por parte de la acusada.