Fiestas de San Miguel, patrono sinónimo de santería, ron, tabaco y atabales

Velones, bebidas alcohólicas, tabaco, cuadros y pañuelos son la base de la fiesta a San Miguel

Los devotos de San Miguel Arcángel le veneran con tabaco, ron y otros rituales. (Luis Gómez)

Verde y rojo, son los colores emblemáticos del general de la milicia celestial, El Arcángel San Miguel; y justo desde la medianoche del sábado 28 de septiembre, la Parroquia que honra al santo que venció a Satanás con su espada en manos, acompañado de mariachis le cantó las mañanitas.

Y así desde tempranas horas decenas de dominicanos de distintas localidades y regiones del país llegaron a la calle José Reyes esquina Juan Isidro Pérez para escuchar y disfrutar la primera homilía del domingo ofrecida por el Párroco rector Villa, como una tradición religiosa, cultural, artística y antropológica para los sanmiguelenses y capitaleños.

Muchos son los creyentes y devotos que descansan sus promesas, depositan su fe y anhelan esperanzas indistintamente sea para el beneficio económico, la curación de enfermedades naturales, combatir supuestos maleficios o hechicerías provocadas por los que creen en brujería.

Aquí los niños, envejecientes, jóvenes, hombres y mujeres comparten entre bailes de atabales, ofrendas de bizcochos como el caso de José y Johanna, quienes regalaron tres pasteles en colores rojo y verde en señal de agradecimiento por favores milagrosos concedidos a sus familiares y peticiones individuales.

En el colmadón Ramón Núñez, se reunió el grueso de devotos que fumaban túbanos o tabacos mientras bailaban música alegórica a San Miguel, y su estribillo: “hoy reprendan hermanos con la fuerza y la fe, que recoja Satanás, que ha llegado San Miguel”.

Igualmente, otros vestían camisetas, batas, blusas, pañoletas, gorras, boinas y pañuelos, estos últimos que conforman parte clave de la 21 de división de los ‘loases o santos’ seguidos por la feligresía dominicana.

Sin embargo, este escenario es idóneo para que creyentes de otras imágenes o ‘santos milagrosos’ visitaran el entorno festivo y religioso mostrando el color amarillo, morado, rosado, blanco y azul; acompañado de la ingesta de rones, y aprovechando un especial de cervezas que oscilan desde los 80 pesos hasta 140.

En el entorno de la iglesai de San Miguel se venden rosarios, collares, cuadros, camisetas, imágenes en yeso del Divino Niño y la Virgen Nuestra Señora de La Altagracia, esfinges de la idiosincrasia que venera y respeta a dos grandes representaciones del catolicismo que por años también reciben festejos, intercambios y ofrecimientos a futuro con exvotos y sacrificios personales como representación de fe, en espera de misericordia.

En esta céntrica barriada amurallada se inició la creencia en San Miguel o Belié Belcan por influencia de los primeros negros esclavos traídos a Santo Domingo desde África quienes en su necesidad de adorar y creer, defendieron esos atributos espirituales de los ataques y amenazas de los colonizadores, y surgieron con nuevos rostros y motes.

Así cambiaron nombres e invirtieron significados dando origen a estos nuevos santos como Anaisa, Santa Ana o la ‘abuela del verbo’, Santa Martha La Dominadora, San Santiago o (Ogún Balenyó), San Carlos Borromeo o (Candelo Cedifé) y como tantos ‘santitos dadores’ que supuestamente cumplen las más recónditas solicitudes e insospechadas curiosidades de los fieles.

Así lo expresó a Diario Libre Carlos de Jesús (Miki), un feligres de 78 años de edad, oriundo de Villa Juana, quien asegura tiene salud y la mantiene por los favores de San Miguel, al igual que a su familia, y además pide porque se mantenga la paz y el orden en los próximos torneos de las Primarias y los comicios del 2020.