David Toscana: “En mi mundo ideal hay muchos libros y pocas pantallas”

El escritor mexicano David Toscana ha asistido en varias ocasiones a la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo.

En República Dominicana ha cosechado amistades y tiene autores criollos en su biblioteca.

En esta reciente edición, el ganador del V Premio Bienal Mario Vargas Llosa con “El peso de vivir en la tierra” participará con el coloquio: “Cómo cambia la obra de ficción a su autor: el novelista”, acompañado de otros autores.

Entre sus obras están “El último lector”, “El ejército iluminado”, “Santa María del Circo” y “Olegaroy”.

Su novela ganadora (“El peso de vivir en la tierra”) ha creado un puñado de personajes inmensamente conmovedores, pero sobre todo propone a sus lectores una profunda meditación sobre el poder de la imaginación en nuestras vidas”. Por esta obra el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, afirmó que Toscana “ha escrito una de las mejores novelas del idioma español”.

El autor concedió una entrevista a Diario Libre a propósito de su visita al país.

-¿Qué expectativas tiene de su visita a la Feria del Libro de Santo Domingo 2024?

He estado en esta feria en dos ocasiones, y la experiencia ha sido maravillosa con el público, los editores, libreros, las autoridades de cultura y con los demás colegas escritores. República Dominicana tiene un par de buenas librerías, pero aun así la disponibilidad de libros es escasa. Por eso es muy importante esta feria que abre una enorme puerta a los lectores.

-A propósito de su coloquio, ¿qué obra cambió la perspectiva de David Toscana?

Cada obra es una aventura de aprendizaje, de filosofar, de sostener incontables conversaciones con uno mismo. Según los antiguos griegos la principal ruta para alcanzar la sabiduría es la máxima de «conócete a ti mismo». Cada novela nos marca porque damos algunos pasos hacia ese conocimiento.

-¿Hay elementos de su estilo que han cambiado desde su primera novela?

Más que cambiar, se han afinado. Con el tiempo uno tiene mejores armas para decir lo que quiere decir; sólo hay que cuidar que no se apague el fuego.

-¿Sigue pensando que era mejor ingeniero que escritor...?

Para la cuenta bancaria era mejor; para el alma, no.

-Qué opina de las palabras de Vargas Llosa hacia su persona?

Me gustaría que fueran verdad.

-¿Cómo valora el Premio Bienal Vargas Llosa?

Siempre es emocionante recibir un premio. Los premios le dan vida a la obra, le encienden una luz.

• Desde la antigua Grecia se acostumbraba premiar obras literarias, y algunas sobreviven hasta nuestros días gracias a que fueron premiadas. Además, con premios como este, tengo la certeza de que podré pagar la renta al final del mes.

-Para usted escribir una novela es...

Tratar de crear un mundo con palabras. Crear o descubrir un mundo, nunca describir el mundo en el que ya vivo.

-¿Qué autores dominicanos ocupan su biblioteca?

Entre los clásicos está Pedro Henríquez Ureña. También Frank Báez, el novelista Junot Díaz y la poeta Soledad Álvarez.

-¿Qué significado le da a “¿El peso de vivir en la tierra?”

Es una novela que parte de mi admiración por la literatura rusa. Pero al final fui descubriendo que se convirtió en una oda a la libertad, porque aquellos escritores rusos nunca conocieron la libertad; escribieron con la censura encima y a pesar de tener que pagar con prisión, torturas, campos de trabajos forzados, exilio y muerte.

Una sociedad ideal

-Algunas de sus reflexiones sobre la guerra...

La guerra es uno de los grandes males humanos y sin embargo han salido grandes obras literarias de ahí. La literatura casi nace con la guerra de Troya y la lista de clásicos de la guerra es larga. Dado que soy en parte polaco, y eso me hace en parte ucraniano, ahora me hiere por sobre todos los conflictos la invasión de Rusia a Ucrania.

-¿Sigue esa botella de champán guardada a la espera del fin de Putin...?

 Putin y otros. Siempre hay que celebrar cuando cae un dictador. Corrió mucha champaña y vino cuando murió Franco. En los países del viejo bloque soviético se sigue celebrando cada día haberse quitado a Rusia de encima. Imagino que muchos de ustedes habrán brindado cuando cayó la dictadura de Trujillo.

La historia nos da oportunidad de descorchar botellas, pero también nos obliga a poner otras a enfriar durante muchos años. En Nicaragua brindaron con la caída de Somoza, y ahora han tenido que poner otra vez botellas a enfriar.

-¿Cómo sería una sociedad ideal, según Toscana?

No pienso en sociedades, pienso en el individuo, sin que esto signifique individualismo. La lectura crea individuos; los medios y las redes crean masas. En mi mundo ideal hay muchos libros y pocas pantallas.