Dr. Nicolás Batlle Portela: “El asma es la enfermedad crónica más común de la niñez”
En la actualidad unos 235 millones de personas en el mundo sufren de esta enfermedad
El asma es una enfermedad caracterizada por la inflamación difusa de las vías aéreas, causada por una variedad de estímulos desencadenantes que da lugar a una constricción bronquial parcial o completamente reversible, según explica el doctor Nicolás Batlle Portela, internista y neumólogo, especializado en cuidados críticos del Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), a quien hemos entrevistado en ocasión del Día Mundial del Asma, que este año se celebra el 7 de mayo.
“El asma bronquial se caracteriza por una obstrucción reversible y ocasional de la vía aérea que, si no se trata adecuadamente, puede llevar a una obstrucción permanente.
La constricción bronquial en otras enfermedades, como la Enfermedad Obstructiva Pulmonar (EPOC), no es completamente reversible. En cambio, en el asma la constricción bronquial sí puede ser reversible", explica el galeno.
¿Cómo saber si padecemos de asma?
El paciente debe presentar el cuadro característico de la enfermedad: sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos durante la noche o en la mañana.
¿A quiénes afecta?
Las personas con alergias o con antecedentes familiares de alergias son más propensas a tener asma. A menudo esta comienza en la niñez, en general antes de los 5 años. Muchos niños tienen asma, es la enfermedad crónica más común de la niñez. Puede causar ausencia en la escuela por ir al hospital.
¿Cuáles son los síntomas?
Falta de aire, opresión o dolor del pecho, problemas para dormir causados por falta de aliento, tos, sibilancias al respirar, estas últimas pueden empeorar con un virus respiratorio, como un resfriado o gripe.
¿Qué tan grave puede ser?
El asma es una enfermedad pulmonar crónica (de largo plazo). Afecta las vías respiratorias, los conductos que llevan el aire hacia y desde los pulmones.
Cuando se tiene asma las vías respiratorias pueden inflamarse y estrecharse. Raramente causa la muerte, pero dependiendo de su severidad impacta la calidad de vida del paciente.
¿Existe alguna cura?
No tiene cura, aunque en muchos pacientes, al llegar a la pubertad, se vuelve subclínica.
¿Es posible controlarla?
Sí, es controlable, la cantidad de medicamentos va a ser directamente proporcional a la severidad del cuadro.
¿Cuál es el tratamiento?
Medicamentos como son los esteroides inhalados y los inhibidores de precursores inflamatorios como los leucotrienos y broncodilatadores de larga duración. Pero también se puede tener medicinas para usar durante una crisis, como un inhalador de rescate.
¿El estrés puede provocar una crisis de asma?
El estrés y la ansiedad también causan ataques de asma.
Y la contaminación ambiental, ¿cómo afecta?
Puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y respiratorias, así como de cáncer de pulmón. El ozono es uno de los principales factores que causan asma (o la empeora), y el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre también pueden causar asma, síntomas bronquiales, inflamación e insuficiencia pulmonar.
¿Hay estadísticas sobre la carga mundial del asma?
Claro, la enfermedad tiene una prevalencia variable, dependiendo del país que enfoques, pero globalmente, en la actualidad, hay unos 235 millones de personas en el mundo con asma.
Se observa una mayor prevalencia en las zonas costeras que en las del interior, debido probablemente a una serie de factores ambientales como una mayor carga alergénica, especialmente en lo referente a ácaros e incluso de tipo infeccioso que se dan con mayor frecuencia en las zonas costeras.
¿Cuán beneficiosa es la educación para abordar el asma?
La educación para la salud en las enfermedades crónicas es una herramienta fundamental para disminuir la morbilidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes; existe actualmente evidencia sobre su utilidad en muchas enfermedades.
La educación, en el asma bronquial, intenta enseñar una serie de conceptos y habilidades que tienen como objetivo conseguir que los pacientes cooperen en su tratamiento y reduzcan su ansiedad ante la enfermedad.
Con las maniobras educativas, intentamos mejorar la comunicación entre los pacientes y los profesionales implicados en su mantenimiento y, con ello, inducir cambios conductuales en los pacientes con el objetivo de que mejoren su morbilidad y calidad de vida, a corto y largo plazo.
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