Trabajo: estas son las habilidades blandas que más demandan las empresas

Ya no basta con los conocimientos técnicos; se requieren cualidades interpersonales para hacer frente al competitivo mercado laboral actual

Los captadores de talento están poniendo sus ojos en las habilidades blandas. (Freepik)

No es algo nuevo, pero sí a lo que cada vez se le da más importancia al momento de reclutar personal. Los captadores de talento están poniendo sus ojos en las habilidades blandas y no es para menos. Según un estudio de la Universidad de Harvard junto a la Carnegie Fundation y el Standford Research Center, las competencias blandas son las responsables del 85 % del éxito profesional.

Conocidas también como “soft skills”, son una especie de combo, donde se combinan diferentes habilidades, como las sociales, de relacionamiento, de comunicación o manejo de situaciones de presión, de carácter subjetivo y observable, que puede resultar difícil cuantificar, a diferencia de las duras o técnicas. Así las define la experta en gestión estratégica del capital humano y en bienestar organizacional Luisa Bernhardt Franco (@luisabernhardt).

¿Por qué son pieza clave en el ámbito laboral? Las organizaciones están compuestas por personas con diferentes áreas de experiencia que necesitan interactuar entre sí para lograr resultados a nivel individual y colectivo, en pro de la organización. 

Si quieres hacer frente al competitivo mercado laboral, debes conocer las habilidades blandas más demandadas por las empresas hoy en día. Bernhardt Franco lista siete de ellas:

1. Buena comunicación

Podría decirse que esta es la habilidad social ancla de donde otras parten, ya que es transversal en cualquier posición, empresa o cliente. No solo se limita a lo verbal; el lenguaje no verbal y el escrito también tienen igual peso. El conflicto no es ajeno a las relaciones entre seres humanos, ya sea por diferentes pensamientos, culturas o formación, y la comunicación es parte primordial del relacionamiento. “La forma en que nos comunicamos con otros y con nosotros mismos, determina la calidad de nuestras vidas”, dijo Anthony Robbins. 

2. Servicio al cliente

Toda empresa o negocio necesita de los clientes o usuarios, por lo que el servicio al cliente es el pan de cada día de las organizaciones y parte de su ADN para poder existir y ser sostenible. No todo es miel y hojuelas al lidiar con clientes, por lo que involucra una serie de emociones que pueden afectar que se lleve a cabo de manera exitosa el servicio, como lo son la comunicaron asertiva, la empatía, la paciencia y el manejo de las emociones. De la forma en cómo se maneje, entendiendo que no se debe enfocar hacia lo personal, sino al proceso, se podrá salir airosos. 

3. Buen manejo del tiempo

El tiempo es un bien finito que no se repone, por lo que el reparto adecuado del mismo es la clave para poder llevar a cabo tareas y proyectos. En el banco del tiempo, todos recibimos a diario la misma cantidad de tiempo, lo que nos diferencia es el uso que hacemos de él; la buena gestión, la resolución de problemas, definir y cumplir plazos de entrega. Esta habilidad tiene la particularidad de que genera confianza, proyecta profesionalidad y compromiso. “El tiempo es el recurso más escaso y, a menos que se administre bien, no se puede administrar nada más”, dijo Peter Drucker.

4. Planificación

Se debe asignar a cada tarea los recursos correspondientes, principalmente la capacidad de distribuirlas, programarlas y organizarlas de acuerdo a su impacto, prioridad y a las metas que se persiguen. La planificación bien ejecutada evita posibles errores en el futuro, el estrés y trabajar de manera constante bajo presión, por no tener un lineamiento establecido para llevar a cabo las acciones. 

5. Pensamiento analítico

Esta es una de las habilidades más requeridas en las organizaciones, por su impacto en la toma de decisiones, búsqueda de oportunidades, resolución de problemas y argumentaciones basadas en la reflexión no al azar, en un mundo que no se detiene y se mueve a toda velocidad. El gran reto de las organizaciones es desarrollar a través de acciones más allá de programas formativos colaboradores autónomos que no necesariamente deban actuar por instrucciones. Gérald Bronner sociólogo francés, refiere: “El pensamiento crítico es una forma de negociar intelectualmente con el mundo”, y las organizaciones son parte. 

6. Ser flexibles y adaptarse a los cambios

Hemos sido testigos de que nunca estamos preparados para grandes cambios que impacten nuestra rutina diaria, ya sea en temas de salud, económicos, climáticos, y el entorno laboral no está exento de dificultades y cambios. En el mundo empresarial, contar con la capacidad de adaptación a los cambios, frente a situaciones que impacten, afecten o repercutan de manera negativa en la organización, así como la capacidad de flexibilidad hace la diferencia entre que se traduzca en una pérdida comercial o mantener un nivel de servicio de alto nivel, permitiéndole crecer en tiempos difíciles y aumentar su posicionamiento y productividad. 

7. Gestión de proyectos

Imagina este ejemplo: Decides construir un edificio de 20 pisos, pero la zapata no está bien edificada, pero te permite hacer la construcción de la estructura, con terminación de primera, los mejores pisos, decoración, madera, refrigeración de espacios amplios, por fuera es una construcción impresionante, pero al cabo de unos años el edifico comienza a inclinarse y los propietarios deben abandonar su propiedad porque no es segura. Una pobre gestión de proyectos es como la zapata del edificio, que no se ve a simple vista, pero impacta de formas inimaginables en el negocio, marcando la diferencia entre errores irreparables o prever que sucedan. 

Las habilidades blandas son como un terreno en el que decidimos cultivar árboles frutales; si la tierra no ha sido abonada correctamente, de nada valdrá que tengamos las mejores semillas para sembrar, los frutos no serán de buena calidadLuisa BernhardtExperta en Gestión Humana y bienestar organizacional

Periodista de Revista. Le apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.