"Minimalismo cálido" y el estilo “Hygge”, las tendencias en decoración de esta temporada

El “minimalismo cálido” y la tendencia “hygge” imperan esta temporada a la hora de decorar el interior de las casas, para hacer de ellas un santuario que invite al confort y al bienestar

El “hygge” es un estilo decorativo danés basado en hogares confortables y naturales. (Shutterstock)

¿Qué es para ti el hogar? Para muchos, la pandemia ha marcado un antes y un después a la hora de valorar su casa… Y es que lo que antes bien podía ser casi un lugar de paso en el que solo dormir, se ha convertido en nuestro propio ecosistema.

Algo que se refleja, como no podía ser de otra manera, en las tendencias que ahora imperan a la hora de decorar los interiores de las casas. Por eso, hay algunos estilos que triunfan en casi todos los gustos.

El “hygge”, un estilo decorativo danés basado en hogares confortables y naturales donde evitar la excentricidad; y el “minimalismo cálido” donde a la tendencia minimalista de la funcionalidad y lo básico se le añaden los pequeños detalles; son dos de las modas decorativas del momento.

Santuarios que abrazan

“De alguna forma este tema del confinamiento y la pandemia nos está llevando a este minimalismo cálido”, explica Natalia Zubizarreta, del Estudio de Interiorismo www.nataliazubizarreta.com en entrevista con Efe.

Según esta experta, “es una tendencia que ya veníamos viendo de antes, pero que se está afianzando en 2022: se busca el bienestar en el hogar”. ¿La razón? “Es que ahora pasamos más tiempo en casa y pedimos atmósferas más relajadas”.

Natalia explica que “ahora que hemos estado tanto tiempo en el hogar, lo valoramos: esa tendencia del confinamiento y los toques de queda ha hecho que la gente quiera estar más tiempo en casa”.

Por eso, esa casa, ese hogar, es ahora mucho más: “antes de la pandemia muchas personas tenían su casa como un lugar de paso donde dormían y poco más”, dice Zubizarreta, “pero el confinamiento les ha hecho valorar sus casas, y darse cuenta de lo importante que es poder pasar tiempo en un hogar confortable”, relata.

“De ahí, esa tendencia a hogares con mucha calidez, que abracen”, señala Natalia, porque “nuestros hogares son ahora santuarios, el lugar al que volvemos. Los espacios nos calman y nos devuelven la energía”.

Así, “el hogar es donde somos nosotros mismos, donde se nos pueden caer nuestras máscaras y podemos ser transparentes y exponernos… De ahí que se opte por este estilo que es natural, honesto y que, sobre todo, abraza”.

Donde menos vale más

Pero ¿por qué ese confort y ese bienestar van ligados a un estilo minimalista y funcional, aunque sea con esa calidez? Parece que la clave está en que hemos aprendido a valorar las pequeñas cosas. Así lo explica Natalia.

“Hay una tendencia en la filosofía y forma de vida en la que se valora mucho más la intimidad, y el entorno que nos rodea en la vida diaria, llevando esto a un consumo selectivo en el que se quieren poseer menos objetos pero que tengan más valor personal y emocional, de ahí este minimalismo”, dice.

Y añade que “la pandemia nos ha llevado a valorar mucho nuestra madriguera como consecuencia de los confinamientos. Así que queremos materiales, objetos y elementos decorativos auténticos, brutos, con un estilo único, pero sin excesos.”

Además de eso, hay otras claves para esos hogares que abrazan: “queremos rodearnos de materiales y tejidos naturales, maderas claras, tonos neutros, fibras, piezas hechas a mano… Todo muy ordenado: las juntas ya no existen, los materiales son continuos, las formas son curvas y naturales”, dice Natalia.

Así, “todo apunta a lo natural: muebles de formas fluidas y orgánicas, la artesanía que es el nuevo lujo, todo hecho a mano”. Porque, tal y como explica esta experta interiorista, “la artesanía transmite emociones y sentimientos”.

Se buscan, por tanto “interiores sumamente relajantes, con las paredes en tonos muy suaves, a veces con contrapuntos de contraste a modo de elementos”. Para lograrlo, “los colores y materiales inspirados en la naturaleza, mármoles y piedras naturales pisan fuerte: granitos, cuarcitas o mármoles en tonos más marrones y rojizos de lo que acostumbramos”.

Baños, salones… y gotelé

Hay dos estancias que, en medio de esta nueva tendencia de la calidez y el bienestar, parecen destinadas a ser las más mimadas en este estilo decorativo… Y no, no son los dormitorios.

Una de ellas, “los baños: se convierten en lugares de bienestar cuidando sus detalles con azulejos con texturas y piedra naturales, tonos blancos y naturales… De hecho, el baño va a ser uno de los grandes protagonistas y se va a fusionar mucho con las habitaciones de alrededor”, explica Natalia.

La otra, “el salón, donde reconectamos, donde nos juntamos con los nuestros, donde volvemos a interactuar después de tanto tiempo sin haber podido conectar con el ser humano… También se va a convertir en protagonista”.

Para decorarlos, hay una pequeña sorpresa: “se llevarán las paredes lisas, pero con textura: vuelve el gotelé”, afirma la interiorista y pronostica que “aunque resulte sorprendente, todo apunta a que va a ser una gran tendencia”.

Aunque matiza que “es un gotelé suavizado, con texturas naturales que nos llenan de paz y sosiego, con esa sensación de ‘puedo bajar la guardia porque no tiene por qué estar todo tan perfecto’”. 

Además, “parece que viene una tendencia de muebles con mix de estilos de los años 70 y elementos clásicos. También toques rústicos y artesanales. Y, por supuesto, la tendencia de potenciar la luz natural, las plantas, y la conexión entre lo de fuera y lo de dentro”.

Así pues, ya tienen las claves para una casa en la que el “hogar, dulce hogar” sea más literal que nunca: un hogar que abrace a través de sus elementos.

(Texto: Nora Cifuentes)

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