Cómo afecta la pirotecnia a los niños con autismo (y qué hacer para protegerlos)

En estas fechas, en las que el uso de fuegos artificiales está a la orden del día, es muy común que se habla sobre los peligros que representa la pirotecnia para las mascotas, a modo de crear consciencia. Sin embargo, ¿sabías que hay otra población igual de vulnerable? Se trata de las personas con trastorno del espectro autista, en especial los niños.

Tal y como explica la psicóloga Loren Frías, experta en terapia ABA (Análisis de Conducta Aplicada, por sus siglas en inglés), un gran porcentaje de las personas diagnosticadas con el Trastorno del Espectro Autista (TEA) presenta hipersensibilidad a los sonidos y las luces, esto significa que perciben los fuegos artificiales con mayor intensidad, causando incomodidad y en ocasiones dolor. “Esto muchas veces se refleja en las comúnmente denominadas crisis”, dice. 

Aleteo, vocalizaciones fuera de contexto, gritos, llanto, taparse los oídos y ojos, correr en círculos o salir corriendo y esconderse son algunas conductas que puede presentar una persona con autismo ante un show pirotécnico. Estas conductas, dice Frías, suelen indicar que se siente angustiada, incómoda, con miedo o altamente confundida. Los eventos suelen ser impredecibles y por esto suelen tener un efecto abrumador. 

Esas crisis pueden, incluso, derivar en conductas peligrosas, aunque la especialista aclara que las mismas son más comunes en quienes no tienen habilidades de lenguaje, herramientas de autorregulación o habilidades sociales que le permitan comprender la situación y acudir a soluciones funcionales. “Las llamadas crisis funcionan como una respuesta al evento cuando el niño no cuenta con las habilidades y herramientas que le permitan autorregularse”, expresa. 

Consejos para proteger a los niños 

La experta advierte que cada persona con TEA es diferente, por lo que sugiere a los padres mantener el contacto con el equipo terapéutico y pediátrico de su hijo, ya que estos le darán las recomendaciones y herramientas específicas para las necesidades particulares del niño. Sin embargo, en base a su experiencia trabajando con esta población, ofrece las siguientes herramientas: 

-Cerciorarse de que el entorno esté seguro (puertas cerradas, ventanas cerradas, objetos punzantes o de vidrio fuera de alcance, etc.), a fin de que, si el niño sale corriendo o intenta esconderse, no se vea en peligro. 

-Hacer una historia social: consiste en preparar un visual en forma de cuento, donde se le explica al niño con imágenes y palabras simples todo lo que va a ocurrir (con lujo de detalles), y lo que puede hacer para sentirse más seguro.

-Anticipar cinco minutos antes, un minuto antes y luego 30 segundos antes lo que va a pasar en el momento que empiecen los fuegos artificiales y recordarle qué hacer para sentirse mejor (ejemplo: ir a la habitación, jugar con algo específico, ver tele, ponerse audífonos, usar el iPad, etc.). 

-Utilizar audífonos de cancelación de sonidos.

-Preparar un espacio cerrado (ventanas con cortinas) donde el niño pueda estar relajado y con acceso a otras actividades y juguetes preferidos que lo mantengan distraído.

-Si es posible, informar al personal del evento, junta de vecinos o familiares sobre cómo afecta el uso de pirotecnia a los niños con autismo para evitar su uso. 

¿Qué hacer ante una crisis?

Las medidas a tomar ante una ‘crisis’ va a depender de la necesidad del niño, de lo que esté pasando en el momento y de las conductas específicas que estén ocurriendo. En sentido general, lo más importante es:

-Mantener la calma.

-Mantener al niño seguro (lejos de situaciones, espacios u objetos que representen un riesgo).

-Dentro de lo posible, evitar exponer al niño a eventos altamente abrumadores o en los que hayan ocurrido crisis en ocasiones anteriores.

-Ante cualquier evento o conducta peligrosa, mantener la comunicación con el equipo profesional del niño (terapeutas, doctores, etc.).