Más de 50 sismos sentidos se han registrado en República Dominicana en lo que va de año

El más reciente fue el viernes 10 de noviembre, con magnitud de 5.2

Las provincias La Romana y La Altagracia han evidenciado una mayor actividad sísmica

El sismo de Montecristi se sintió a la 1:20 de la tarde y los reportes indican que tuvo una profundidad de 23 kilómetros, (Fuente externa)

En lo que va de año, en la República Dominicana se han registrado más de mil veces, con 55 sismos de magnitud de hasta 5.2 que se han sentido en casi todo el país.

Según los expertos, estos constantes movimientos telúricos se deben a que en el país existen 14 fallas tectónicas activas, lo que lleva a pronosticar que se está en el umbral de un sismo de consideración.

El seísmo más reciente ocurrió al inicio de la tarde del viernes 10 de noviembre. El Centro Nacional de Sismología informó que tuvo una magnitud de 5.2. Sin embargo, el Servicio Geológico de Estados Unidos dijo que fue de 5.0. El temblor se sintió a la 1:20 de la tarde y los reportes indican que tuvo una profundidad de 23 kilómetros, con su epicentro en el municipio Las Matas de Santa Cruz, en la provincia Montecristi.

El primer temblor sentido que ocurrió este año fue el 1 de febrero, a las 7:00 de la mañana, y sacudió gran parte del territorio nacional. Su magnitud fue de 5.0, ubicado a 32 kilómetros al sur de la provincia de Peravia, con una profundidad de 45.7 kilómetros, según mediciones provisionales.

La madrugada del 18 de mayo los cibaeños fueron sacudidos por un sismo de magnitud 5.2. El evento ocurrió a las 4:35 de la mañana en la provincia de Puerto Plata, a 17 kilómetros de la región de Altamira con una profundidad de 10.2 kilómetros.

A estos le siguen otros 53 sismos de magnitud 4.0 y superiores, siendo dos de estos de magnitud 4.8. Según la web volcanodiscovery.com, página especializada en eventos naturales, el 12 de febrero se produjo un temblor de tierra a 21 kilómetros al suroeste de San Felipe de Puerto Plata y el 17 de abril a las 12:54 de la tarde, próximo a la provincia María Trinidad Sánchez. Ocurrió a 10 kilómetros de profundidad y fue localizado al noroeste de la comunidad El Factor de la señalada provincia.

Dos de magnitud 4.6 se produjeron a lo largo de esos meses. Uno de ellos se produjo el 13 de marzo, a 8.2 kilómetros al sureste de San José de Ocoa, a las 5:04 de la madrugada y que se sintió en algunos sectores de la capital. El más reciente tiene fecha del 4 de noviembre, y se ubicó en el mar Caribe, a 135 kilómetros al sureste de La Romana.

Dos temblores de magnitud 4.5 ocurrieron, uno el 22 de enero, en el mar Caribe, a 103 kilómetros al sur de La Romana y el otro el 17 de abril, en la provincia María Trinidad Sánchez, a 18 kilómetros al noreste de San Francisco de Macorís.

Los demás sismos sentidos en la República Dominicana en once meses se han producido especialmente en La Romana, Neiba, Independencia Monseñor Nouel, Monte Plata, La Altagracia, Espaillat, Nagua, Hato Mayor del Rey y María Trinidad Sánchez, entre otras localidades.

Señal de alerta

Tanto La Romana como La Altagracia son las provincias que en los últimos tiempos han evidenciado una mayor actividad sísmica.

"No necesariamente son una indicación de que ahí se estaría incubando un evento sísmico mayor, pero siempre es una señal de alerta en cualquier parte del planeta Tierra, donde se tiene un enjambre de microsismos que amerita una observación detallada, minuciosa, permanente porque en algún momento puede producirse un evento mayor, tomando en cuenta el tipo de falla que tenemos ahí", alertó el geólogo Osiris de León.

Fallas tectónicas

En la región existen dos tipos de fallas sísmicas, la Hispaniola Norte y la Enriquillo-Plantain Garden, las cuales tienen capacidad para eventos mayores o catastróficos.

La falla Hispaniola Norte es la mayor estructura en tierra del contacto de las Placas Norteamérica-Caribe en la República Dominicana, y junto a la Zona de falla de Motagua en Guatemala, constituyen las dos zonas de exposición sub-aéreas más grandes de los 3200 kilómetros de longitud de la Zona de Contacto.

Está ubicada en la Costa Atlántica: norte de Montecristi, Puerto Plata, Río San Juan y Samaná. Esta, de acuerdo con Osiris de León, define el límite de contacto entre la placa de Norte América y la del Caribe.

"Es ahí donde se han producido los mayores eventos sísmicos que han afectado a la República Dominicana", puntualizó.

La segunda falla, Enriquillo-Plantain Garden, comparte aproximadamente la mitad del movimiento relativo entre la placa de América del Norte y las placas tectónicas del Caribe con la falla Septentrional Oriente, que corre a lo largo del lado norte de La Española.

El geólogo detalló que esta falla es la que viene por Puerto Príncipe (Haití), sigue por Jimaní, Duvergé, Barahona y por la zona de Aeropuerto María Montez hace un arco, entra al mar Caribe y se va al sur de Azua, de Baní, Santo Domingo, Higüey y sur de Puerto Rico.

"Esas dos fallas son las que ameritan la mayor atención en toda la región del Caribe", alertó el especialista.

Redes de monitoreo

El geólogo puntualizó que las actividades sísmicas no se han incrementado en los últimos años como se tiene la percepción, sino que hoy día existen muchos sistemas de monitoreo a nivel local e internacional, que 15 y 20 años atrás "no lo teníamos".

"Por tanto, muchos de esos registros pasaban al olvido y otras veces la población ni siquiera se enteraba de que se produjo un terremoto que no sintió. Hoy día tenemos la ventaja de que con la tecnología nos podemos enterar en tiempo real", manifestó.

Osiris de León puntualizó que la República Dominicana cuenta con tres redes de monitoreo sísmico: Centro Nacional De Sismología, ubicado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo; el Observatorio Sismológico Politécnico Loyola (OSPL) y la red de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid).

Licenciada en Comunicación Social, con más de 10 años de experiencia. Cuenta con un diplomado en Comunicación Corporativa. Es relacionista pública y community manager. Su especialidad es el periodismo de entretenimiento.