Nuevo escenario
La división del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y los resultados de los dos procesos electorales que se desarrollaron en el 2020 definieron un nuevo e interesante escenario en la política dominicana. Dos partidos mayoritarios y una tercera fuerza en proceso de desarrollo, con un líder que tiene el desafío de convertirse en una opción de poder en los próximos cuatro años.
Antes de las elecciones del 5 de julio pasado, el país tenía cuatro partidos mayoritarios: el PLD, el Revolucionario Moderno (PRM), el Revolucionario Dominicano (PRD) y el Reformista Social Cristiano (PRSC). Según la resolución 01-2021 de la Junta Central Electoral, solo el PRM y el PLD conservan esa categoría y esto les permitirá obtener la mayor tajada de los fondos que asigna el Estado a las organizaciones políticas.
A nadie sorprendió que el PRD y el PRSC descendieran a la categoría de partido minoritario, porque ambos partidos pasaron por fuertes procesos de división, deterioro de su liderazgo y abandono de su militancia. La muerte del líder perredeísta José Francisco Peña Gómez, en 1998, y la del líder reformista Joaquín Balaguer, en el 2002, marcaron la decadencia de esas dos organizaciones y es muy difícil que recuperen el espacio perdido.
La gran sorpresa fue que el expresidente Leonel Fernández, que fundó la Fuerza del Pueblo a su salida del PLD, no lograra que su organización entrara al círculo de los mayoritarios. Las expectativas creadas por la división de los peledeístas, el peso del liderazgo de un hombre que gobernó tres períodos (1996-2000, 2004-2008 y 2008 -2012) y presidió el principal partido del país por más de 20 años, daban una idea de que alcanzaría una mejor posición.
El PRM, que ganó las elecciones con más del 50% de los votos, tiene la responsabilidad de administrar el Estado y, al mismo tiempo, trabajar y mantener activas sus estructuras para evitar que el ejercicio del poder disminuya su fortaleza electoral; y el PLD, ahora en la oposición, tras 16 años en el poder y sufrir una división, enfrenta uno de sus peores momentos con la persecución de algunos de sus cuadros y exfuncionarios, que afectará sus acciones para recuperar el poder a pesar del proceso de renovación de dirigentes en marcha.
Con este cuadro político, aún sin los recursos que otorga el Estado y lo que decida la JCE con el recurso de revisión que sometió, el expresidente Leonel Fernández tiene la fuerte tarea de convertir a la Fuerza del Pueblo en una organización con posibilidades de alcanzar el poder, como lo hizo el profesor Juan Bosch, que dejó el PRD en 1973 y fundó un partido –el PLD-, con el que logró romper el bipartidismo y ha dominado la política en las últimas décadas. Para avanzar tendrá que convertirse en oposición, que no lo vean como un aliado del PRM.
Habrá una competencia por la representación de la oposición. El PLD renovará su Comité Central el 14 de febrero, luego elegirá los miembros del Comité Político y todo parece indicar que escogerá al expresidente Danilo Medina como su presidente. A partir de ese entonces, saldrá a demostrar que es la oposición y, en este escenario, se enfrentará con el expresidente Fernández que intentará ganar espacio y convertir a la Fuerza del Pueblo en la nueva opción de la política dominicana.
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