Cielos Abiertos y la diáspora dominicana
La diáspora dominicana: un pilar económico y social para la República Dominicana.
Los aportes en términos económicos y sociales que la diáspora dominicana hace a la República Dominicana son tan enormes y palpables que hasta un ciego los podría ver.
Solo en 2023, según cifras del Banco Central, la República Dominicana recibió aproximadamente US$10 mil millones en remesas, las cuales tienen un impacto directo en la calidad de vida de las familias receptoras, ya que este dinero va directamente a sus bolsillos. Más de la mitad de los hogares en la República Dominicana reciben remesas, las cuales se destinan principalmente a cubrir gastos básicos como alimentación, educación y salud.
Este flujo constante de dinero, esencial para la economía y la paz social de la isla, tiene un mayor impacto incluso que el turismo, ya que representa un 11 % del Producto Interno Bruto (PIB), superando los ingresos generados por el turismo.
Pese a estos extraordinarios aportes, los gobiernos de turno mantienen la diáspora dominicana en el olvido, y parece que solo se acuerdan de esta en su justa dimensión en momentos de crisis, como durante la pasada pandemia de COVID o en las recientes devastaciones provocadas por desastres naturales, para pedir su mano amiga.
Y todas estas contribuciones al desarrollo económico y social de la República Dominicana, la diáspora dominicana las hace sin exigir nada a cambio, con total desprendimiento.
Lo único que nuestra comunidad del exterior ha solicitado, por razones más que justas, es que se consideren mecanismos para adecentar los precios de los pasajes aéreos desde y hacia la República Dominicana, lo que redundaría en beneficios para el país, porque más personas viajarían a la isla.
Después de nuestros esfuerzos legislativos encabezando múltiples cartas bipartidistas pidiendo al Departamento de Estado que firme un nuevo acuerdo de aviación de “Cielos Abiertos” entre Estados Unidos y la República Dominicana, estas dos naciones están a punto de firmar dicho acuerdo, lo que reduciría los costos de los pasajes aéreos e incrementaría el turismo y el crecimiento económico en la región.
Un acuerdo de “Cielos Abiertos” permitiría una mayor competencia entre las aerolíneas, lo que generalmente resulta en tarifas más bajas para los consumidores. Con más aerolíneas operando en las mismas rutas, los precios de los boletos aéreos tienden a disminuir, haciendo los viajes más accesibles para todos.
Dada la relevancia que este acuerdo tiene para nuestra comunidad del exterior, creo que la firma del acuerdo de “Cielos Abiertos” debería celebrarse en el Alto Manhattan, en la ciudad de Nueva York, en el corazón de la diáspora dominicana, donde el presidente Luis Abinader se comprometió, en su visita hace tres años, a buscar mecanismos para reducir los costos de los pasajes en beneficio de las familias dominicanas.
Este acuerdo es significativo para el futuro de la República Dominicana y su firma en el Alto Manhattan enviaría el mensaje a la diáspora dominicana de que el Gobierno dominicano cumplirá con su promesa de reducir el costo de los boletos aéreos para que los dominicanos puedan visitar el país con más frecuencia.
La diáspora dominicana lo necesita y lo merece.
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