Terremoto en la sociedad dominicana
¿O Medusa es un gran susto y poco más?
Doce mil páginas van a dar mucho juego. Para unos, se avecina una repetición del caso Odebrecht en el que a pesar de confesiones, pruebas y juicio no hay culpables. Para otros, se avecina el juicio del siglo, en el que apellidos sonoros y altos cargos peledeístas van a pasar por el mal trago, como mínimo será un mal trago, de tener que ir a declarar en juicio público, oral y contradictorio.
Algún filósofo del patio elucubra y poco menos que decreta el fin de la sociedad dominicana como la hemos conocido. Otro más sabio sentencia: “Aquí no va a pasar nada porque siempre se han hecho las cosas así”. Entre unos y otros, los fiebrús que se están leyendo el expediente entero, generosamente distribuido, y los que impacientes acortan horas de lectura buscando nombres con el buscador.
A unos y a otros se les olvida el famoso concepto de la presunción de inocencia, detalle que tampoco parece manejarse con mucho interés en el expediente preparado por la Pepca. Si hay pruebas de descargo, no se han enseñado. Todas son pruebas de cargo y cada vez aparecen más.
Odebrecht, Super Tucanos, Sun Land... son algunos de los casos que hicieron temblar los cimientos. No pasó nada.
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