Temor y falta de sentido común
Las condiciones sanitarias cambiaron
En medio de los preparativos del montaje de la tradicional concentración evangélica La Batalla de la Fe surgieron dos contradicciones que llamaron mucho la atención de diversos sectores y fue una comidilla obligada en las redes sociales.
Resulta que, en pleno incremento de casos de coronavirus, por el contagio de la variante ómicron, el pastor Ezequiel Molina Rosario anunciaba que todo iba viento en popa al tiempo que garantizaba el éxito de la actividad, con todos los protocolos para evitar que los asistentes sean tocados por el COVID-19 y que contaban con la autorización del Ministerio de Salud Pública.
Sin embargo, horas después el propio titular de la institución sanitaria, Daniel Rivera, dijo que la institución no recomendaba ese tipo de aglomeración, debido al “alto riesgo” de contagios. Esto levantó las antenas de los que siempre quieren pescar en río revuelto y enfilaron cañones hacia el ministro criticándole el haber otorgado el permiso o que no lo revocara si la situación sanitaria había cambiado. Del otro lado, el ministerio La Batalla de la Fe no salió ileso y le criticaron mantener la actividad bajo el argumento de que Salud Pública nunca recomendó hacerla y no usaran el sentido común.
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