Llegada de la ómicron prende alarmas

La variante ómicron de la COVID-19 ha llegado a República Dominicana y es de suponer que, en poco tiempo, será la variante predominante, como ha pasado en muchas partes del mundo. 

Lo bueno de esta variante, a pesar de su fácil contagio, es que reporta una versión bastante benigna de la enfermedad, sobre todo en aquellos que están vacunados. Esa realidad ha provocado que especialistas alrededor del mundo se sientan optimistas de que algunos países logren inmunidad de rebaño gracias a la presencia de esta variante. 

Claro, la ómicron también tiene un lado perverso. Dada la ola de contagios que provoca, los hospitales han comenzado a llenarse de personas que no están inoculadas y que al enfermarse requieren de atenciones médicas, lo que pone un estrés innecesario sobre los cuerpos de salud, que están extenuados. En el mundo desarrollado las previsiones tienen que ver con ese tema, el de evitar el colapso del sistema sanitario, además de un componente legal importante, pues si alguien enferma y muere en un contexto laboral, expone a esa empresa a acciones civiles.

En fin, la llegada de la ómicron ha encendido las alarmas, pero tampoco es para desatar la histeria.