Bosch y sus compañeros de exilio
El regreso de Juan Bosch, un discurso de paz en tiempos de odio
“Pongo pie en mi tierra en circunstancias difíciles para los dominicanos”, dijo Bosch al cabo de las escalerillas del avión aquel 20 de octubre de 1961: “Encuentro al llegar, y lo sabía por noticias que tenía en mi ruta, un estado de agitación que no parece sino provenir, como la fruta terrible de una situación prolongada, del miedo que ha estado padeciendo nuestro país, nuestro pueblo, y del odio que se ha sembrado en su corazón.” […] Y concluía: “quiero decir aquí que los dominicanos no podemos vivir como la hiena en la jaula, dándole vueltas al odio.” Un discurso de paz que, naturalmente, era la orientación que anunciaba su futura campaña electoral que terminaría con una victoria arrolladora.
Ese día ponía fin a casi 24 años de exilio. En varias ocasiones Trujillo acusó a su padre de “fraude eléctrico” y “proxenetismo”. Bosch sin embargo fue tildado de “trujillista” e incluso se le atribuyó la consigna “¡borrón y cuenta nueva!” que, se sabe, es de Ramón A. Castillo quien, junto a Miolán y Nicolás Silfa, completaba la avanzada del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que llegó a Ciudad Trujillo ese histórico 5 de julio de 1961.
La campaña de descrédito contra el más importante líder del exilio antitrujillista dominicano no dio tregua durante los convulsos meses de campaña electoral. Ningún exiliado salió en su defensa. Se le llamó también “vende patria” y “comunista”, injurias preferidas del recién ajusticiado dictador dominicano. Y si no fuera suficiente: “¡trujillista!”.
En los albores del PRD, allá por el 1945, sus rivales políticos tampoco daban tregua. Nunca aceptaron sus relaciones políticas en Cuba y le asignaron la misión, según Bosch, de recorrer Centro y Sudamérica en busca del apoyo de líderes políticos e incluso jefes de Estados en contra de Trujillo. Misión que amplió, en vez de debilitarlo, sus relaciones políticas en el Continente hispánico. De ese tour regional nació la fracasada expedición de Cayo Confites, como escribe, entre otros ensayos, en “Cayo Confites y la lucha contra Trujillo” (Cfr., Obras completas, t. IX).
Cuando el liderazgo parece invulnerable se recurre a la calumnia. La rivalidad rompe los límites de la política y pasa a lo personal. El adversario no tiene límites.
Poco después de su llegada en 1961 hizo acuerdos de alianza con los exiliados Miguel A. Ramírez Alcántara y Horacio J. Ornes Coiscou presidentes respectivamente del Partido Nacionalista Revolucionario Dominicano (PNRD) y Vanguardia Revolucionaria Dominicana (VRD). Jimenes-Grullón figuraba entre los dirigentes del PRD que, en 1945, insistían en que Bosch hiciera ese tour regional para sacarle de Cuba y debilitar su liderazgo.
El Movimiento de Liberación Dominicana (MLD), promotor y organizador de la expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo en 1959 tenía muy fresca la negativa de Bosch a comprometer al PRD con esa expedición armada. El MLD y la agrupación 14 de Junio (1J4), fueron hostiles a Bosch y al PRD en 1961. El PRND de Ramírez Alcántara fue, después del PRD y la Unión Cívica Nacional (UCN), el partido más favorecido en los comicios de diciembre de 1962. Ramírez Alcántara ganó la senaduría de San Juan, su provincia natal.
El 59% de los sufragios de Juan Bosch no fue óbice para que exiliados que, además de “creer” en la democracia y terciar en los comicios de 1962, como Jimenes-Grullón, Ornes Coiscou y el senador Ramírez Alcántara figuren, con su firma, entre los que derrocaron el gobierno de Bosch en septiembre de 1963.
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