Envío de fuerza de intervención internacional en Haití genera escepticismo
Pero la idea del envío de una nueva fuerza extranjera no es unánime, ni dentro de la población haitiana ni dentro del Consejo de Seguridad
Enviar una fuerza internacional a Haití podría aliviar temporalmente a la población oprimida por las pandillas, pero sin una solución política una nueva misión extranjera tiene pocas posibilidades de sacar al país del caos, advierten expertos.
Desde mediados de septiembre, las bandas criminales bloquean el acceso a la principal terminal petrolera, paralizando el país, ya que carece de combustible para la distribución de agua potable, el abastecimiento de hospitales y otras actividades diarias esenciales.
Ante este caos, un nuevo episodio de una crisis crónica política, humanitaria y de seguridad a la que se suma la reaparición del cólera, el primer ministro Ariel Henry lanzó un SOS a la comunidad internacional.
Se trató de un llamado transmitido por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien pidió al Consejo de Seguridad que considere enviar una fuerza armada internacional para poner fin a esta "pesadilla".
Pero la idea del envío de una nueva fuerza extranjera no es unánime, ni dentro de la población haitiana ni dentro del Consejo de Seguridad.
"Mientras el gobierno carezca de legitimidad y sea incapaz de gobernar, ¿el envío de una fuerza de acción tan rápida tendrá el apoyo de los distintos partidos en Haití o enfrentará resistencia o incluso provocará enfrentamientos violentos con la población?", lanzó recientemente el embajador chino adjunto ante la ONU, Geng Shuang.
Los haitianos ya han visto pasar tropas estadounidenses, francesas o canadienses para estabilizar su país, y misiones de la ONU, una de las cuales llevó el cólera, provocando una epidemia que mató a más de 10,000 personas.
"La comunidad internacional ha estado haciendo lo mismo durante 25 años y no ha dado resultados", comentó Gilles Rivard, exembajador de Canadá en Haití, argumentando que los haitianos tienen "derecho a estar amargados".
Algunos todavía esperan que el envío de tropas evite lo peor, al menos a corto plazo.
"Una fuerza internacional brindaría ayuda inmediata a los haitianos", estimó Renata Segura, especialista en el Caribe del International Crisis Group.
Esa ayuda podría "recuperar el control de los depósitos de petróleo", restaurar el acceso al agua potable crucial para combatir el cólera y reabrir las carreteras bloqueadas por las pandillas, que impiden "el paso de la ayuda humanitaria y los bienes de primera necesidad", resumió.
"Va a ser complicado" -
Pero a medida que miles de haitianos tomaron las calles para oponerse a la intervención extranjera y al gobierno, esa fuerza podría "volverse fuente de más divisiones", advierte Segura, temiendo que tal despliegue pueda ser percibido como un apoyo al controvertido primer ministro.
Designado dos días antes del asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021 -y entonces aún sin ocupar el cargo-, Henry se ha aferrado al poder desde entonces a pesar del cuestionamiento de su legitimidad por parte de la sociedad civil y la oposición política.
"El país es ingobernable" y "los haitianos son incapaces de entregar una hoja de ruta que conduzca a elecciones", lamenta Rivard, quien ve en esa hoja de ruta un requisito previo fundamental para el envío de una fuerza internacional eficaz.
"Debemos presionar al gobierno haitiano para que llegue a un compromiso con los otros partidos políticos y la sociedad civil", señala Robert Fatton, de la Universidad de Virginia.
Una misión internacional ciertamente podría "dar un respiro" a una población que necesita "comer, seguir con sus asuntos sin el temor continuo de ser asesinado por pandillas o por la policía", agrega.
Pero "sin acuerdo político, sin compromiso, después de uno o dos años, será la misma catástrofe", teme el investigador, que sugiere en cambio una fuerza internacional que acompañe a un "gobierno de transición" hacia las elecciones.
En un contexto geopolítico internacional monopolizado por la guerra de Ucrania, "¿quién podría liderar una misión así?", se pregunta Rivard, dudando de que se lleve a cabo.
Todos los ojos están puestos en Estados Unidos, que está redactando junto con México la resolución sobre esta fuerza "fuera de la ONU".
Es una "prioridad urgente", comentó el lunes el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, juzgando como "insostenible" el "statu quo" de seguridad y salud en la isla caribeña.
Sin embargo, es difícil que Joe Biden envíe tropas a Haití antes de las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre, opina Robert Fatton. Y ningún otro país parece entusiasmado en hacerlo.
"Va a ser complicado", subraya Fatton.
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