Rusia culpa a sanciones de Occidente por crisis alimentaria

Ucrania es uno de los principales exportadores mundiales de trigo, maíz y aceite de girasol, pero la guerra impiden que la mayor parte de esos productos salgan del país

Edificios dañados por los ataques rusos en Irpin, en las afueras de Kiev, Ucrania, el jueves 26 de mayo de 2022. (AP Foto/Natacha Pisarenko)

Moscú presionó el jueves a Occidente para que retire las sanciones impuestas a Rusia debido a la guerra en Ucrania, en un intento de desviar la culpa de una creciente crisis alimentaria que se ha visto agravada por la imposibilidad de Kiev de enviar millones de toneladas de cereales y otros productos agrícolas a causa del conflicto.

Gran Bretaña respondió inmediatamente que Moscú “trata de tomar al mundo como rehén” e insistió en que no se mitigarían las sanciones, y un diplomático estadounidense de alto nivel criticó la “barbarie, crueldad sádica y falta de legalidad” de la invasión.

El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró al primer ministro italiano, Mario Draghi, que Moscú “está dispuesto a realizar una importante contribución para superar la crisis alimentaria mediante la exportación de cereales y fertilizantes, con la condición de que se retiren las restricciones impuestas por Occidente por motivos políticos”, según la versión del Kremlin de la llamada.

Ucrania es uno de los principales exportadores mundiales de trigo, maíz y aceite de girasol, pero la guerra y el bloqueo ruso de los puertos impiden que la mayor parte de esos productos salgan del país, lo que pone en peligro la provisión mundial de alimentos. Muchos de esos puertos han sido fuertemente minados.

Rusia también es un exportador importante de cereales, y el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Occidente “debe cancelar las decisiones ilegales que impiden fletar barcos y exportar granos”. Sus declaraciones parecieron un intento de mezclar el bloqueo de las exportaciones ucranianas con lo que, según Rusia, son las dificultades para mover sus propias mercancías.

Funcionarios occidentales han rechazado esas acusaciones rusas. El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken dijo la semana pasada que los alimentos, los fertilizantes y las semillas están exentos de las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países, y que Washington se esfuerza en asegurarse de que los países sepan que no se debe impedir el flujo de los alimentos.

Ahora que la guerra entra en su cuarto mes, los dirigentes mundiales alzaron la voz para que se busquen soluciones.

La directora general de la Organización Mundial de Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, dijo que hay 25 millones de toneladas de grano ucraniano almacenadas y que se cosecharán otros 25 millones de toneladas el mes próximo.

Los países europeos han tratado de paliar la crisis mediante la salida de los granos en tren, pero este medio de trasporte sólo puede cargar una pequeña fracción de la producción ucraniana y se necesitan buques para realizar la mayor parte de las exportaciones.

Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa ruso propuso abrir un corredor para que los buques extranjeros puedan salir de los puertos del Mar Negro y otro para salir del puerto de Mariúpol en el Mar de Azov.

Mikhail Mizintsev, director del Centro de Control de la Defensa Nacional ruso, dijo que hay 70 buques de 16 países en Odesa, Jersón, Mykolaiv y otros puertos del Mar Negro, pero no dijo cuántos podrían estar listos para transportar alimentos.

El canciller ucraniano Dmytro Kuleba dijo que su país estaba de acuerdo en principio, pero que no estaba seguro de que podía confiar en que Rusia permita el libre tránsito y no envíe navíos militares para atacar Odesa.

La secretaria británica de Exteriores, Liz Truss, dijo que Putin está “tratando de pedir un rescate al mundo” al exigir que se levanten las sanciones para permitir la reanudación de las exportaciones de grano desde Ucrania.

“Básicamente, ha convertido en arma el hambre y la falta de alimentos entre los más pobres del mundo”, afirmó Truss durante una visita a Sarajevo. "Lo que no puede haber es un levantamiento de las sanciones, un aplacamiento, que haga a Putin más fuerte en el largo plazo”.

Putin aseguró que aislar a Rusia “es imposible, y completamente irreal, en el mundo moderno”. En su intervención por video ante los miembros del Foro Económico Euroasiático, integrado por varias antiguas naciones soviéticas, dijo que quienes lo intenten “se perjudicarán a sí mismos en primer lugar”, y señaló como ejemplo la ruptura de las cadenas de suministro de alimentos.

El embajador de Estados Unidos ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Michael Carpenter, instó a sus miembros a facilitar a Ucrania lo que necesita para defenderse de los “delirios revanchistas” de Putin.

Si Rusia tiene ”éxito” en Ucrania, “habría más denuncias horribles de los campos de filtración, más desplazados forzados, más ejecuciones sumarias, más torturas, más violaciones y más saqueos”, aseguró Carpenter en Viena.

Las fuerzas rusas siguieron presionando su ofensiva en varias partes de la región oriental de Donbás, según el ejército ucraniano. Esa región industrial es ahora el foco de los combates después de que Rusia sufriera una serie de reveses y pasara a tener objetivos más acotados.

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