La era digital de la información, desinformación y opinión
Las nuevas tecnologías han derrumbado las barreras del acceso a la información y la comunicación, pero han creado nuevos retos
Escucha nuestro podcast
en diariolibre.com
El avance y desarrollo de nuevas tecnologías permitió a la humanidad sobrepasar diversas fronteras, entre ellas la barrera que existía para el acceso de la información y el alcance de las comunicaciones entre comunidades; pero al igual que han traído beneficios, también han creado nuevos retos que ponen en riesgo a las sociedades.
Antes de la invención de los servicios de telecomunicaciones, la comunicación entre sociedades en ocasiones era imposible, y en otras el tiempo de envío y respuesta era demasiado largo. Pero con cada nuevo avance de las tecnologías de la información y la comunicación estos problemas fueron desapareciendo.
Desde el telégrafo de Joseph Henry, el código Morse por Samuel Morse, el teléfono de Alexander Graham Bell, los avances de Marconi, la radio, la televisión, entre otros, hasta llegar a los avances de finales del siglo XX y del siglo XXI.
La reciente era digital se ha caracterizado por la masificación del internet como herramienta para conectar a los ciudadanos del mundo sin restricciones y a una velocidad instantánea.
Gracias a la proliferación del internet, el desarrollo de computadores, portátiles, teléfonos inteligentes y de plataformas digitales, la información que en inicios estaba a la disposición de unos pocos, ahora está al alcance de miles de millones de personas. Esta característica ha servido para que bautizaran los tiempos actuales como la “era de la información”.
Sin embargo, al igual que los ciudadanos del mundo han accedido a herramientas que les permiten consumir información, también le han dado la opción y poder para que sus ideas sean escuchadas y leídas por millones. Un tweet, un video en Instagram, un artículo en un portal web son excelentes ejemplos del alcance que tiene la comunicación en pleno 2021.
De cierta manera, la web y las plataformas sociales han democratizado la distribución de información, que antes solo estaba en manos de grupos empresariales. En la actual “era de la información” cualquiera puede comunicar y tener un alcance sin fronteras.
Pero con estos avances tecnológicos y la eliminación de barreras para la comunicación global, también surgió un nuevo enemigo, la desinformación. De igual forma que la humanidad tiene acceso a la mayor cantidad de información en su historia, así también tienen acceso al mayor número de informaciones falsas.
Se podría debatir sobre la razón del incremento de noticias e informaciones falsas, pero el punto clave detrás de estas, es que son creadas y distribuidas por la misma humanidad que creó los mecanismos para eliminar las fronteras en los procesos de comunicación.
La desinformación y distribución de noticias falsas se han convertido en uno de los principales problemas para los medios de comunicación tradicionales y para las mismas plataformas sociales.
Mark Zuckerberg (Facebook) y Jack Dorsey (Twitter) han incrementado los esfuerzos y recursos para batallar contra este mal en cada una de sus empresas.
Por otro lado, las nuevas plataformas y tecnologías han permitido no solo la repartición de información noticiosa, sino que le ha dado a cada usuario el poder para que su opinión e ideas sean escuchadas sin fronteras ni restricciones, lo que llevó a convertir a aquellas mismas plataformas sociales donde se distribuía información, en repositorios de opiniones, y en un campo minado de ideas, desinformación e insultos.
La maravilla de la web es que es descentralizada, y aunque algunas naciones pueden y han tomado acciones para restringir la libertad de la que gozan los usuarios, este espacio digital es el mejor ejemplo de aquello a lo que la humanidad ha llamado libertad de expresión.
Los problemas de desinformación y el posicionamiento de ideas personales que buscan hacer daño, cancelar al prójimo y no respetar los mismos derechos que le permiten emitir su opinión, se han convertido en una pandemia, en la que la vacuna no es más que el entendimiento entre todos.
A pesar de que se han debatido algunas ideas de cómo darle solución a cada uno de estos temas, la realidad es que coartar la libertad de expresión es una idea absurda y rompería los avances y la naturaleza comunicativa del ser humano.
Los usuarios de estas plataformas tienen el derecho a expresar sus ideas libremente, pero también tienen el derecho a elegir qué contenido consumir, a quién leer, qué videos y fotos ver. Tal como lo expresa Álvaro Nadal, ingeniero en telecomunicaciones, “el derecho a la libertad de expresión no nos confiere el derecho a ser escuchados”.
La época en la que vivimos las barreras de la información y la comunicación son inexistentes, en la que la libertad de expresión nunca debe de ser lacerada, y en la que debemos por igual ejercer nuestro derecho a elegir el contenido que sí queremos consumir; especialmente uno que nos haga crecer como personas y que nos haga mejores humanos.
Les dejo con una frase del antiguo director de este diario, Adriano Miguel Tejada, que reza “prefiero la libertad de expresión con todo y su libertinaje, al silencio sepulcral de las dictaduras. Prefiero aguantar a un necio, que escuchar todo el día la cantaleta del dictador. Prefiero a un diputado que puede expresar todos los disparates que quiera, a un país sin palabra”.
Consejo de transición de Haití promete que el Estado pronto recuperará el control del país
Onamet advierte temperaturas estarán "bastante calurosas" este sábado en República Dominicana
Entre llantos y globos blancos, sepultan a niños asesinados por su padrastro en EE.UU.
Autoridades coordinan acciones para detener ejercicio ilegal de la medicina veterinaria en el país
San Diego es actualmente el corredor más transitado para los cruces fronterizos irregulares