Superintendente de Valores destaca sector brinda rendimientos más competitivos

Durante su intervención en la Semana Dominicana 2024, celebrada en la ciudad de Nueva York, el superintendente del Mercado de Valores de la República Dominicana, Ernesto Bournigal Read, destacó la fortaleza económica del país y las ventajas que ofrece el mercado de capitales como una herramienta esencial para financiar sectores estratégicos de la economía nacional.

En su presentación titulada: “Oportunidades de inversión y crecimiento en la República Dominicana”, Bournigal destacó que la economía dominicana se encuentra en un contexto macroeconómico privilegiado, con un crecimiento proyectado que duplica al de sus pares regionales, mientras que el riesgo país se mantiene en niveles mínimos.

Este entorno favorable, afirmó, posiciona a la República Dominicana como un destino atractivo para la inversión extranjera.

“El mercado de valores ofrece la oportunidad de financiar sectores claves de la economía nacional, al mismo tiempo que brinda al inversionista rendimientos más competitivos que los instrumentos tradicionales”, puntualizó. 

 La agenda culminó con la participación de Igor Rodríguez, director del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) y el Steven Puig, presidente del Comité Relaciones Bilaterales de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (Amchamdr). 

La Semana Dominicana concluyó con un cóctel de networking, donde se abordaron temas de colaboración internacional y nuevas oportunidades de crecimiento económico para el país.

Panoramica 

• El mercado dominicano tiene aproximadamente 180,000 cuentas: 30,000 aproximadamente son generados por los fondos de inversión y 150,000 a través de los puestos de bolsa, que son cuentas de corretaje. 

El mercado de valores es crucial para el financiamiento en países desarrollados, permitiendo al sector privado y al Estado obtener fondos de manera efectiva.

Ofrece plazos más largos y flexibles en comparación con otros métodos de financiamiento, permitiendo pagos de intereses periódicos y el reembolso del capital al final del plazo. Esto es especialmente beneficioso para negocios privados, adaptándose mejor a sus flujos de efectivo, con plazos que pueden extenderse hasta 30 años, promediando entre 10 y 20 años.