Moderación inesperada

Los gobiernos catalogados como de izquierda son comúnmente asociados con mayores gastos públicos. Debido a que en su agenda suelen ocupar un lugar destacado los programas sociales, que por su propia naturaleza no generan ingresos suficientes para sustentarlos, esos gobiernos tienden a asumir roles que las opiniones políticas conservadoras consideran deben corresponder al sector privado.

Desde ese punto de vista, la recesión del 2008 constituyó una magnífica justificación para las políticas de gastos públicos. Los otrora recatados organismos financieros internacionales variaron sus doctrinas para adaptarse a la conducta de las naciones industrializadas, que son quienes los dirigen y controlan, y exhortaron a los países en vías de desarrollo a incurrir en déficits fiscales a fin de crear demanda para las exportaciones de esas naciones. Pero superada esa crisis, y cuando esos organismos comenzaban a retornar a sus postulados anteriores, surgió la pandemia. De nuevo los gastos públicos volvieron a ser beatificados, esta vez para cubrir las necesidades médicas, y para ayudar a empresas y familias duramente golpeadas por el colapso de las actividades económicas.

Para sorpresa de quienes vinculan la izquierda política con los gastos públicos, un gobierno considerado de izquierda no se ha sumado al tren de los mayores gastos. En un trabajo publicado por el Instituto Mises, entidad poco inclinada a las injerencias estatales, Dustin Leenhouts pondera la actuación del presidente mexicano López Obrador, quien ha resistido las presiones y expresado que las medidas contracíclicas sólo sirven para incrementar la desigualdad y estimular la corrupción. A ello contribuye su aversión al endeudamiento, un poco al estilo de Balaguer, lo que lo llevó a financiar su programa de emergencia con recortes y transferencias de otras partidas de gastos.

Eso no significa, lógicamente, que México podrá escapar de que su déficit fiscal más que se duplique este año.

Doctor en Economía de Columbia University especializado en empresas, mercados, pronósticos y riesgo.