Los cristianos de Irak deben rezar y ayunar para compensar el "insulto" de la ceremonia de los JJ OO
Se refiere al uso de "drag queens", en una escena que recordaba a la última cena de Jesús con los apóstoles
El arzobispo siriaco católico de Mosul, en Irak, instó este lunes a los cristianos de esa ciudad a orar y ayunar para que "Dios perdone" el "gran insulto" que supuso, según él, la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París.
Una de las escenas de la ceremonia de inauguración, celebrada el viernes, que provocó una fuerte polémica representaba a un grupo sentado a la mesa, incluyendo a varias "drag queens", que recordaba a la última cena, la última comida de Jesús con los apóstoles.
Sin embargo, el director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, negó al día siguiente haberse "inspirado" en la última cena al diseñar esa secuencia.
"No tenemos nada que ofrecer más que la oración y el ayuno para que Dios perdone ese gran insulto", afirmó a AFP Yunan Hano, arzobispo siriaco católico de Mosul.
"Nos sentimos conmocionados, siendo Francia un país de laicidad y de humanidad, un país que respeta a todas las nacionalidades y todas las religiones, por que un comportamiento así, que ofende a los símbolos religiosos, venga de ese país", añadió.
La víspera de ese llamado, la Iglesia católica caldea de Irak también manifestó su disgusto en un comunicado, en el que mencionaba que su patriarca, el cardenal Louis Raphaël Sako, principal dirigente cristiano de Irak, "está al lado de la Iglesia de Francia".
"Lo que ocurrió durante la ceremonia [...] es vergonzoso", pues atentó contra "la fe y los sentimientos [...] de los cristianos del mundo", apuntó.
"Los principios de los Juegos Olímpicos buscan reunir aunar a la gente en el amor, el respeto y la cooperación, y no en la herida y la división", añadió.
La Conferencia episcopal de Francia también lamentó el sábado unas "escenas de mofa del cristianismo".
Mientras que en 2003 la comunidad cristiana de Irak tenía más de 1,5 millones de fieles, en la actualidad solo tiene unos 400.000, pues muchos huyeron de los conflictos y la violencia que azotaron al país en las últimas décadas.
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