Más de US$1,000 millones en los rosters de la Lidom

La boleta más cara para ver un juego del actual torneo otoño-invernal cuesta US$25,3 (RD$1,450, el palco corporativo del Escogido), pero tanto en el Quisqueya como en los otros cuatro estadios hay disponibilidad hasta de US$1,75 (RD$100 en bleachers).

Sin embargo, hay talento en el terreno o en roster presto a debutar por el cual en Grandes Ligas se ha desembolsado fortunas en las últimas dos décadas. Más allá del insaciable deseo de ganar hoy sí y mañana también, el campeonato de este año ofrece entre su atractivo agregar al arsenal histórico del fanático poder decir, “a ese lo vi jugar”.

Entre 10 jugadores ya inscritos en los rosters de 50 hombres los equipos del Big Show, de los cuales ya ocho han jugado, se ha pagado US$1,061,237,706, más dinero que lo que han costado cualquiera de las líneas del Metro de Santo Domingo.

No se lo han regalado, han justificado hasta el mínimo centavo. El grupo totaliza tres premios al Jugador Más Valioso, 30 apariciones en el Juego de Estrellas, seis anillos de Serie Mundial, 34 lideratos individuales (entre ellos dos de bateo, dos de cuadrangulares y uno de rescates), 13 Bates de Plata, 5 Guantes de Oro y tres al Novato del Año

El miércoles en el Tetelo Vargas, los fanáticos que abarrotaron el parque pagando entre RD$100 y RD$900 para ver el Licey vs Estrellas que marcaba el debut en el torneo de Robinson Canó asistieron a un partido donde entre este intermedista y Hanley Ramírez han cobrado US$363,706,128 en los últimos 15 años.

Una cifra que pudo ser US$36 millones más alta si Canó no hubiese fallado a dos pruebas de dopaje, por la que, además de ese dinero dejado de cobrar, ha purgado 243 partidos y comprometido su nicho en el Salón de la Fama. Entre 2022 y 2023 todavía tiene pendiente devengar US$48 millones.

Ramírez, que llegó al Gran Circo con Canó en 2005, recibió depósitos en sus cuentas hasta 2019 por valor de US$159,268,000 entre Medias Rojas, Marlins, Dodgers e Indios.

Ese mismo día en el Quisqueya, el Escogido puso en el terreno a Albert Pujols y a Fernando Rodney. El primero será inmortal tan pronto cumpla cinco años fuera de la MLB y el segundo comenzó una carrera de cerrador a los 32 años y totalizó 327 rescates.

Pujols, con una hoja que lo pone en la conversación de los más grandes bateadores de la historia, nunca pudo jugar en sus años de gloria en una carrera que le pagó US$339,210,741, una cifra a la que el COVID-19 evitó que fuera US$20 millones menor. Nunca la liga de casi 70 años tuvo en uniforme una figura con tanta grandeza.

En tanto que Rodney devengó US$49,5 millones en una carrera donde incrustó su nombre en el archivo de los seguidores con esas siete entradas que rozaron la perfección para cerrar los partidos del equipo dominicano campeón del Clásico 2013.

Con los rojos también lanza Pedro Strop, un relevista que ya ha visto girar hacia sus cuentas US$29,1 millones.

Las Águilas tiene en sus filas a Melky Cabrera, también de la promoción de 2005, que cobró US$72,7 millones. Las cuyayas también cuentan en el plantel con Juan Lagares (US$26,3 MM), Neftalí Feliz (US$21,2 MM) y ya anunciaron la integración de Carlos “Tsunami” Martínez, que se ha embolsillado US$46,9 MM, aunque acaban de írsele de las manos otros US$35 MM que podía cobrar entre 2022 y 2023.

El Licey ha anunciado la llegada de Ervin Santana, quien viene de alcanzar su victoria 150 la pasada campaña en la MLB, un derecho sancristobalense que ha devengado US$112,395,000.

En las Estrellas aseguran que Miguel Ángel Sanó (US$22,7 MM ganado y otros US$24 MM garantizados) jugará este año con el regreso de Fernando Tatis padre a la dirección del equipo.