Los fanáticos de mala gana entregan un recuerdo del dominicano Oneil Cruz

El bate de Oneil Cruz se le escapó de las manos y salió volando hacia las gradas después de que el novato de los Piratas de Pittsburgh se ponchó en el tercer inning el viernes por la noche contra Filadelfia.

Fue entonces cuando las cosas se pusieron pegajosas.

La madera aterrizó en el regazo de Jen Mehall detrás del dugout de los Filis. Mehall, fanática de los Piratas, estaba encantada de recibir el recuerdo, especialmente después de que le abofeteó la pierna y el labio. Sin embargo, una entrada más tarde, un funcionario de los Piratas vino a solicitar que le devolvieran el bate y ofreció otro en un canje.

Mehall y su amiga, Kathie Koller, que estaban en la ciudad desde Reading para celebrar el cumpleaños de Koller, no querían renunciar a su raro recuerdo.

“Queríamos conservarlo, pero la seguridad dijo que no podíamos”, dijo Mehall, originario del oeste de Pensilvania.

Los fanáticos en las secciones alrededor de las dos mujeres abuchearon ruidosamente.

Aunque estaban decepcionados, Mehall y Koller tuvieron la suerte de sentarse frente al ex jugador de cuadro de los Filis y embajador del equipo, Mickey Morandini. Les consiguió a las mujeres un bate con la firma del toletero estrella de los Filis, Bryce Harper.

Fue un buen gesto por parte de Morandini, aunque las mujeres parecían realmente molestas por no poder aferrarse al bate que atraparon.