Cáncer: metástasis de una población enferma

La debilidad de una política preventiva dispara los costos económicos y sociales de la enfermedad

“Es una deuda social muy grande la que existe”. Con aire de reclamo, el doctor José Ramírez, director del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavarez (Incart), habla de la falta de políticas de atención al problema del cáncer en República Dominicana.

No vacila para afirmar que en el país “no hay prevención, no, no hay”. Y prosigue: “En octubre solamente es que se comienzan a hacer dos o tres reportajes y se piensa que eso es prevención, pero eso no es prevención, aquí no se está trabajando eso”.

Además de las publicaciones sobre el tema y actividades sociales de concienciación, en este mes es frecuente que algunas instituciones coloquen luces rosadas como parte de la campaña de sensibilización sobre el cáncer de mama, en ocasión de celebrarse este 19 de octubre el Día Mundial contra el Cáncer de Mama.

Unas de las primeras en iluminar su entorno fue el Palacio Nacional, durante un acto, el pasado día 8, encabezado por la directora de Comunicaciones de la presidencia, Milagros Germán, quien es sobreviviente de cáncer.

“Con la iluminación de este Palacio Nacional queremos iluminar las conciencias de tantos y tantas dominicanos y dominicanas para que estemos atentos a las señales que nos da el cuerpo para detectar la enfermedad a tiempo”, declaró en esa ocasión.

El doctor Ramírez, recién nombrado en el cargo de director del Incart, reconoce que trabajar en prevención resulta costoso y que hasta ahora, ningún gobierno ha prestado la atención ni invertido los recursos que demanda una problemática de salud con la repercusión social y de la magnitud del cáncer.

Tampoco se ha estimado el impacto económico en la población y para el Estado de tener un alto porcentaje de la población enferma por algún tipo de cáncer, considerado una de las principales causas de muerte en el mundo.

Se estima que en República Dominicana murieron 10,896 personas por algún tipo de cáncer según los datos que registra al 2018 el Observatorio Global del Cáncer de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, una entidad de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A nivel mundial, las muertes por esta enfermedad se calculan en 9.5 millones, y los casos nuevos en 18.1 millones, según las proyecciones que realiza Globocan.

La pérdida de personas, el costo que implica para las familias el tratamiento, el tiempo que se destina en consultas y terapias y la falta de productividad implican un alto costo para los Estados, pero puede contrarrestarse muchas veces con políticas efectivas de prevención del cáncer.

“Para pagar todos los costes derivados del cáncer en España (gastos médicos, tratamientos, indirectos, pérdida de productividad...) sería necesario todo el presupuesto de la Comunidad de Madrid. La enfermedad cuesta alrededor de 19,300 millones de euros al año al Estado (55 %) y a las familias que lo padecen (45 %)”. Con esa información inicia un artículo del periódico El País, basado en el estudio “Impacto económico y social del cáncer en España” que realizó la consultora Oliver Wyman para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) publicado en febrero de este año.

El estudio plantea que esos gastos podrían reducirse en 9,000 millones de euros si se llevara un estilo de vida saludable y con una detección precoz. Para su afirmación el AECC hace sus cálculos basado en datos de la Organización Mundial de la Salud que indican que entre el 30 % el 50 % de los tumores son prevenibles. “Solo eliminando el tabaco, el mayor causante de cánceres, se podrían eliminar de un plumazo el 30 % (con un ahorro de 5,700 millones). El alcohol es responsable del 7 % (1,300 millones) y la obesidad, del 4 % (770 millones)”. En total, se estima que las medidas de prevención podrían evitar unas 55,000 muertes al año.

En 2014, el World Cancer Report 2014, de la Agencia Internacional para Investigaciones de Cáncer y la OMS, calculó que el costo económico anual del cáncer es US$1.16 billones, que para entonces era más de 2 % del total del producto interno bruto mundial.

Esta cifra es la suma de costos de prevención y tratamiento, más el valor económico anual de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD), una medida que combina años de vidas perdidas por mortalidad prematura y años de vida saludable perdidos debido a discapacidad como resultado del cáncer.

Para estimar el valor de la productividad perdida debido a la muerte prematura y discapacidad se toma en cuenta 17 categorías de cáncer, calculando en unos 921 mil millones de dólares el costo de la enfermedad para 2010.

Mientras que, basados en el informe anual de cáncer a nivel global, se estimó el costo económico del tratamiento de casos nuevos (incidentes) de cáncer en unos 310, 000 millones de dólares, también para 2010.

“De esto, el 53 % (US$163 mil millones) es debido a los costos médicos, y el 23 % a el tiempo de los cuidadores y el costo de transporte a las instalaciones de tratamiento. El 24 % restante se atribuye a pérdidas de productividad de tiempo en tratamiento y discapacidad asociada, pero ya que esta porción también está cubierta en la estimación de AVAD, no se incluyó en la suma”.

El monto de los 1.6 billones de dólares puede duplicarse si se considera el método de cálculo de las estimaciones de valor de un enfoque estadístico de vida (VSL). Dicha metodología incluye la variedad de costos en los que incurre pacientes y sus familias, y el valor de los individuos que se colocan en la pérdida de ingresos, gastos de bolsillo en salud, y dolor y sufrimiento. “Basado en el estudio de VSL, al 2010 el costo total estimado del cáncer es de 2.5 billones de dólares. De esto, cerca de 1.7 billones de dólares se atribuyen a los países de ingresos altos y el resto 800,000 millones a para países de ingresos bajos y medianos”.

El World Cancer Report 2014 plantea, sin embargo, que esa carga económica podría evitarse mediante prevención, detección temprana y tratamiento. “Calcular la proporción de años de salud y vida productiva que podría salvarse y su valor tanto para la economía como para el individuo es la clave para estimar el beneficio económico de invertir en atención y control del cáncer”, señala.

Sin datos específicos en RD

El doctor Ramírez, que antes de dirigir el Incart se desempeñó como director del Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter, habla de lo difícil de hacer estimaciones de costos en República Dominicana cuando ni siquiera existe un registro exacto del total de la población que padece este tipo de enfermedad.

Apenas el año pasado, el Ministerio de Salud Pública inauguró el Registro Nacional de Cáncer que, si bien ya está en funcionamiento, todavía no dispone de data disponible. Las informaciones que existen al respecto están segregadas por entidades.

Los indicadores estadísticos 2017-2018 que publica el Incart reportan 1,376 casos registrados en ese centro al 2016, pero reflejan una mínima parte de lo que ocurre en el país. Ese mismo año, se reportaron 2,601 en el Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter y 820 en el Instituto Oncológico Regional del Cibao, para un total 4,797 casos nuevos en los tres centros.

Para 2017, el Heriberto Pieter reportó 2,581 casos nuevos de cáncer, y en 2018 diagnosticó otros 2,270 casos, de ellos, 669 fueron cáncer de mama, igual al 29 % del total. El de mamá es el tipo de cáncer más frecuente en las mujeres, mientras que, en los hombres, el más frecuente es el de próstata.

En el caso específico del Incart, entre enero y diciembre de 2019 registró un total de 103,384 consultas externas y 291,711 pruebas de laboratorio.

“Se estima que en los últimos 25 años el cáncer se ha incrementado de manera progresiva, con la secuela de problemas que esto representa. Un problema muy grave es que no se desarrollan programas preventivos que mitiguen su propagación”, plantea Alba Reyes, coordinadora de la Alianza por el Derecho a la Salud (Adesa).

Cuestiona que el sistema de salud nacional sea clínico y médico céntrico y que se ignore la atención primaria, limitando las oportunidades de acceso a los servicios, sobre todo, de quienes no cuentan con seguro médico.

En el caso de las enfermedades de alto costo como el cáncer, la situación es más grave, dice, pues esos pacientes, cuando agotan la cobertura del Seguro Familiar de Salud (SFS) se ven obligados a ir a hospitales públicos no especializados, debido a la falta de dinero.

“El cáncer está considerado una enfermedad de alto costo que lacera profundamente la economía familiar, el servicio público de salud y el Seguro Familiar de Salud en el caso de las personas afiliadas a la seguridad social”, sostiene.

Cita cálculos que estiman entre un millón hasta 4.5 millones de pesos los servicios que demanda un cáncer avanzado y repara en las cifras que indican que en el país unas 5,200 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama, y que el 70 % llegan al servicio con condiciones en etapa avanzada.

“En el caso del cáncer uterino-cervical se diagnostican unos 1,500 casos nuevos cada año y, según los expertos, el 99 % de esos casos están vinculados con infecciones de genitales asociadas al virus del papiloma humano, lo que nos dice que con programas preventivos eficaces de salud sexual y reproductiva se pueden evitar”.

Alba Reyes entiende que lo ideal sería, tal como se ha recomendado a nivel nacional e internacional, que “las evaluaciones médicas preventivas formen parte de la cobertura del Plan de Servicios de Salud”.

Sin presupuesto no hay prevención

Hasta la fecha, en el país no hay una política nacional de prevención de cáncer y, a decir del doctor Ramírez, se debe a que desarrollarla y aplicarla implica una partida significativa en el presupuesto del Estado que ningún gobierno se ha ocupado de destinar.

Incluso, ahora que, desde el pasado 16 de agosto existe un nuevo gobierno que ha mostrado interés en el tema salud, duda de que se destinen mayores recursos a trabajar prevención de cáncer, dado que la prioridad actual es la pandemia del COVID-19 que afecta al mundo, y que en país ha provocado más de 2,000 muertes.

En el caso específico del Incart, el presupuesto de este año es de 941.7 millones, unos 41 millones por encima de los RD$900.6 millones de 2019.

Para este 2020, el ministerio de Salud Pública manejó un presupuesto para gastos corrientes de 78,897 millones de pesos. De ese monto, RD$577.1 millones de pesos fueron destinados a organizaciones no gubernamentales (ONG) en el área de la Salud.

Unas diez ONG se identifican con el tema cáncer y, entre todas, reciben unos 32 millones de pesos, una partida que incluye 21 millones de pesos para el Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter.

Es periodista en Diario Libre.

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