Rapto de comandante de la cárcel del 15 de Azua termina con muerte de recluso
El comandante resultó herido, pero se encuentra estable
El Ministerio Público está a cargo de las investigaciones
El recluso que mantuvo de rehén al comandante de la cárcel del 15 de Azua, Ricardo Bidó, y a un agente penitenciario en horas de la tarde de ayer murió abatido, de acuerdo a reportes oficiales.
Inicialmente se desconocía la forma exacta en que había fallecido, pero la Policía Nacional confirmó posteriormente que fue baleado.
El coronel Bidó, a quien tenía cautivo, fue sacado herido por miembros de la Policía Nacional (PN).
El recluso muerto fue identificado como Maikol Deiby Ramírez, alias “Yembrón”, de 38 años de edad.
El vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira, informó que el privado de libertad tenía “encañonado” al comandante de la penitenciaria.
Indicó que el apodado “Yembrón” también tenía retenido al agente Francisco Alberto Montilla Díaz, quien fue rescatado ileso.
Señaló que el recluso poseía un arma de fuego y se encontraba condenado por varios hechos delictivos, incluyendo la muerte de un agente de la Policía Nacional.
“Tras varias horas de negociaciones cayó abatido el recluso que tenía como rehenes a los funcionarios de la cárcel”, precisó Pesqueira en una rueda de prensa en el Palacio de la Policía.
“Estamos en espera de los detalles y haciendo las investigaciones de lugar para ofrecer mayor información sobre el caso”, enfatizó.
Familiares del recluso
Parientes del recluso muerto denunciaron que no había necesidad de repeler la situación suscitada de esa forma.
Indicaron que supuestamente el recluso Maicol Deiby Ramírez quería hablar a la prensa, pero los policías lo mataron antes de que pudiera expresarse.
Sobre las razones del secuestro, una prima del occiso dijo que es una respuesta que solo el comandante y el occiso podrían ofrecer.
Indicó que el comandante citó a Ramírez a su oficina y que “los problemas” iniciaron allí.
El cuerpo sin vida de Ramírez fue trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) del hospital Taiwán de Azua.
Ramírez cumplía una condena de 20 años de prisión por haber matado a un policía, de los que habían transcurrido 14 años.
Sus familiares indicaron que antes de caer preso era luchador y perteneció a las filas de la Policía como deportista.
Su cuerpo será velado en el sector La Bombita de Azua.
Trasladan a Bidó a SD
Ricardo Bidó, vestido en pantalones cortos y una camiseta, fue trasladado la noche de ayer al Hospital General de la Policía Nacional en Santo Domingo, tras recibir las primeras atenciones en el Centro Médico Popular Azuano.
De acuerdo con el capitán Wilkin Méndez, cirujano general, el coronel llegó al Centro Médico Popular Azuano con tres heridas de bala y estaba en condiciones estables.
“El coronel tiene una de bala en la región lumbar derecha con orificio de entrada sin orificio de salida. El proyectil se encuentra alojado en la cara lateral del muslo derecho”, manifestó. Prosiguió: “Tiene las otras dos heridas en el muslo izquierdo con orificio de entrada y salida. No ha presentado lesión vasvular ni ósea”.
El coronel también tiene una herida en la cabeza. El cirujano Méndez indicó que es una lesión pequeña, sin importancia.
Señaló que el comandante está en condiciones estables y su traslado fue decidido para que sea atendido en el hospital de los policías, para su seguridad y comodidad.
La cárcel del 15 de Azua lucía en calma y bajo control luego de que ayer en la tarde el comandante Ricardo Bidó y un agente penitenciario fueran secuestrados por un recluso que terminó abatido por las fuerzas policiales que trabajaron en el rescate.
La seguridad del recinto fue reforzada, en las afueras se colocaron ocho patrullas de la Policía Nacional y dos del Ejército que custodian el perímetro.
Un informe de la Oficina Nacional de Defensa Pública publicado el año pasado destacaba la sobrepoblación en la cárcel del 15 de Azua, como otras del país. Según el informe, el penal tiene una capacidad para 102 internos, pero albergaba 399, de los cuales 83 estaban en condición preventivos y 316 condenados.
El informe de Defensa Pública estableció que en el 15 de Azua frecuentemente las autoridades tenían que intervenir, puesto que se intercambian agresiones entre internos.
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