Vacunación a lo largo del curso de vida: desde embarazadas a envejecientes

Durante la realización de la primera Conferencia Latinoamericana de Vacunología, uno de los temas puntuales que continuamente se repetía fue el de erradicar la idea de que la vacunación en una acción preventiva de salud exclusiva para niños.

El pediatra e infectólogo argentino Roberto Debbag explicó en su ponencia "La prevención a lo largo de la vida" en el marco de la primera Conferencia Latinoamericana de Vacunología, que desde que el bebé se encuentra en el vientre materno empieza a recibir anticuerpos para librar una batalla contra gérmenes, virus y bacterias hasta el día de su último respiro.

“Las vacunas no son solamente para niños”, indicó el especialista.

El también presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología señaló que la esperanza de vida ha aumentado 15 años durante el último medio siglo, elevando la expectativa hasta los 77 años, y en plena salud, hasta los 66 años.

“Hay tres pilares que hacen la vida más saludable: vacunación, lactancia materna e inmunoterapias. Nuestra inmunidad es la que, en el fondo, nos prolonga la vida”, precisó Debbag.

El doctor recordó que el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y pulmonares, así como las enfermedades infecciosas son las tres grandes luchas en el sector salud para preservar la vida, muchas de ellas pudiéndose prevenir con hábitos saludables, incluyendo la vacunación.

“Disminuir la carga de la enfermedad significa disminuir la carga de los sistemas de salud”, comentó.

Primeros mil días

Debbag dedicó una parte importante de su charla a hablar sobre el desarrollo inmunológico durante los primeros mil días del bebé, por lo que instó a los padres a no descuidar el calendario de vacunación.

“Cuando impactamos los primeros mil días, eso va a servir, se va a traducir, en mejor calidad el resto de la vida", enfatizó.

El galeno comentó que la inmunosenescencia se refiere a los cambios que se producen en el sistema inmunitario a causa del envejecimiento y que afectan la inmunidad innata y adaptativa. Estos cambios predisponen a padecer enfermedades infecciosas, cáncer y autoinmunidad, siendo necesaria la vacunación en el curso de vida.

A partir de los 30 años es cuando empiezan los procesos inflamatorios en el cuerpo, que predisponen a la aparición de enfermedades no transmisibles como cáncer y enfermedades cardiovasculares.

El doctor llamó a mantener la actualización de vacunas a lo largo de la vida, ya que para 2030 las estadísticas indican que habrá más personas mayores de 65 años que niños menores de cinco.

Esquema en República Dominicana

En nuestro país, el esquema se inicia con la vacunación en embarazadas a partir de las 27 semanas contra tétanos y difteria (DTaP) e influenza.

Al recién nacido se le aplica la BCG (tuberculosis) e inmunidad contra hepatitis B. A los dos meses recibe protección contra rotavirus, neumococo, polio y la vacuna pentavalente (difteria, tosferina, tétanos, poliomielitis e infecciones producidas por Haemophilus Influenzae tipo b).

A los cuatro meses, su refuerzo contra rotavirus, neumococo, pentavalente y polio.

Al cumplir seis meses, el bebé recibe otro refuerzo contra polio y la pentavalente.

Al año, recibe una nueva protección contra neumococo y la vacuna triple viral (sarampión, rubéola/síndrome de rubéola congénita y paperas).

Luego, al cumplir 18 meses, en una nueva visita al centro de vacunación, el niño recibe una nueva dosis contra polio, triple viral y la DPT (difteria, tétanos y tos ferina).

De cuatro a seis años, toca un refuerzo contra difteria, tétanos y tos ferina y contra polio.

De nueve a 16 años, las niñas se vacunan contra el virus del papiloma (VPH) y difteria/tétanos.

Los adultos jóvenes son candidatos para un refuerzo de DTaP, con aplicación cada 10 años, influenza y VHP9 hasta los 45 años.

Los mayores de 65 años deben vacunarse contra influenza, neumococo y su refuerzo de DTaP.