Abuso sexual en menores de edad: señales de alerta y las consecuencias psicológicas que deja
En su guía para padres, Unicef resalta la importancia de enseñarle a los niños que nadie debe tocar su cuerpo
El abuso sexual suele ser cometido por una persona cercana a la víctima
La violencia sexual infantil ocurre cuando alguien utiliza a un niño, niña o adolescente para algún tipo de actividad sexual abusando de su poder como figura de autoridad ante el menor y de la confianza que este le tiene.
Para ello, el abusador o abusadora utiliza diferentes formas: se gana su confianza si no la tenía previamente, le da cosas a cambio, lo engaña diciéndole que harán otras actividades, los amenaza, entre otras estrategias.
De acuerdo con la guía para padres: “Cómo prevenir el abuso sexual contra nuestros hijos e hijas”, elaborada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), cualquier niño, niña o adolescente puede ser víctima de la violencia sexual.
El documento explica que hay varios tipos de violencia sexual, los más comunes son el abuso sexual y la violación sexual.
El abuso sexual se refiere a besos, caricias y tocamientos del cuerpo con intenciones sexuales. La violación sexual es la acción en la que la víctima es sometida en contra de su voluntad a una penetración.
Perfil del abusador
La guía detalla que “la mayoría de las personas que abusan sexualmente de las niñas y niños son hombres, pero también hay mujeres que cometen este delito. Ellos generalmente se aprovechan de los niños que conocen: parientes, hijos de amigos o vecinos”.
“Es raro que los niños sean víctimas de un desconocido”, destaca el texto.
Unas veces, el agresor se aprovecha de un tipo de niño, niña o adolescente que se siente impotente, solo, desprotegido, humillado. Otras veces, se vale de la confianza depositada en él o ella por la niña, desde la cercanía de una relación afectiva.
El abusador o violador establece un tipo de relación que confunde al menor, invade no sólo su sexualidad, sino el conjunto de su mundo afectivo y vivencial. En este sentido, la violencia no es sólo sexual, sino que también se da un abuso de confianza.
¿Por qué callan los niños?
Unicef indica dentro de esta guía familiar que, si el abusador es un familiar cercano, los niños suelen callan porque temen romper la unidad familiar.
Si el abusador es una persona valorada socialmente como el maestro, el sacerdote, el pastor evangélico o el médico, callan porque temen que en su familia nadie les creería.
Otra razón es porque, probablemente, se sienten indefensos e impotentes o para evitar ser cuestionados.
“Mantener silencio sobre este tema contribuye a proteger a quienes abusan de los niños. Por eso, las madres y padres de familia necesitan hablar sobre la violencia sexual, en primer lugar entre ellos y luego con sus hijos e hijas; pero también tienen que hablar con sus familiares, con sus vecinos y con sus amistades”, señala la guía.
Indicios o señales más frecuentes de abuso sexual
El documento de Unicef cita un listado con las principales señales a las que hay que prestar atención, ya que podrían delatar que el niño o adolescente está siendo sometido a actos de violencia sexual.
· Aparecen cambios repentinos en el apetito sin causa aparente.
· Tiene problemas con el control de esfínteres
· Dificultades para caminar o sentarse.
· Con mucha frecuencia presenta sangrados, infecciones y expulsa secreciones intensas.
· Dificultades de atención, concentración y memoria.
· Permanece siempre en estado de vigilancia extrema y alerta.
· Se pone muy nervioso cuando aparece una persona concreta, aunque sea de la familia.
· Manifiesta mucha tristeza, depresión, ansiedad elevada.
· Dificultades y miedos al ir a dormir. Pesadillas intensas.
· Retraimiento social: quiere estar siempre solo y no quiere relacionarse con nadie.
· Desconfía de todas las personas.
· De repente, no quieren cambiarse de ropa ante otras personas de la familia.
· Su erotización es elevada y se masturba compulsivamente.
· Sus conocimientos de la sexualidad son inapropiados para su edad.
· En su conversación cotidiana con otros niños y con sus mascotas utiliza palabras de significado sexual.
· Manifiesta una actitud seductora y exhibicionista.
· Siente rechazo de su propio cuerpo.
Consecuencias de un abuso sexual
Del mismo modo, la guía cita las diversas consecuencias a nivel psicológico en niños y adolescentes que han sufrido violación sexual:
· Insomnio y pesadillas.
· Miedo a los hombres o a mujeres, dependiendo de quién cometió el abuso.
· Celos enfermizos con su pareja.
· Desconfianza total en las personas.
· Aislamiento y rechazo a relacionarse con las personas.
· Desorientación en el tiempo y el espacio.
· Inclinación hacia la prostitución, alcoholismo y drogadicción
· Confusión en su identidad sexual, principalmente cuando la víctima es varón.
· Un fuerte sentimiento de vergüenza, culpa y suciedad. En casos extremos, podría llevar a la ideación suicida.
¿Cómo evitarlo?
Unicef pide a los padres dedicar tiempo para comunicarse con sus hijos y hablar de la sexualidad, enseñarles que nadie debe tocar su cuerpo, enseñarles a reconocer las partes íntimas que son las que cubre con su ropa interior, ayudarles a entender que hay ciertas formas de tocarse que no están bien y a diferenciar los tipos de caricias.
“Está bien dar la mano, podría estar bien abrazarse, pero no está bien que alguien le toque los genitales o que la niña o el niño toque los genitales de otra persona”, resalta la guía.
Asimismo, recomienda enseñarles a los pequeños a contarle a su mamá y a su papá cuando una persona adulta le ha tocado su cuerpo con caricias que no les gustan, enseñarles a decir “no” cuando le hacen las caricias inapropiadas y explicarles que tocar el cuerpo a escondidas es un secreto malo y es mejor contarlo rápidamente.
Denuncie al abusador o violador
Finalmente, la guía de Unicef dedica un apartado incentivando a siempre denunciar este tipo de hechos.
“El abusador siempre negará su responsabilidad moral, ética e incluso legal. Sin embargo, hay que ser beligerantes, activos, persistentes en la denuncia legal de la violencia sexual y sancionar con rigor a los abusadores según lo que indiquen nuestras leyes. En el proceso judicial para denunciar y castigar a los abusadores y violadores se debe actuar con mucha cautela, para evitar que se incremente el conflicto emocional de la víctima, principalmente cuando el victimario es un familiar, amigo o una persona cercana que era de su confianza”, concluye el texto.
Para denuncias, puede llamar al Departamento de Delitos Sexuales, que opera en las mismas instalaciones de la Unidad de Atención y Prevención de la Violencia en la Ave. Rómulo Betancourt No.301. Tel. No. 809-533-6668, donde sus fiscales y personal auxiliar investigan y persiguen la sanción de los que cometen violación sexual, incesto, agresión sexual, acoso sexual, seducción, proxenetismo, pornografía infantil y aborto.
También puede colocar su denuncia online a través del portal del Ministerio Público: https://portal.servicios.pgr.gob.do/denuncias/ViolenciaGenero
En la línea "Cuida tu Salud Mental", expertos psicólogos brindan asistencia gratuita de lunes a viernes, de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, llamando al 809-200-1400.
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