Luis apela al descontento, Gonzalo a las ayudas y Leonel a la experiencia para ganar elecciones

A 41 días de las elecciones presidenciales y congresuales del 5 de julio, la peculiar campaña en medio de una pandemia toma un curso decisivo para los tres candidatos presidenciales que marcan mayores simpatías en las encuestas, lo que ha desplegado nuevas estrategias desde las elecciones del 15 de marzo.

Luis Abinader, quien según los resultados de la encuesta Greenberg-Diario Libre del 24 de febrero tenía 52% de las simpatías frente al 24% de Gonzalo Castillo, y el 17% de Leonel Fernández, se emplea a fondo para demostrar que mantiene esas simpatías aún con el Gobierno desplazando sus ayudas con el Plan Social y programas sociales ampliados por el Gabinete Social que dirige la candidata vicepresidencial y vicepresidenta Margarita Cedeño.

El candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) se abraza de la bandera del descontento hacia el partido gobernante, que tuvo su pico en medio de los cacerolazos y protestas en la Plaza de la Bandera, así como otros puntos del país y del exterior luego de las fallidas elecciones del 16 de febrero.

Otro punto con el que cuentan Abinader y el PRM es el del voto de los dominicanos en el exterior, del cual aseguran tener la mayoría de las simpatías y se empeñan en que se puedan montar luego del visto bueno de las autoridades de Estados Unidos.

Abinader, que recorre el país con alimentos y suplementos médicos pero los entrega a través de iglesias, además se benefició de la división del PLD que produjo la salida de Leonel Fernández y la formación de la Fuerza del Pueblo, teniendo como base a la organización de izquierda Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD).

El candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Gonzalo Castillo, no dudó desde el primer instante en cambiar la estrategia y aprovechar la cuarentena por la pandemia para desplegar lo que llama plan de acción, utilizando todos los recursos de su campaña y de sus empresas para ir entregando ayudas.

Su estilo de campaña ha sido criticado por el asistencialismo y la promoción de sus fotos hasta en fundas de panes y embutidos, pero su equipo de campaña y el PLD afirman que le ha traído un aumento sustancial de las simpatías porque ha mostrado sus cualidades de gerente en medio de la crisis sanitaria. Castillo ha aumentado el contacto directo y se muestra como un “Gonzalo resuelve” reparando casas, trayendo dominicanos varados en otros países en sus aviones, mientras en las redes le atacan por su patrimonio y la relación con el poder con ocho años como ministro de Obras Públicas.

El más veterano de los tres, el expresidente Leonel Fernández, salió del confinamiento a principios de abril, se unió a la entrega de suplementos médicos a hospitales y tiene como principal estrategia la del “Camino seguro” apelando a su experiencia de tres veces presidente de la República para gerenciar la crisis de salud y económica del país por la pandemia.

El candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo recorre el país haciendo reuniones, y varias veces a la semana juramenta a exdirigentes peledeistas, asegurando que es un torrente de militantes lo que le está llegando del PLD.

Fernández buscar capitalizar aquellos peledeístas descontentos y vacilantes que aún permanecen en el PLD por temor a ser cancelados de sus puestos en el Gobierno, y enarbola el discurso de: “Las bases del PLD pueden contar conmigo en un próximo gobierno, siempre fue así. La mayoría de esos dirigentes fueron nombrados por mí desde el 1996, por tanto, hay un vínculo afectivo que se mantiene”.

Fernández afirma que está haciendo acuerdos con las bases del PLD, aunque no se ha visto la ola de alcaldes, directores o regidores esperados que lo harían tras ganar o perder en la boleta morada en las elecciones del pasado 15 de marzo.