Estigma de “las muchachas adolescentes” ralentizó búsqueda de Yissel Morillo
“Me dijeron que me fuera a mi casa y esperara, que a lo mejor se habría casado”, dijo la hermana de la joven
Yissel Morillo lleva ocho meses desaparecida
La cantidad de casos de adolescentes desaparecidas que terminan cerrándose de la siguiente manera: “la menor se escapó con su novio”, ha creado un estigma, al punto de que algunas familias con parientes con edades que oscilan entre los 13 y 17 años sienten que las autoridades minimizan sus denuncias.
En una nota de mayo pasado, la Policía Nacional dio cuenta del hallazgo de 53 personas que habían sido reportadas desaparecidas y dijo que, de esa cantidad, “la mayoría eran niñas adolescentes que se van de sus casas para vivir en concubinato y personas que padecen problemas de salud”.
Por esta situación, doña Santa Florentino y su hija mayor Andreina Morillo, confesaron que recibieron el consejo de que esperaran a que Santa “Yissel” Morillo Florentino, en esa ocasión de 17 años, se comunicara con la familia.
“Nos dijeron: 'estén tranquilos, que lo más seguro es que ella esté casada, algún día ella se comunicará, vamos a darle tiempo'”, dijo Andreina que esa fue la respuesta que recibió de la Policía de Baní en los primeros días de la desaparición de su hermana. A esto, agregó que respondió: “Le dijimos: 'no le vamos a dar tiempo porque una persona que se case y tenga conocimiento no va a dejar a su familia en una angustia así'”.
Yissel lleva ocho meses desaparecida. Fue vista por última vez el pasado 13 de marzo. Ese día avisó a su familia que visitaría a una amiga en horas de la tarde, pero cambió de planes y se quedó en el parque Matanzas, ubicado en el municipio que lleva ese mismo nombre en la provincia Peravia. Se desplazó en un motoconcho e informó a su hermana Andreina donde se encontraba. “Fue lo único que supe de mi hermana”.
En conversación con Diario Libre, la familia de Yissel dijo que no cree que la joven se haya ido a vivir con un hombre, puesto que no le conocían novio. Además, por el tiempo sin noticias de ella, "esa hipótesis se cae".
“Hablé con sus amigas del liceo y con sus profesores, todos me dijeron que ella era una niña sana, simpática y estudiosa”, expresó Andreina, quien aseguró que tenía una buena relación con su hermana y que esta siempre estaba activa con su teléfono y se reportaba.
“Después que se me desapareció esa muchacha yo no he servido para nada”, dijo quebrada en llanto la señora Florentino, que dejó que fueran sus hijos quienes continuaran con la entrevista.
Cámara de vigilancia
Una cámara de vigilancia captó que, efectivamente, Yissel se encontraba en el referido parque, se le observó hablando por teléfono y posteriormente llegó un vehículo azul en el que se montó. Es la única información que posee la familia sobre la desaparición de la adolescente que hace unos meses cumplió la mayoría de edad.
“Después de ahí no se supo nada más de ella, la llamé por su teléfono, sonaba y sonaba y nadie lo cogía y después de las 11:00 dejó de sonar”, detalló Andreina.
Reveló que las autoridades llegaron a rastrear el teléfono, pero no se identificó la ubicación de su hermana. Luego, denunció que el personal designado para la investigación era cambiado constantemente y que esto ha ralentizado su búsqueda.
Yissel cursaba el último año del bachillerato, si no hubiera desaparecido estaría quizás en la universidad o trabajando en su primer empleo.
Actualmente, su caso fue remitido a la Fiscalía de Baní. El fiscal Ángel Darío Tejeda Fabal es quien tiene asignada la investigación.
Diario Libre trató de comunicarse con el servidor judicial, pero no ha sido posible.
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