Túneles: soluciones viales de riesgo permanente
Carecen de salidas de emergencia, extractores, extintores, hidrantes y de buena iluminación
Transitar por los túneles del Gran Santo Domingo implica riesgo permanente por la falta de dispositivos de seguridad ante la ocurrencia de cualquier evento como accidentes, incendios o detención de vehículos por desperfectos y otras causas.
Los principales son el de la Ortega y Gasset, de la 27 de Febrero, La Núñez de Cáceres, Las Américas y la Charles de Gaulle.
A excepción del túnel de la José Ortega y Gasset, en su circulación desde la 27 de Febrero hasta la calle José Contreras, los demás carecen de extractores en funcionamiento, no tienen escaleras de emergencia, ni extintores y menos espacios donde salir del carril de tránsito.
El de Las América tiene una longitud de 771.79 metros. Cuenta con cinco salidas para la extracción de monóxido de carbono en su parte superior, pero las aspas se mueven solo a la velocidad del viento. Es por eso que sus paredes deben ser limpiadas con frecuencia porque se carece de extractores.
Cuando un vehículo se daña, sus ocupantes se exponen a ser afectados por la cantidad de monóxido que permanentemente se acumula en su interior. En caso de un incendio, como ocurrió en mayo pasado, el humo debe salir por las entradas y salidas y algo por los cinco orificios donde deben funcionar los extractores.
En la avenida Las América debajo de la avenida Charles de Gaulle está uno de los túneles más oscuros y peligros debido a que tiene una curva pronunciada. Además algunos conductores confundidos o a propósito lo usan en vía contraria de Oeste-Este debido a la falta de señalización adecuada.
Ese túnel carece de un sistema de cámara que permita monitorear lo que pasa en su interior. El de la 27 de Febrero, que se extiende desde la avenida Abraham Lincoln hasta poco más de la Winston Churchill con una distancia de 853.49 metros.
Este tiene similares orificios que el de las Américas, pero también carece de extractores, por lo que en su interior la temperatura es elevada. Como en casi todos los demás, la iluminación no es la ideal.
El túnel de la avenida Núñez de Cáceres es el primero construido en la capital. Tiene una extensión de 220 metros, tiene extractores, pero hace años que la mayoría no funciona y está bien iluminado.
El más adecuado de los túneles es el de la avenida José Ortega y Gasset que se inicia en la 27 de Febrero y termina en la calle José Contreras, próximo a la UASD. Es el más largo con una extensión de 1.20 kilómetro.
Este túnel cuenta iluminación adecuada, aunque algunos tramos hay que reponer lámparas, cuenta con señalización electrónica, aunque la pantalla de la entrada principal está dañada desde hace años. Cuenta con extractores que funcionan permanentemente y es el único del país que tiene hidrantes para ser usado por los bomberos en caso de incendio y bahía para estacionar los vehículos averiados, además de rampa para uso de peatón.
Luis Alba, técnico en seguridad vial, afirma que los túneles son estructuras peligrosas, diseñados y construidos sin pensar en los elementos de prevención. Indica que, sobre todo el de Las Américas nunca fue inaugurado y se le dio uso sin haber sido concluido en su totalidad porque en ese tiempo el presidente Leonel Fernández entregó el poder.
Cuenta que en varias ocasiones se han incendiado vehículos y la gente ha salido despavorida porque no cuenta con extractores, pero tampoco con extintores y mucho menos escaleras de emergencia. También carece de un sistema de vigilancia por cámara que permita actuar con tiempo en caso de una emergencia.
“En países como México, por ejemplo, se prohíbe que vehículos que transporten cualquier tipo de combustibles inflamables no puede utilizar los túneles, nosotros extrapolando esa situación, los vehículos que son adaptado a gas no tienen restricción para circular por los túneles”.
Entiende que el mantenimiento de una estructura de esa naturaleza no es solo pintar y quitarle el sucio a las paredes, que hay que tomar medidas para actuar en caso de cualquier eventualidad.
“Definitivamente debemos tomar las medidas preventivas y poner señales, prohibir el tránsito por el lugar de vehículos con gas instalado para que no usen los túneles, hay que colocarles señalización, iluminarlos mejor, nos falta prevención”, sostuvo.
Sin embargo, Luis Molina dirigente de la Alianza Dominicana a Favor de la Movilidad y Seguridad Vial (Avial) no cree necesario colocar extractores porque afirma que los propios vehículos van sacando el monóxido.
Aunque no se opone, cree que si fueran necesarios los extractores, mucha gente hubiese muerto en los años que llevan en uso. Cree que hay factores que son ideales, sin embargo, para él, el problema está en que ya esas son estructuras colapsadas. Que fueron construidas para un tiempo determinado y el crecimiento vehicular ha desbordado su capacidad. “Siempre es ideal un parqueo en un túnel como el de 27 de febrero, pero he estado en túneles en lugares como Japón y el aire lo sacan los carros.
Sin respuestas:
Desde hace casi un mes, Diario Libre solicitó al Ministerio de Obras Públicas información sobre los túneles. En comunicaciones de esa institución se informó que la persona encargada ni estaba, luego que había fallecido una familiar, después que estaba en la frontera.
Posteriormente se informó, solicitaron un cuestionario con las preguntas y una semana después la habían respondido, pero que faltaba validar la información con otra instancia y la espera ya va por casi un mes.
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