El tiempo de los ciclones tiene expectantes a las autoridades y población

La llegada del mes de junio que trae consigo el inicio de la Temporada ciclónica; una etapa que se extiende hasta noviembre en que las autoridades de socorro activan planes de intervención ante la posible llegada de un fenómeno atmosférico, situación que también preocupa a los que viven en condición de vulnerabilidad frente a sus eventuales desastres.

Entre los lugares donde más es visible el peligro de las afectaciones que pueda causar un huracán, una tormenta o cualquier evento que al menos produzca grandes volúmenes de lluvia son los asentamientos en las márgenes de ríos, que en el caso del Gran Santo Domingo lo representan los ríos Ozama e Isabela.

En un intento por conocer la impresión de los residentes en muchas de esas barriadas matizadas por la precariedad y el hacinamiento, Diario Libre visitó algunos de ellos y constató que a pesar de que muchos de que sus habitantes han estado allí por décadas y han visto pasar grandes inundaciones en las que su vida peligra, persiste en ellos el pensamiento conservador de preservar sus bienes materiales ante cualquier llamado de evacuación de las autoridades.

En esta búsqueda en barrios como Los Guandules, Las Cañitas, La Ciénaga, Los Tres Brazos, y el Dique, ubicados en ambas márgenes del río Ozama y Capotillo, La Zurza y Simón Bolívar de del río Isabela se puso de manifiesto que la gente confía en conocer esos afluentes y a la altura a que estos pueden llegar en caso de inundaciones.

Dolores Castillo, quien tiene 16 años residiendo en el barrio El Dique dice que “es un peligro vivir aquí, porque no sabemos sí el río sube y estemos quietos en casa o si tenemos que salir corriendo. Si salimos y no sube estamos a expensas de que entren personas a la casa y se lleven nuestras cosas y si sube es peor la perdida”, expresa.

“Como somos dos el esposo se queda, porque uno no se puede apegar a lo material, pero es difícil cuando usted tiene sus cositas y tiene que dejarlas”, agregó.

De su lado, Ángela Fernández, quien lleva 20 años residiendo también en El Dique relata que “en todas las ocasiones

Yo me voy. Siempre he salido. Me refugio donde una familia mía. Eso es lo que hago cuando esto se inunda y la casa se llena. Tenemos que dejar todo, pero el padre de mis hijos siempre está atento y le da vuelta a la casa.

“A uno siempre le da miedo ya por los hijos de uno que no saben el peligro que es esto, pero uno se ha acostumbrado a vivir aquí, porque el río sube una cuarta parte”, dice Yan Carlos Peña Mejía que tiene 38 años viviendo en La Cienaga.

En el caso de las barriadas Los Guandules y La Ciénaga, que están siendo objeto de reubicaciones para dar paso al proyecto Domingo Savio, se estableció que había mas de más de 13,000 familias.

Las personas que residen a orillas de ríos están entre las más vulnerables ante fenómenos atmosféricos. Por ()
Yankeily Antonio Brea, voluntario de la Defensa Civil. Por ()
José Fernández, voluntario de la Defensa Civil. Por ()
Rafael Antonio Carrasco, presidente Comisión Nacional de Emergencias. Por ()

Las autoridades

La Defensa Civil dice que cuenta con el personal y la logística necesaria para hacer frente a cualquier eventualidad que se presente durante la actual Temporada ciclónica y se está tomando las medidas necesarias para que las evacuaciones que se requiera realizar se hagan con los protocolos correspondientes a la situación imperante por la incidencia del COVID-19, para lo que pide la colaboración de la población.

El director ejecutivo de la entidad y presidente de la Comisión Nacional de Emergencias, general de Rafael Antonio Carrasco Paulino, dijo que actualmente se cuenta con 2,396 albergues georreferenciados, distribuidos en todo el territorio nacional, con una capacidad de alojamiento para 557,193 y se ubica la habilitación de otros, para cuyo manejo se elabora la “Guía para Prevención y Respuesta frente al COVID_19 en Albergues y Centros de Acogida”, el cual revisan junto a otras instituciones para su aplicación.

Informó que se tiene disponible a 14,129 voluntarios y 394 empleados, entre los que hay 132 médicos, paramédicos y técnicos en emergencia especialistas en búsqueda y rescate,83 buzos y 636 salvavidas todos en coordinación con sus 32 directores provinciales y 158 directores municipales, los cuales tienen a disposición siete unidades caninas, ocho unidades móviles de rescate, 252 vehículos todoterreno y cinco drones, así como un equipo de radio VHF, con capacidad de 128 canales en frecuencia de radioaficionados.

Carrasco Paulino sostuvo que la comisión que encabeza coordina con otras 37 instituciones y los 32 gobernadores provinciales a nivel nacional para tener acceso a suplir las diferentes necesidades que tenga la Defensa Civil, ante cualquier situación.

Los voluntarios

El personal voluntario que acompaña a la Defensa Civil multiplica por más de 30 al personal que compone la Defensa Civil hábil para intervenir en esta Temporada ciclónica.

Diario Libre converso con dos de estos valiosos activos para la prevención y mitigación de desastres, los cuales dicen estar orgullosos de pertenecer a la institución y exhortaron a otros a integrarse.

Ellos son Yankeily Antonio Brea, encargado de Operaciones de la provincia Santo Domingo, y lleva 20 años en la institución y José Fernández, encargado de la estación del Ensanche Luperón con 24 años en esta.

Afirman que a pesar de no recibir remuneración significativa se sienten satisfechos con poder ayudar a las personas que necesitan de su auxilio en situaciones de emergencias.

Licenciado en Comunicación Social mención periodismo de la UASD. Más de 11 años laborando en diversos medios de comunicación, televisión, radio y escritos.

##ctrlnotaampfooter##