El cementerio de la Gómez ahora es un lugar de vida para ejercitantes
Alcaldía recupera el entorno y hace del lugar un espacio para el disfrute de la gente
La tétrica situación que imperaba en el entorno externo del Cementerio Nacional o de la Máximo Gómez, donde la gente era atracada y el lugar utilizado para la reparación de automóviles y ventas de chucherías, ha cambiado con el levantamiento de la pared perimetral, iluminación, ampliación de aceras y mejor ornato.
Ahora la gente utiliza las espaciosas aceras en las mañanas y por las noches para correr a pie y en bicicletas o caminar con seguridad por su salud, al lado de los que descansan al otro lado de la pared del camposanto.
Los trabajos de recuperación del entorno fueron iniciados el 24 de febrero pasado, cuando la alcaldesa Carolina Mejía dio el primer picazo para la construcción de aceras y continuar el levantamiento de la pared perimetral, ya iniciado por su antecesor, David Collado.
Desaparecieron de las aceras los vehículos que ocupaban todo el espacio para hacerles trabajos y los artículos de vehículos que enganchaban en la pared para la venta, aunque siguen en esa labor, los carros son trabajados en la calle, causando un aumento de los tapones en calles la Américo Lugo y la María Montez.
Para los residentes en Villa Juana y sectores aledaños, la Alcaldía les abrió un nuevo espacio de recreación, aunque fuera al lado de los muertos, lo que ha motivado a muchos a caminar, a ejercitarse por las facilidades de las aceras anchas y llanas, la iluminación y el aire de frescura del os árboles sembrados.
Aunque la gente se siente segura de que un vehículo no subirá a la acera debido a los obstáculos de los bolardos, muchos no dejan de tener temor porque ahora son los motoristas que utilizan las amplias aceras para transitar y evitar los tapones. Temer ser atracados o que les arrebaten algún objeto de valor, por lo que solicitan vigilancia policial o municipal en el entorno.
Otro problema es que la gente sigue utilizando el lugar para depositar residuos sólidos en vertederos improvisados que desde hace tiempo se mantenían en las aceras.
Álvaro Castillo es uno de los beneficiados con los trabajos, y dice que le parece muy bien el acondicionamiento que ha hecho la Alcaldía, por lo que lo califica como un logro, porque durante años el entorno del cementerio era un caos, un lugar inseguro y de escasa iluminación que imposibilitaba el uso que se le está dando ahora.
Pero hay quienes no están conformes con los trabajos como Víctor Alvarez, quien dice le quitaron un metro y medio a la calle María Montez para ampliar la acera.
Lo que se hizo
Se subió la pare a una altura de 3.30 metros, se fabricaron nuevas puertas en las calles Pedro Livio Cedeño y Américo Lugo, se arbolizó el entorno y se colocaron 1,080 bolardos para evitar que vehículos suban en la acera.
Los trabajos incluyeron, además, la construcción de 1, 647 metros de contén, al igual que 10 rampas para personas con discapacidad y 6,301.7 metros cuadrados de acera. Fueron colocados 54 postes para la iluminación, reutilizados de la avenida Winston Churchill y 54 luminaria de led.
También se construyeron seis colectores, seis filtrantes y 275 unidades de marco de siembra. En la actualidad se dan los toques finales de los trabajos en la parte externa del cementerio que está dotado de iluminación y cámara de interiores para evitar que antisociales se refugien en el lugar como ocurría antes.
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