VIDEO | Conmemoración de los 50 años de la muerte de Pablo Neruda
Neruda falleció el 23 de septiembre de 1973 en la Clínica Santa María de Santiago, un día antes de exiliarse en México, donde podría haberse convertido en el gran opositor al dictador.
Autoridades, compañeros y amigos del poeta chileno y Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda conmemoraron este sábado los 50 años de su muerte, ocurrida 12 días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet, que derrocó al gobierno del expresidente socialista Salvador Allende (1970-1973).
En un emotivo acto celebrado en la Casa Museo del escritor, ubicada en la localidad costera de Isla Negra, unos 100 kilómetros al oeste de Santiago, unas 250 personas recordaron la obra y el legado cultural y político del escritor, militante del Partido Comunista y amigo cercano de Allende.
"La muerte de Allende y la tragedia que cubrió al país ensombreció sus ánimos en esos últimos días de su vida, que justo hoy recordamos. Es una gran ausencia y la mejor manera de homenajearlo es volver a leer sus libros y recordar su obra", dijo en su discurso el ministro de Educación, Nicolás Cataldo.
Neruda falleció el 23 de septiembre de 1973 en la Clínica Santa María de Santiago, un día antes de exiliarse en México, donde podría haberse convertido en el gran opositor al dictador.
"Fue objeto de violencia política en vida y 'post mortem', pues sus libros fueron censurados, prohibida su circulación y las bibliotecas públicas y privadas fueron objeto de espuria, quema y silenciamiento para provocar su muerte social y borrarlo de la historia del país como figura política y cultural por el hecho de ser comunista y un referente ineludible de la justicia social", dijo Fernando Insulza, portavoz de la Fundación Neruda, organizadora del evento.
Investigación aún en curso
La muerte del político y diplomático chileno está siendo investigada desde 2011, cuando su chófer y secretario, Manuel Araya, fallecido el pasado mes de junio a los 77 años, expuso públicamente en una entrevista que el poeta fue envenenado mediante una inyección en el abdomen por un agente secreto del régimen pinochetista que se hizo pasar por un médico.
Su testimonio fue la base de la denuncia que presentó el Partido Comunista y que apoya parte de la familia del escritor, pero la investigación que se abrió a partir de ella aún no culmina.
"Estamos muy optimistas esperando que la ministra considere las pruebas irrefutables que fueron entregadas con el propósito de que dicte una resolución estableciendo como verdad jurídica la existencia de intervención de terceros en la muerte de Pablo Neruda", señaló a EFE la abogada de la familia, Elisabeth Flores, abogada de los denunciantes.
La indagatoria ha contado con la intervención de tres paneles internacionales, el último de ellos integrado por especialistas de la Universidad de McMaster (Canadá) y la Universidad de Copenhague, que el 15 de febrero pasado entregaron su informe final a la magistrada Paola Plaza, a cargo del caso.
Según explicó ese día Plaza, el documento de los expertos se sumó al resto de pruebas de la investigación y será "el análisis conjunto de las pruebas recogidas" lo que conducirá al tribunal "a una resolución".
Días antes de la entrega de las conclusiones de los forenses, el sobrino del poeta, Rodolfo Reyes, quien tuvo acceso al informe por ser querellante en la causa, afirmó que los expertos concluyeron que el "clostridium botulinum" encontrado en 2017 en los restos del escritor "estaba en su cuerpo en el momento de la muerte".
Para la familia, esto es una prueba irrefutable de que Neruda fue envenenado durante su permanencia en la clínica.
La bacteria fue encontrada en una muela de Neruda por otro panel de expertos, que desestimó la versión oficial que se entregó en el momento de su muerte y rechazó que el fallecimiento fuese causado por el cáncer de próstata avanzado que lo aquejaba desde 1969.
El "clostridium botulinum", responsable del botulismo, es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra y que puede causar problemas al sistema nervioso e incluso la muerte.
La incógnita sigue siendo cómo o quién habría introducido la toxina botulínica en el cuerpo del Premio Nobel.