Protestas crecientes en India por la violación y asesinato de una doctora
El hallazgo del cadáver de la doctora de 31 años en el hospital público donde trabajaba provocó protestas por todo el país, donde en 2022 se registró una media de 90 violaciones diarias
Miles de personas tomaron las calles de Calcuta en la madrugada del jueves para condenar la violación y el asesinato de una doctora y para reclamar el fin de la violencia contra las mujeres, un problema crónico en la sociedad india.
El hallazgo del cadáver de la doctora de 31 años en el hospital público donde trabajaba provocó protestas por todo el país, donde en 2022 se registró una media de 90 violaciones diarias.
Según la cadena india NDTV, la autopsia confirmó la agresión sexual y, en una petición al tribunal encargado del caso, los padres de la víctima apuntan la sospecha de que fuera en grupo.
En la ciudad de Calcuta, una enorme multitud se congregó en una vigilia con velas para denunciar el asesinato. Entre sus carteles había mensajes como "Queremos justicia" o "Ahorquen al violador, salven a las mujeres".
"Las atrocidades contra las mujeres no cesan", dijo una de sus participantes, Monalisa Guha, al diario local The Telegraph.
El escándalo alcanzó las celebraciones este jueves del día de la independencia de India en Nueva Delhi, donde el primer ministro, aunque sin referirse directamente al caso, expresó su "dolor" por la violencia contra las mujeres.
"Los crímenes contra las mujeres deben ser investigados rápidamente. El comportamiento monstruoso contra las mujeres debe ser castigado rápida y severamente", afirmó Narendra Modi.
El asesinato en Calcuta ha generado movilizaciones en varios hospitales gubernamentales, donde las plantillas suspendieron "indefinidamente" los servicios programados en señal de protesta.
Por ahora, la policía ha detenido solo a un hombre que trabajaba en el hospital y el caso está en manos de Oficina Central de Investigaciones, el cuerpo de élite en el país.
El ataque y la respuesta social recuerdan a una violación en grupo a una joven en un autobús de Nueva Delhi en 2012 que se convirtió en símbolo del fracaso del país a la hora de erradicar la violencia contra las mujeres.
Ese caso desencadenó protestas por toda India, a veces violentas, y llevó al gobierno a introducir castigos más duros para los violadores y la pena de muerte para los reincidentes.