Más de 1.2 millones de damnificados por fuertes lluvias en el centro de China
El paso del tifón Gaemi ha dejado un rastro de destrucción y muerte en el centro del país asiático
Las fuertes precipitaciones en la provincia central china de Hunan han impactado a más de 1.2 millones de residentes desde el pasado jueves, cuando el tifón Gaemi tocó tierra en el país asiático.
Las autoridades locales informaron hoy de que el área de cultivos dañados por Gaemi ha alcanzado las 127,000 hectáreas, y que un total de 96,500 personas han sido evacuadas a lugares seguros.
El centro provincial de rescate aéreo de emergencias desplegó cuatro helicópteros para participar en las operaciones de rescate en la ciudad de Zixing, una de las áreas más afectadas por las lluvias, recogió la agencia oficial Xinhua.
En la mencionada Zixing, al menos cuatro personas murieron el pasado fin de semana y tres permanecen desaparecidas como consecuencia de las intensas lluvias.
Entre el pasado viernes y el lunes, Zixing experimentó una precipitación media de 410 milímetros, alcanzando un máximo de 673.6 milímetros en algunas zonas, y registrando una intensidad máxima de 132.2 milímetros por hora.
En la localidad de Yuelin, también en Hunan, 15 personas perdieron la vida el pasado fin de semana como consecuencia de un corrimiento de tierra ocasionado por las fuertes precipitaciones.
Actualmente, la provincia, de un tamaño algo superior al de Uruguay y con unos 66 millones de habitantes, mantiene una respuesta de emergencia de nivel II para inundaciones y de nivel III para desastres geológicos.
Desde mediados de junio, Hunan ha sufrido las lluvias más fuertes del año, registrando récords históricos locales en algunas regiones.
En los últimos veranos, los desastres meteorológicos han causado estragos en el gigante asiático: los meses estivales de 2023 estuvieron marcados por inundaciones en Pekín que dejaron más de 30 muertos, mientras que, en 2022, diversas olas de calor extremo y sequías azotaron el centro y el este del país.
En julio de 2021, precipitaciones de una intensidad inédita en décadas dejaron casi 400 muertos en la provincia central de Henan, que el Ejecutivo chino achacó a una "falta de preparación y de percepción de riesgo" por parte de las autoridades locales.