Desinformación, dislocamiento y desconfianza marcaron los comicios de la JCE en Filadelfia
Votantes expresaron desconocimiento de la ley y dificultad para encontrar el centro de votación correspondiente
Mari González llegó al centro de votación en Visitation Catholic School del Norte de Filadelfia antes de las 11:00 a.m. Era la primera vez que ejercía su derecho al voto en el exterior, después que su padre la trajo a Filadelfia a los tres años de edad.
La joven nacida en Cotuí dijo que el proceso fue rápido, organizado y que nadie le susurró el nombre de personas o partidos políticos camino a la mesa electoral. Pero, al salir del recinto, expresó que no estaba segura si había marcado a sus candidatos de preferencia de la manera correcta en las boletas.
“No sabía cómo identificar al candidato, porque entendía que la equis es para decir que no me gusta [el candidato], so yo le puse en un círculo y una equis, también”, dijo González, de 27 años de edad.
Dominicanos en Filadelfia salen a votar en medio de una pandemia de desinformación, cuando varios votantes denunciaron cambios involuntarios en sus recintos de votación y desconfianza en el manejo de la JCE durante el proceso electoral extraordinario de 2020.
Al menos 20 votantes salieron frustrados de uno de los cuatro recintos en Filadelfia, luego que fueran redireccionados a centros de votación en otras áreas de la ciudad, del estado de Pensilvania, otros estados de Estados Unidos o en locaciones en la República Dominicana.
Eva Santana, de San José de las Matas, dijo que le dio “pique” saber que le habían cambiado el centro de votación, cuando trabajadores de la JCE en el estado de Pensilvania le informaron que estaba empadronada en el condado de Suffolk en Nueva York.
Santana dijo que llegó a Filadelfia en el 1990 y que había votado en el mismo recinto durante los últimos cuatro comicios; que nunca ha vivido en Nueva York y que no le gusta siquiera ir de paseo. Consideró que representantes de la JCE le estaban haciendo “trampa”.
“Esto [las elecciones] es para que uno vote por el [candidato] que le dicte su corazón. No para votar por el [candidato] que otro quiera”, dijo.
Santana dijo que no sabía que, además de presentar su cédula, tenía que registrarse como votante en el exterior, que no tuvo necesidad de hacerlo para los comicios anteriores. Tras la experiencia del domingo, la santiaguense dijo que no volvería a votar para ninguna de las elecciones siguientes.
Henry Montesino, también de Santiago, dijo que el proceso de votación fue rápido y seguro, después que logró encontrar su recinto. Dijo que se había dirigido a dos direcciones erróneas a tempranas horas de la mañana. Encontró su recinto electoral luego de haberse verificado por teléfono con una trabajadora de la JCE de Filadelfia.
Enerolina Meléndez, presidente de la OCLEE para el estado de Pensilvania, dijo que el proceso electoral fluía con normalidad en los 20 centros de votación disponibles para 26,100 dominicanos empadronados en Hazelton, Reading, Allentown, York, Harrisburg, Filadelfia y Wilmington, este último en el estado de Delaware.
Sin embargo, temores causados por COVID-19 afectaron a los votantes en el estado de Pensilvania, al día siguiente del feriado de Independencia Nacional de los Estados Unidos de América.
Meléndez dijo que se registraron retrasos a tempranas horas de la mañana en algunos de los 50 colegios electorales dentro de su jurisdicción. Estimó que 20% del personal electoral no se presentó a las centros de votación. Explicó que el personal restante fue sustituido conforme con lo estipulado por la ley electoral.
Delegados de los partidos políticos denunciaron que algunos trabajadores de la JCE en Filadelfia eran imparciales y acompañaban a los votantes a las mesas de votación, prácticas que tildaron de fraudulentas e ilegales.
Adonis Páez se sintió frustrado cuando le informaron que no podía votar en Filadelfia. No estaba registrado como uno de los 4,000 empadronados en el Visitation Catholic School del Norte de Filadelfia, donde había votado durante los comicios de 2016. Para ejercer su derecho debía votar en su natal Miches, junto con su madre Ana Jiménez y su hermana Ironelis Páez.
La familia consideró que el proceso de empadronamiento no fue comunicado de manera clara y deliberada a la población en general, lo que les da indicios de que hay algo extraño con el procedimiento para estos comicios.
“Yo no culpo ningún partido, porque se supone que la Junta es un organismo imparcial, pero aquí hay un fukú raro con eso del empadronamiento”.