Los efectos del coronavirus en la comunidad latina de Washington, Maryland y Virginia
Es de las más perjudicadas por los efectos del aumento de los casos de infectados por el virus
Miosotis Ledesma
En la actualidad, la composición demográfica de Maryland es de 58 % blancos, 29 % afroamericanos y 9.7 % hispanos o latinos, siendo los últimos los de mayor crecimiento en la década pasada.
Dentro de las minorías existentes en Washington, Maryland y Virginia, mejor conocido como el DMV, los latinos e hispanos son, en definitiva, de los más perjudicados por los efectos del aumento de los casos de infectados como consecuencia del coronavirus.
Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declarara como pandemia el 11 de marzo, automáticamente se dispararon las alarmas de casi todas las naciones, en busca de reducir el impacto del COVID-19.
En Washington, por ejemplo, dentro de la actual administración republicana, se mantuvo un nivel de resistencia para reconocer la trascendencia de los efectos del virus, implementando medidas un tanto relajadas por parte del gobierno federal, minimizando la gran cantidad de infectados, que va en aumento.
Mientras, el presidente Donald Trump presumía primero que el “COVID-19 era un virus menos letal que la gripe de invierno”, que “tenía absoluto control” con los primeros casos, diciendo que “había mucha gente que contrajo coronavirus” y “muchos se recuperaban e incluso no habían dejado de trabajar”. Decía, también, “que con el calor, el virus iba a desaparecer”.
El presidente Trump designó a su vicepresidente Mike Pence para dirigir la estrategia de control y combate del brote de coronavirus en el país. Esto ocurrió cuando el virus ya se había desbordado en Italia, convirtiéndose rápidamente en el foco de Europa y expandiéndose aceleradamente en Nueva York.
Ante el titánico esfuerzo del gobernador Andrew Cuomo de “contenerlo”, fue entonces cuando el gobierno decidió tomar acción, mediante briefings.
El confinamiento o distanciamiento social
El distanciamiento social es una medida de carácter obligatoria que se ha impuesto para detener el alcance del virus, forzando a las personas a quedarse en casa.
Las comunidades latinas e hispanas, que viven en condiciones de desigualdad social y limitado acceso a servicios sociales y de salud de calidad, cuya principal fuente de ingresos proviene del sector construcción, mantenimiento y restaurantes, es una de las más afectadas por los efectos del virus. También son de los grupos de inmigrantes que más problemas tienen para adaptarse a las medidas de confinamiento.
En el caso de que el nivel de contagios aumente, este segmento de la población tiene tres veces más dificultad de poder acceder a facilidades médicas ya que no tienen seguro de salud y padecen de complicaciones médicas que los predisponen, dentro de las cuales se encuentran la mala alimentación, tuberculosis, obesidad, VIH, diabetes, problemas coronarios, cáncer y problemas de salud mental, entre otros.
Son muchos los aspectos que determinan que los latinos e hispanos sean una de las minorías más golpeadas por el problema actual, ya que las condiciones sociales en los que estos se desarrollan aquí, los hacen vulnerables ante la pandemia.
Dentro de las condiciones sociales que impiden que puedan acceder a los servicios de salud se encuentra el hecho de que muchos no pueden pagar las consultas y no se practican un chequeo médico anual; no existe un récord o control, tienen bajos niveles educativos, padecen pobreza extrema y presentan dificultad con el idioma.
Este fragmento de la población del DMV desafortunamente debe exponerse cada día y formar parte del alarmante aumento por contagio del virus y, en el peor de los casos, de las estadísticas por posible muertes provenientes del contagio, ya que estos dependen de los ingresos que generan y, aunque para muchos no tiene sentido el hecho de que expongan sus vidas al no respetar las medidas mandatarias de aislamiento, saben que las ayudas federales recientemente aprobadas por el Congreso son exclusivas para aquellos trabajadores cuyo estatus migratorio es legal.
Medidas adoptadas a nivel estatal
La orden “Quédate en casa, mantente saludable“ ha sido puesta en vigencia por el gobernador Jay Inslee, requiriendo que los residentes de Washington DC permanezcan en sus hogares durante las próximas dos semanas.
Por su parte y a menos de una semana de que el gobernador de Maryland, Larry Hogan, emitiera la orden de “quedarse en casa” para todos los residentes del estado, a partir de las 8:00 p.m, aún los casos de coronavirus en la región continúan en aumento. Hasta el momento Maryland tiene 4,371 casos confirmados y 103 muertes.
En tanto que Ralph Northam, gobernador de Virginia, anunció la ordenanza “Quédate en casa”, de cumplimiento obligatorio en todo el estado, y explicó que en los últimos días se habían multiplicado por más de cuatro veces los casos de coronavirus en la región.
Por el momento no se vislumbra una luz al final del túnel que arroje esperanza ante los retos de la propagación de un virus que parece no detenerse. Sin embargo, para la comunidad latina e hispana esto parece ser otro problema más que perjudicará los anhelos de seguir avanzando dentro de un sistema que “maldice” su presencia, pero que se beneficia de la ausencia de una reforma migratoria que logre institucionalizar el desarrollo de programas en las áreas educativas, médicas, económicas y políticas, y que durante muchos años ha utilizado a los migrantes como un instrumento de atracción política.
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Miosotis Ledesma
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