Fabricante de armas de EEUU ofrece acuerdo tras matanza
El fabricante de un fusil utilizado en la matanza de la escuela primaria de Sandy Hook ha ofrecido a las familias de algunas víctimas 33 millones de dólares para arreglar la demanda que le iniciaron
El fabricante de un fusil utilizado en la matanza de la escuela primaria de Sandy Hook ha ofrecido a las familias de algunas víctimas 33 millones de dólares para arreglar la demanda que le iniciaron por la manera como ofreció el arma al público.
Un fusil Bushmaster tipo AR-15 fabricado por la empresa Remington fue el arma utilizada para matar a 20 alumnos de primer grado y seis docentes en la escuela de Newtown, Connecticut, el 14 de diciembre de 2012. El asesino, Adam Lanza, de 20 años, mató a su madre en la casa de ambos en Newtown antes de la masacre y después se suicidó con un arma de fuego corta cuando la policía llegaba a la escuela.
Los abogados de Remington, ahora en quiebra, presentaron las ofertas el martes por la noche en la Corte Superior de Waterbury, Connecticut. Las nueve familias que iniciaron la demanda y recibirían casi 3,7 millones de dólares cada una están estudiando la propuesta, dijeron sus abogados.
Un abogado de Hartford que representa a Remington, James Rotondo, se negó a hacer declaraciones el miércoles. La empresa hizo la oferta al día siguiente de que el juez denegó el pedido de Remington de desestimar la demanda.
Los familiares de nueve de las víctimas dicen en su demanda que Remington no debería haber vendido un arma tan peligrosa al público. Alegan que la publicidad estaba dirigida a varones jóvenes vulnerables a través de videojuegos violentos. Su objetivo, dicen, es prevenir futuras masacres.
Una de las demandantes, Nicole Hockley, cuyo hijo Dylan de seis años murió en la matanza, dijo el miércoles que los familiares tienen que consultar a sus abogados acerca de la oferta y se negó a hacer más declaraciones.
Joshua Koskoff, un abogado de las familias, dijo que los arreglos fueron ofrecidos por dos aseguradoras de Remington.
Remington, con sede en Madison, Carolina del Norte, se declaró en quiebra hace dos años y vendió sus bienes a varias empresas.