El Supremo de EEUU rechaza revertir la victoria de Biden en Pensilvania
El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este martes una demanda interpuesta por los aliados del presidente saliente, Donald Trump, para revertir la victoria del demócrata Joe Biden en Pensilvania.
Es el primer caso derivado de las elecciones presidenciales que llega al Alto Tribunal.
El Supremo no adjuntó en su fallo una explicación ni tampoco ninguna opinión de disentimiento.
En su demanda, los republicanos pedían al Alto Tribunal que intercediese en un caso de interpretación de la ley estatal de Pensilvania sobre el voto por correo que ya había sido litigado y rechazado en el Tribunal Supremo de Pensilvania.
Pese a que este caso en concreto se consideraba difícil para la defensa de Trump, es un mal presagio para el resto de casos que el Alto Tribunal puede abordar en los próximos días y que también buscan revertir resultados electorales.
Justo antes de conocerse el fallo del tribunal, Trump aludió a sus esfuerzos para anular la victoria de Biden.
'Ahora, veamos si alguien tiene o no el coraje (...) si es un juez del Tribunal Supremo, o varios jueces del Tribunal Supremo, veamos si tienen el coraje para hacer lo que todos en este país saben que es lo correcto', dijo.
La estrategia judicial del todavía mandatario no ha dado por el momento frutos y ya acumula medio centenar de derrotas en los tribunales mientras se le agota el tiempo para evitar que la victoria de Biden ya no tenga vuelta atrás.
Está previsto que la próxima semana (el lunes 14) se reúna el Colegio Electoral para designar oficialmente al nuevo presidente electo.
Con el resultado salido de las elecciones, Biden suma 306 delegados en el Colegio Electoral por los 232 de Trump.
Sin embargo, el mandatario aún espera que el Supremo se pronuncie sobre otros casos, como el interpuesto por el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, para revertir los resultados en Michigan, Wisconsin, Pensilvania y Georgia.
El Alto Tribunal está integrado por tres jueces progresistas y seis conservadores, tres de ellos nombrados por Trump.
Además de la estrategia judicial, el presidente está tratando de influir en republicanos locales para que invaliden la victoria del demócrata en sus estados haciendo uso de los legislativos en manos conservadoras, como en Georgia, Michigan o Pensilvania.
Trump ha pedido a líderes republicanos en estos estados que pasen por encima del resultado electoral y que los legislativos asignen directamente a los compromisarios al Colegio Electoral.