EEUU restablece protecciones a aves silvestres
El gobierno del presidente Joe Biden revirtió el lunes una medida impuesta durante el mandato de su predecesor Donald Trump que debilitó drásticamente el poder del gobierno para ejercer una ley de un siglo de antigüedad que protegía a la mayoría de las especies de aves de Estados Unidos.
Trump puso fin a los procesos penales en contra de las compañías responsables por la muerte evitable de aves.
La medida suspendió el ejercicio de la Ley del Tratado de Aves Migratorias que ha estado en vigor durante décadas, y que resultó en el acuerdo por 100 millones de dólares que la compañía energética BP pagó después de un derrame de crudo en el Golfo de México en 2010, incidente en el que murieron cerca de 100.000 aves.
En agosto pasado, un juez federal de Nueva York invalidó el argumento legal que presentó el gobierno de Trump para alterar la manera en que se ejercía la ley de protección a las aves.
Pero el gobierno no dejó de ejercer su postura, rechazando las inquietudes de que muchas más aves morirían y permaneciendo firme en su alegato de que la ley fue creada de manera inapropiada para penalizar la muerte accidental de aves.
Tyler Cherry, vocero del Departamento del Interior, dijo que la política de Trump “revirtió décadas de consenso internacional y bipartidista y permitió a la industria matar aves impunemente”.
Cherry señaló en un comunicado que la agencia planea establecer nuevos estándares “que puedan proteger a las aves migratorias y brindar certeza a la industria”.
De momento no se difundieron detalles sobre los nuevos estándares, pero grupos activistas en nombre de las decenas de millones de observadores de aves en Estados Unidos dijeron el lunes que quieren un sistema de emisión de permisos para regular más de cerca a los cientos de millones de aves que mueren cada año en colisiones con turbinas eólicas, después de caer en fosos petroleros y por otras causas industriales.
A pesar de que las industrias han tomado medidas para lidiar con la muerte de aves, como colocar redes sobre los fosos y poner marcas en los equipos de transmisión para evitar las colisiones, algunas compañías no manejan el problema de manera adecuada y no existe una postura uniforme.
“Realmente ha habido mucha colaboración y una buena cantidad de consenso sobre cuáles son las mejores prácticas de gestión para la mayoría de las grandes industrias”, dijo Sarah Greenberger, una vicepresidenta de la Audubon Society, un grupo defensor de las aves. “Existen muchos puntos en los que se está de acuerdo, que es la razón por la que las acciones del gobierno anterior fueron tan innecesarias”.