El polémico Kennedy Jr. gana puntos con promesa de luchar contra la comida ultraprocesada
Robert F. Kennedy Jr. ha propuesto regular los alimentos ultraprocesados, especialmente aquellos que afectan a las familias de bajos recursos
La promesa de Robert F. Kennedy Jr. de regular la comida ultraprocesada, asociada especialmente con las familias de escasos recursos, ha encontrado apoyos, incluso entre los mayores críticos del polémico nominado del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, para liderar la salud en el país.
Presentes en la dieta diaria de muchas familias, los ultraprocesados -como son los dulces y bebidas azucaradas, papas fritas, comidas preenvasadas, salchichas, cereales, y algunos yogures y panes- tienen un alto contenido agregado de azúcares, sal y grasas saturadas, y a menudo contienen muchos aditivos alimentarios.
Para el médico Carlos Jaramillo una jefatura de Kennedy Jr. en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) colocaría al país en la "dirección correcta" para recuperar la salud de los estadounidenses, según dijo a EFE.
Sin embargo, Kennedy Jr. encara varias barreras para lograr la confirmación en el Senado, debido, entre otras polémicas, al escepticismo que ha expresado sobre la efectividad de algunas vacunas y sus críticas al sector farmacéutico que considera una "sociedad criminal".
Enfrenta también una gran oposición entre la multimillonaria industria alimenticia, especialmente entre los productores de ultraprocesados y aquellos que usan colorantes y aditivos en los alimentos a los que Kennedy Jr. ha acusado de perjudicar la salud de los estadounidenses.
"Estamos traicionando a nuestros hijos al permitir que las industrias (alimentarias) los envenenen", ha dicho Kennedy Jr.
Esta posición facilitaría el apoyo de políticos tan alejados del gobierno entrante como el senador Bernie Sanders, que ha calificado esta postura como "exactamente correcta".
Sin embargo, el médico Jaramillo, autor de varios libros sobre nutrición, cree que el trabajo de Kennedy Jr. no será fácil ya que tendrá que enfrentarse con los vacíos legales y científicos que le han permitido a la industria de los ultraprocesados mantenerse sin mayores regulaciones.
El HHS, un departamento que se encuentra en expansión, tiene al menos 13 agencias que desempeñan papeles importantes en la salud de los estadounidenses como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Jerold Mande, ex subsecretario adjunto de seguridad alimentaria del Departamento de Agricultura, indicó a NBC que "la falta de dinero" será uno de los obstáculos que tendrá que enfrentar el nuevo secretario de salud.
El Congreso de EE.UU. históricamente se ha mostrado reacio a aprobar fondos para atender este tema. Por ejemplo, de los 1.000 millones de dólares de presupuesto de la FDA para alimentación sólo 25 millones de ese monto se destinan a nutrición.
Las calorías son baratas, la nutrición es costosa
Además, el problema de los ultraprocesados está "profundamente ligado" a la falta de recursos económicos en las comunidades, dijo a EFE el pediatra Andrés Ramos, que tiene su práctica en Georgia. "En los Estados Unidos las calorías son baratas y la nutrición es cara", dijo.
Explica que las familias de bajos recursos -entre ellas muchas hispanas- acuden a los ultraprocesados porque son económicos y de larga duración.
Ramos cuenta que frecuentemente atiende pacientes diagnosticados con la llamada doble carga de la malnutrición, que representa la coexistencia de la desnutrición y la sobrenutrición (sobrepeso y obesidad).
"Estas comidas (ultraprocesadas) son bajas en vitaminas y minerales, pero al mismo tiempo tienen muchas calorías, por lo que vemos niños con sobrepeso pero de baja estatura", explica Ramos, quien agrega que este problema está amplificado en las comunidades latinas, los inmigrantes y en las de bajos recursos.
El pediatra cree que la solución a este problema requiere un enfoque "multifacético", que aborde las disparidades económicas, la accesibilidad de los alimentos nutritivos, una mejor estructuración de la asistencia alimentaria y campañas de educación sobre los peligros que representan estos productos, entre otros programas.
Un enfoque que necesita fondos que no están asignados y que, además, compiten contra las multimillonarias campañas publicitarias de los productores de estos alimentos.
A esto se suma que Kennedy Jr. no ha presentado un plan sobre cómo dará la batalla, lo que pone en duda si podrá cumplir sus promesas o solo se quedarán como retórica política.
El nominado ha dicho que desmantelará "departamentos enteros, como el de nutrición de la FDA" generando desconfianza entre los funcionarios y en el verdadero impacto de las políticas que quiere implantar.