Últimas acciones del gobierno de Biden antes de que Trump asuma la Casa Blanca
Los funcionarios del gobierno de Biden esperan que los proyectos financiados bajo la ley de infraestructura de un billón de dólares y la ley climática de 375 mil millones perduren en el tiempo
Funcionarios del gobierno del presidente estadounidense Joe Biden están trabajando contra reloj en la distribución de miles de millones de dólares en subvenciones y tomando otras medidas para intentar preservar al menos parte del legado del mandatario saliente antes de que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo en enero.
"Hagamos que cada día cuente", declaró Biden en un discurso a la nación la semana pasada después de que la vicepresidenta Kamala Harris concediera su derrota ante Trump en la contienda por la presidencia.
Trump ha prometido rescindir los fondos no gastados en la emblemática ley de clima y atención a la salud de Biden y detener los proyectos de desarrollo de energía limpia.
"Sólo hay un gobierno a la vez", dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, a periodistas en una conferencia de prensa el jueves. "Eso es cierto ahora, y también lo será después del 20 de enero. Nuestra responsabilidad es hacer buen uso de los fondos que el Congreso ha autorizado para nosotros y de los que fuimos responsables de asignar y desembolsar durante los últimos tres años".
Pero Trump controlará más que las riendas del presupuesto cuando asuma la presidencia en enero. Su gobierno también puede proponer nuevas regulaciones para deshacer algo de lo hecho por el gobierno de Biden, valiéndose del proceso de formulación de reglas.
Estas son algunas de las medidas que el gobierno de Biden está tomando ahora:
Los funcionarios del gobierno de Biden esperan que los proyectos financiados bajo la ley de infraestructura de 1 billón de dólares y la ley climática de 375 mil millones perduren más allá del mandato del actual presidente, y están trabajando para asegurar que el dinero de estas medidas emblemáticas continúe fluyendo.
El viernes, Buttigieg anunció más de 3.4 mil millones de dólares en subvenciones para proyectos con los que se pretende mejorar el servicio de trenes de pasajeros, apoyar a los puertos estadounidenses, reducir las muertes en carreteras y respaldar la fabricación nacional de materiales de transporte sostenibles.
"Estamos invirtiendo en mejores sistemas de transporte que tocan cada rincón del país y en los trabajadores que fabricarán materiales y construirán proyectos", señaló. "Las comunidades verán desplazamientos más seguros, aire más limpio y cadenas de suministro más fuertes en las que todos confiemos".
Los anuncios de subvenciones ambientales de gran magnitud y aprobaciones de proyectos se han agilizado en los últimos meses en lo que los funcionarios de la Casa Blanca dicen es "una arrancada a toda velocidad hacia el final" del mandato de cuatro años de Biden.
La Agencia de Protección Ambiental recientemente estableció un plazo a nivel nacional para la eliminación de tuberías de plomo, y anunció la asignación de casi 3 mil millones de dólares para ayudar a los sistemas de agua locales a cumplir con ello. La agencia también anunció que las compañías de petróleo y gas tendrán que pagar por primera vez una cuota federal si emiten metano por encima de ciertos niveles.
Mientras tanto, el Departamento de Energía anunció un préstamo de 544 millones de dólares a una empresa de Michigan para ampliar la fabricación de obleas de carburo de silicio de alta calidad para vehículos eléctricos. El préstamo es uno de 28 acuerdos por un total de 37 mil millones otorgados bajo un programa de préstamos para energía limpia que fue reactivado y expandido bajo el mando de Biden.
"Hay una nueva urgencia por terminar todo. Estamos viendo incrementos repentinos de dinero que sale", dijo Melinda Pierce, directora legislativa del Sierra Club, una organización ambientalista. Biden y sus aliados "realmente quieren terminar el trabajo que comenzaron".
La secretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, dijo a periodistas esta semana que Biden quiere "gastar la autoridad que el Congreso ha asignado y autorizado antes de que deje el cargo. Así que vamos a trabajar muy duro para asegurarnos de que eso suceda".
El gobierno de Biden tendría que apresurarse a gastar 7.1 mil millones de dólares en armas —4.3 mil millones de la partida suplementaria de 2024, y 2.8 mil millones que aún están en ahorros en los libros contables, debido a que el Pentágono recalculó el valor de los sistemas enviados— de las reservas del Pentágono para gastar todos esos fondos comprometidos antes de que Trump asuma el cargo.
Hay también otros 2.2 mil millones de dólares disponibles para poner sistemas de armas en contratos a largo plazo. Sin embargo, los paquetes de ayuda recientes han sido mucho menores en tamaño, de aproximadamente 200 millones a 300 millones de dólares cada uno.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha dicho que los fondos ya están comprometidos, lo que debería hacerlos más difíciles de recuperar porque el gobierno entrante tendría que revertir eso.
Otra prioridad para la Casa Blanca es obtener la confirmación del Senado de la mayor cantidad posible de jueces federales antes de la inauguración del gobierno de Trump el 20 de enero.
El Senado votó esta semana 51-44 para confirmar a la exfiscal April Perry con el fin de )que sea jueza de un tribunal federal de distrito en el norte de Illinois. La Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado ya emitió decisiones sobre más de una docena de nominados judiciales pendientes; ocho nominaciones judiciales están esperando votos de la comisión, y seis están aguardando a que la comisión les conceda una audiencia.
Trump ha instado a los republicanos a oponerse a los intentos por confirmar a los nominados judiciales. "No se deberían aprobar jueces durante este periodo de tiempo porque los demócratas buscan imponer a sus jueces mientras los republicanos luchan por el liderazgo", escribió en la red social X el 10 de noviembre, antes de que los republicanos del Congreso eligieran a sus nuevos líderes.
El Departamento de Educación se ha apresurado a finalizar una nueva regla federal que condonaría los préstamos estudiantiles para personas que enfrentan dificultades financieras. La propuesta —uno de los únicos planes de Biden sobre préstamos estudiantiles que los tribunales federales no han detenido— está en un período de recepción de comentarios públicos programado para finalizar el 2 de diciembre.
Después de eso, el departamento tendría un periodo corto para finalizar la regla y comenzar a implementarla, un proceso que usualmente se lleva meses. Al igual que los otros empeños de Biden, es casi seguro que sea impugnado.
Adicionalmente, el gobierno de Biden tiene margen de maniobra para acelerar la condonación de préstamos estudiantiles para personas a quienes ya se les prometió alivio porque fueron engañadas por sus universidades, dijo Aaron Ament, un funcionario del Departamento de Educación del gobierno del presidente Barack Obama y presidente de la Red Nacional de Defensa Legal de Estudiantes.
El secretario de Educación, Miguel Cardona, podría tomar una decisión sobre ese caso y otros en lugar de entregárselos al gobierno de Trump, que se prevé sea mucho más amigable con las universidades con fines de lucro.
"Es obvio", dijo Ament. "Hay un buen número de casos que han estado sobre el escritorio de Cardona. Es difícil imaginar que simplemente se dejarían sin tocar".
Trump aún no ha dicho qué haría con respecto a la condonación de préstamos estudiantiles. Sin embargo, él y los republicanos han criticado las iniciativas de Biden en este tema.