Líderes de APEC inician cumbre en Lima mientras Trump se prepara para volver a la Casa Blanca
APEC llega a una Lima entre protestas y tensiones sociales
Representantes de 21 socios que integran la cuenca del Pacífico se reúnen el viernes en Perú en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), la primera cumbre global desde la victoria del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a la que asisten varios de los principales líderes mundiales.
La reunión anual congrega a países y miembros que, en conjunto, representan casi dos tercios del PIB global y la mitad del comercio mundial, según los organizadores. Entre los jefes de gobierno confirmados para el foro en Lima están, entre otros, el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden; el presidente de China, Xi Jinping; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el presidente de Indonesia, Prabowo Subianto; el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, y el de Australia, Anthony Albanese, mientras el mundo se pregunta cómo un nuevo gobierno en Washington podría alterar las dinámicas globales.
Los líderes y los otros representantes mantendrán discusiones a puerta cerrada por la mañana entre ellos, y por la tarde con miembros del consejo asesor empresarial de APEC. La entidad se reunió el miércoles y pidió a los socios del bloque que impulsen el crecimiento inclusivo y prioricen las necesidades de las micro, pequeñas y medianas empresas, especialmente las dirigidas por mujeres y emprendedores indígenas.
"Aunque la economía global sigue resistiendo, las economías de APEC están lidiando con una inflación persistente, disparidades económicas, altas tasas de interés y la urgente necesidad de aumentar las inversiones para un futuro verde y resistente al clima", afirmó la presidenta del consejo, Julia Torreblanca.
APEC está destinado a ser uno de los últimos foros a los que asiste Biden antes de dejar el cargo, y los funcionarios de la Casa Blanca insisten en que su presencia, así como su posterior visita a Brasil para la cumbre del Grupo de los 20 la próxima semana, será sustancial, con conversaciones centradas en asuntos climáticos, infraestructura global y la lucha contra el narcotráfico. Por primera vez desde la reunión de APEC el año pasado, Biden se reunirá en persona con el presidente Xi el sábado. También se verá con su homólogo surcoreano Yoon Suk Yeol, con el primer ministro japonés y con la presidenta de Perú, Dina Boluarte.
Los funcionarios dicen que Biden utilizará también estas cumbres para presionar a los aliados para que mantengan el apoyo a Ucrania en su lucha contra la invasión de Rusia y para insistir en la negociación del final de las guerras de Israel en Líbano y la Franja de Gaza.
Pero los analistas sostienen que quedará eclipsado por Xi, quien tras su llegada al país el jueves inauguró un megapuerto de 1,300 millones de dólares que es quizás la señal más clara de la reorientación en curso en América Latina.
El puerto de Chancay reducirá en 10 días los envíos a China, que ha visto cómo el comercio con Sudamérica ha florecido durante las últimas dos décadas. El ministro de Economía de Perú afirmó en junio que los países vecinos estaban modificando sus cadenas de suministro para sacar partido al puerto, en el que la inversión total superará los 3,500 millones de dólares.
Antes de la inauguración de la infraestructura ubicada a 60 kilómetros al norte de Lima, los residentes dijeron a The Associated Press que el proyecto no ha impulsado sus perspectivas económicas. Por el contrario, afirmaron que ha perjudicado su capacidad para pescar, lo que pone en peligro sus medios de subsistencia.
El descontento se ha ido apoderando del barrio de clase media de San Borja, donde está el Centro de Convenciones de Lima que alberga el foro. Barreras metálicas y policías equipados con equipos antimotines rodean el perímetro donde, durante los últimos dos días, manifestantes antigubernamentales enojados por una reciente oleada de violencia impulsada por pandillas han gritado consignas exigiendo que su impopular presidenta tome medidas contra la oleada de crímenes.
Las protestas han derivado en enfrentamientos con la policía, que el jueves usó bastones para alejar a los manifestantes más agresivos.