Modi podría hallar consuelo en regreso de Trump y una visión del mundo compartida
El comercio y la inmigración, desafíos potenciales en la relación India-EE.UU.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado ansiedad en muchos países y les ha obligado a recalcular su postura respecto a Estados Unidos, pero India parece acoger favorablemente el cambio que podría fortalecer a gobernantes nacionalistas como el primer ministro Narendra Modi.
"Sé que hoy muchos países están nerviosos respecto a Estados Unidos, seamos honestos al respecto", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de India, Subrahmanyam Jaishankar, durante el fin de semana. India "no es uno de ellos". Una llamada de Modi "fue una de las primeras tres llamadas, creo, que el presidente (electo) Trump recibió", añadió.
Una segunda presidencia de Trump probablemente jugará a favor de Nueva Delhi, de acuerdo con los expertos, especialmente en un momento en que Modi busca reconfigurar la relación de India con Occidente tras recientes fricciones por su negativa a unirse a las sanciones contra Rusia o condenar su invasión a gran escala de Ucrania en 2022. Modi también ha sido criticado por el retroceso democrático en India.
"La victoria de Trump significa que las políticas indias que han puesto a Nueva Delhi en desacuerdo con Occidente... ya no serán motivo de preocupación para Washington", aseveró Michael Kugelman, director de Asia del Sur en el Wilson Center.
Podría haber rupturas en comercio, inmigración y objetivos de cambio climático, pero en general, "el regreso de Trump significa que las relaciones de India con Occidente —y específicamente con su país más poderoso— recibirán un impulso", agregó.
Modi ha intentado presentar a India como una figura global emergente con una economía de rápido crecimiento que puede contrarrestar a China. Pero los críticos señalan que su política autoritaria y el partido de derecha Bharatiya Janata han polarizado profundamente al país, con las minorías cada vez más marginadas y el derecho a la libertad de expresión y prensa bajo ataque.
Cuando el presidente estadounidense Joe Biden honró a Modi con una visita de estado el año pasado, caminó por una cuerda floja mientras activistas y grupos lo presionaban para que confrontara a Modi sobre su historial de derechos humanos. Aun así, los dos mandatarios anunciaron nuevos acuerdos comerciales en defensa y tecnología.
Estas preocupaciones no serán un problema con Trump, dijo Uday Chandra, profesor asistente de gobierno en la Universidad de Georgetown en Qatar. "Es un reinicio refrescante desde la perspectiva india... es mucho más transaccional".
Trump, que ha sido un admirador abierto del presidente ruso Vladimir Putin, también es probable que comprenda mejor la asociación estratégica de India con Moscú, que se remonta a la Guerra Fría, sus récord de compras de crudo ruso y su negativa a tomar partido en la guerra en Ucrania.
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"Este fue el verdadero tipo de espina en las relaciones India-Estados Unidos durante los últimos dos años... pero con Trump no veo que esto sea un problema", destacó Chandra.
Un tema delicado es el comercio. En su primer mandato, las diferencias comerciales entre los dos países salieron a la luz con Trump llamando a India el "rey de los aranceles" por desacuerdos sobre productos agrícolas, motocicletas Harley Davidson y dispositivos médicos. En 2019, canceló los privilegios comerciales especiales del país e India respondió imponiendo aranceles a más de dos docenas de productos estadounidenses.
Esta vez, Trump quiere imponer un impuesto "universal" del 10 % o 20 % en todas las importaciones y elevar los aranceles sobre los productos chinos al 60%. India, que cuenta a Estados Unidos como su segundo mayor socio comercial, no será una excepción.
"Nueva Delhi tendrá que hacer más que sólo ajustar sus políticas para lidiar con el énfasis de Trump en el comercio justo", indicó C Rajamohan, profesor en el Instituto de Estudios del Sur de Asia en Singapur.
La inmigración podría convertirse en un punto doloroso si Trump también intenta limitar la migración cualificada. Los indios a menudo han sido el grupo más grande que solicita la visa de trabajo H1-B, pero Trump ha llamado al programa de visas "muy malo" e "injusto" para los trabajadores estadounidenses.
El progreso en cambio climático y energía limpia también podría verse afectado.
"India y Estados Unidos han hecho bastante en este frente durante los últimos cuatro años —pero esto es algo que podría deshacerse porque un gobierno de Trump está más alineado con la industria de combustibles fósiles que con la tecnología verde", advirtió Milan Vaishnav, director del Programa de Asia del Sur en la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.
Tanto Trump como Modi encarnan tácticas enérgicas, cuentan con una base de apoyo apasionada y han intensificado la polarización para consolidar votos. Y a diferencia de los gobernantes liberales en Occidente, Trump no ve problemáticas —o incluso relevantes— las políticas de Modi en India, dijo Kugelman.
"Ambos son nacionalistas apasionados y comprometidos a hacer que sus naciones sean más fuertes en casa y en el extranjero", añadió.
Los analistas también señalan el vínculo personal entre los dos. Cuando Trump visitó India en 2020, Modi le organizó un evento en el estadio de cricket más grande del mundo.
El año anterior, Trump comparó a Modi con Elvis Presley por su poder de convocatoria en un mitin conjunto en Texas. En su publicación de felicitación a Trump en X la semana pasada, Modi compartió fotos de ambos abrazándose, sonriendo y tomados de la mano.
"Hay una ´bromance´ entre los dos", afirmó Chandra. "Pero también están unidos por una visión del mundo compartida: que estamos en un mundo postliberal y que el liberalismo como ideología para llevar a cabo la política global ya no es viable. Eso es tan cierto en India como en Estados Unidos".