Los empleados de la prisión serán testigos clave en nueva audiencia de los hermanos Menéndez
Cambio de sentencia y posible libertad para los hermanos Menéndez
Los testigos clave en la próxima audiencia de revisión de la sentencia de los hermanos Menéndez serán los trabajadores de la prisión donde están recluidos desde 1996 por el asesinato de sus padres.
Uno de los abogados de los hermanos, Mark Geragos, llamará al estrado, en la audiencia del próximo 11 de diciembre, a seis empleados del Departamento Correccional de California, incluidos dos oficiales correccionales, uno de educación, un guardia de prisión y un teniente, según informan medios estadounidenses.
Todos ellos han tenido encuentros con los hermanos Menéndez, que han estado en prisión durante más de 30 años después de ser condenados a cadena perpetua sin libertad condicional por el asesinato de sus padres el empresario discográfico José Enrique Menéndez y la modelo Mary Louise "Kitty".
Con el testimonio del personal de la prisión, los abogados buscan demostrar que los hermanos, ahora de 56 y 53 años, han cambiado significativamente desde su llegada al Centro Correccional Richard J. Donovan, según la prensa de Estados Unidos.
Además, Geragos cuenta con una carta en apoyo para la excarcelación de los hermanos, escrita por varios familiares de sus padres fallecidos.
Los abogados luchan por cambiar las condenas de asesinato a homicidio involuntario, lo que llevaría a los hermanos a estar más cerca de la libertad.
Los hermanos Menéndez no estarán físicamente presentes en la audiencia de diciembre, pero sintonizarán a través de un enlace de video desde la prisión.
El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció el mes pasado que su oficina recomendaba que los hermanos fueran elegibles para la libertad condicional.
Gascón indicó que los Menéndez habían pagado su deuda con la sociedad y ya no eran considerados una amenaza.
- Si la recomendación de Gascón, que perdió la reelección como fiscal ante Nathan Hochman el pasado 5 de noviembre, es acogida por un juez, los hermanos serían inmediatamente elegibles para la libertad condicional bajo la ley de delincuentes juveniles de California si vuelven a ser sentenciados.
Lyle y Erik tenían 21 y 18 años, respectivamente, cuando asesinaron a sus padres con una escopeta mientras veían la televisión en su mansión de Beverly Hills.
La defensa argumentó en el juicio que los hermanos habían actuado en defensa propia después de sufrir años de abuso sexual y físico por parte de su padre. Sin embargo, el argumento fue debatido en un primer juicio que terminó con un jurado indeciso y apenas tocado en el segundo que se logró la condena.
Los fiscales argumentaron que los jóvenes buscaban la fortuna de 15 millones de dólares de sus padres.
El caso ha tomado mayor relevancia por una serie reciente de Netflix, "Monsters: The Lyle and Erik Menéndez Story".