Biden y Harris ven en la muerte de Sinwar una puerta hacia el fin de la guerra en Gaza
Biden y Harris coinciden en que este suceso abre la posibilidad de un futuro mejor para israelíes y palestinos, incluyendo la liberación de rehenes y el fin del conflicto
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris afirmaron este jueves que ven en la muerte de Yahya Sinwar, máximo líder del grupos islamista Hamás, una oportunidad para alcanzar un acuerdo que acabe con la guerra en la Franja de Gaza.
Biden y Harris tuvieron un mensaje similar, mostrando un frente unido en lo que podría ser la última oportunidad de EE.UU. para lograr un acuerdo entre Israel y Hamás antes de las elecciones del 5 de noviembre, en las que la vicepresidenta se enfrentará con el exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021).
En un comunicado, Biden aseguró que la muerte de Sinwar supone una "oportunidad" para lograr un acuerdo que "proporcione un mejor futuro tanto para israelíes como para palestinos" y que permita a la Franja de Gaza acceder a un "día después" sin Hamás en el poder.
"Yahya Sinwar era un obstáculo insuperable para lograr todos esos objetivos. Ese obstáculo ya no existe, pero aún queda mucho trabajo por delante", manifestó Biden, quien dijo "pronto" hablaría por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Según informó posteriormente la oficina del primer ministro israelí, Biden telefoneó a Netanyahu para felicitarle por la muerte de Sinwar y ambos coincidieron en que esta circunstancia abre una oportunidad para la liberación de los rehenes en manos del grupo islamista.
La Casa Blanca aún no ha ofrecido información sobre esta conversación, que se produjo mientras el presidente estadounidense viajaba en el avión Air Force One rumbo a Alemania.
Harris: "Es hora de que comience el día después"
La vicepresidenta manifestó desde un campus universitario en Wisconsin, donde se encontraba haciendo campaña, que la muerte de Sinwar representa una oportunidad para "poner fin definitivamente a la guerra en Gaza".
"El conflicto debe terminar de manera que Israel esté seguro, los rehenes sean liberados, el sufrimiento en Gaza acabe y el pueblo palestino pueda alcanzar sus derechos de dignidad, seguridad, libertad y autodeterminación", declaró Harris.
"Es hora de que comience el día después", subrayó.
Washington ha intentado durante meses alcanzar un alto el fuego que incluya la liberación de rehenes israelíes y presos palestinos. Pese a que el acuerdo pareció cercano en varias ocasiones, las negociaciones mediadas por Catar y Egipto no fructificaron.
Para reactivar las conversaciones, el secretario de Estado, Antony Blinken, habló desde el Air Force One -mientras acompañaba a Biden rumbo a Alemania- con sus homólogos de Catar y Arabia Saudí, este último país con gran influencia en la causa palestina.
A la espera de conocer quién será el nuevo líder de Hamás, Washigton cree que existe ahora mismo una "oportunidad" para lograr un acuerdo, según dijo en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
EE.UU. no estuvo directamente implicado
Harris y Biden revelaron este jueves que Estados Unidos ha proporcionado información de inteligencia y colaborado con Israel para localizar a Sinwar y otros altos mandos de Hamás.
Pese a esa ayuda, el portavoz del Pentágono, general de brigada Pat Ryder, aclaró en rueda de prensa que la operación fue ejecutada por Israel y que las fuerzas estadounidenses no estuvieron "directamente implicadas".
Según los datos disponibles hasta el momento, Sinwar murió el miércoles 16 durante un encuentro fortuito entre tropas israelíes y milicianos en Rafah, al sur del enclave palestino, en una operación que no se basó en información de inteligencia previa.
Nacido en un campo de refugiados de Jan Yunis, ciudad del sur de Gaza, Sinwar fue elegido líder de Hamás en Gaza en 2017 tras labrarse una reputación de enemigo acérrimo de Israel y el pasado 6 de agosto -tras el asesinato en Teherán del entonces jefe del buró político, Ismail Haniyeh- fue escogido para ocupar el máximo puesto en el organigrama del grupo islamista.
Representaba la línea más dura y beligerante del grupo y está considerado por Israel el cerebro de los ataques del 7 de octubre contra territorio israelí en los que murieron unas 1,200 personas y otras 250 fueron secuestradas, lo que le convirtió en el hombre más buscado por Israel.