Hace más de 30 años EE.UU. ejecutó al primer dominicano con la inyección letal
Fue condenado a la pena capital por la muerte de un guardia durante el asalto a un camión blindado
En la madrugada del 23 de marzo de 1993, Carlos Santana se convirtió en el primer dominicano en ser ejecutado en Estados Unidos por la muerte de un guardia en medio de un asalto a un vehículo blindado en el que pretendía hacerse, junto a su cómplice, de 1.1 millones de dólares.
Santana fue ejecutado mediante inyección letal a la edad de 40 años, a pesar de las súplicas de clemencia de las autoridades dominicanas, según recoge la nota de ese momento del New York Times.
El diario informó que la Corte Suprema rechazó dos apelaciones a última hora, una de ellas apenas minutos antes de que el dominicano fuera ejecutado.
- "El amor es la respuesta, no el odio", dijo Santana en una declaración final.
La ejecución de Santana hace más de 30 años fue la número 55 en Texas y la número 196 a nivel nacional después de que la Corte Suprema permitió a los estados reanudar la pena capital en 1976.
Además, se convirtió en el undécimo latino en ser ejecutado en el país, según los datos suministrados por el Centro de información sobre la pena de muerte (DPIC, por sus siglas en inglés).
Actualmente, dos dominicanos forman parte de los 106 reclusos extranjeros que se encuentran en el corredor de la muerte en Estados Unidos. Fabio Evelio Gómez, condenado por el asesinato de una joven universitaria en Arizona, y Obel Cruz García, condenado por el secuestro y asesinato en septiembre de 1992 de un niño de 6 años en Baytown, Texas.
El asalto frustrado
Carlos Santana fue condenado en 1981 por su papel en el robo de una camioneta blindada de Purolator Armored Inc. en Houston en abril de ese mismo año.
Los fiscales aseguraron que Santana había disparado y matado a un guardia, identificado como Oliver Flores, de 29 años y también de origen latino.
El 21 de abril de 1981 Santana y su cómplice James Ronald Meanes vestían uniformes verdes de estilo militar a juego para un ataque al mediodía contra la camioneta en el estacionamiento de una tienda departamental.
Los fiscales dijeron que Santana y Meanes volaron las ventanas de la camioneta con disparos de escopeta y abrieron las puertas y ordenaron a otro guardia que saliera del vehículo.
Un segundo guardia de seguridad que sobrevivió al ataque dijo que le dispararon a Flores a pesar de que no había sacado su arma.
Santana y Meanes fueron arrestados poco después del robo a dos cuadras del lugar del asalto. La policía encontró un auto de escape estacionado cerca y recuperó dos armas, dos monos verdes y el dinero de la camioneta.
Los dos hombres fueron arrestados a un cuarto de milla de distancia en una hora. Ambos fueron declarados culpables y condenados a muerte.
Los abogados de Santana sostuvieron que a los jurados no se les había permitido considerar que había sido abusado cuando era niño y que había vivido en extrema pobreza.
De acuerdo con los registros penitenciales, Santana estuvo involucrado en un intento de fuga en junio de 1981, dos meses después de hacer arrestado. La fuga fue abortada después de que se encontraran una pistola, un bote de gas lacrimógeno, dos cuchillos caseros y una llave de esposas en una celda de máxima seguridad en el condado de Harris, donde se cometió el delito.
El registro de Santana también menciona un intento de fuga en junio de 1981. De acuerdo con
El cómplice de Santana, James Ronald Meanes, fue ejecutado en diciembre de 1998, también por inyección letal.
Intermediación internacional
Amnistía Internacional expresó su "profunda preocupación" por la ejecución de Carlos Santana a días de la fecha fijada para cumplir su sentencia.
En ese momento el grupo advirtió que las pruebas no demostraron la identidad del verdadero autor del disparo fatal durante el asalto y agregó que el Tribunal de Apelaciones Penales de Texas confirmó en 1986 la condena y la pena de muerte de Santana alegando que "las pruebas "sugieren" que el acusado disparó el tiro fatal, e incluso si no fue él el tirador, sus acciones indicaban una "expectativa razonable de que la muerte del fallecido o de otra persona resultaría de sus actos deliberados".
De acuerdo con la información recolectada por AI, Santana nació y creció en la pobreza de una zona rural sin especificar de la República Dominicana, además destacó que fue hijo ilegítimo de un granjero local.
En su nota en contra de la ejecución de Santana, también señala que el hombre primero emigró a Puerto Rico y luego a los Estados Unidos, a donde ingresó en 1974.
Santana trabajó en territorio estadounidense como electricista y enviaba dinero a su madre discapacitada, según el relato de su vida que pudo compilar Amnistía Internacional.
También agregó que después de llegar al corredor de la muerte, Santana obtuvo diplomas educativos, llegó a convertirse en asistente legal autodidacta, ayudando a otros presos con sus casos.
El DPIC indica que todas las personas ejecutadas desde que se restableció la pena de muerte en 1976 participaron en un delito en el que murió al menos una víctima, en la mayoría de los casos el ejecutado mató directamente a la víctima y en otros ordenó o contrató a alguien para llevar a cabo el asesinato.
En otros casos, la persona ejecutada participó en un delito grave durante el cual una víctima murió a manos de otro participante. El acusado generalmente era declarado culpable de "homicidio grave" y en algunos estados puede recibir la pena de muerte, a pesar de no haber matado ni dirigido el asesinato. La Corte Suprema de Estados Unidos ha restringido el uso de la pena de muerte en tales casos.
"Participó en un robo. Durante el robo, su cómplice asesinó a un guardia de seguridad. Su cómplice fue ejecutado el 8 de diciembre de 1998. (Departamento de Justicia Penal de Texas)", reza el registro del DPIC sobre el caso de Santana.
Carlos Santana fue enterrado en la República Dominicana. Durante el sepelio una bandera dominicana cubrió su ataúd.