Los beneficios del Medicare y Obamacare desaparecerán si Trump gana las elecciones
Importancia de los seguros de salud y Medicare en la sociedad actual
Más vale prevenir que lamentar:
Hay una adorable envejeciente que es una de las más activas voluntarias de mi equipo.
Ya sea que estemos obsequiando útiles escolares a estudiantes durante el inicio del año escolar, respaldando a mis electores en la búsqueda de trabajo en mis ferias de empleo o regalando pavos para el Día de Acción de Gracias, no es extraño encontrar a esta dinámica y amable señora dándonos una mano.
Hace unos meses a ella le detectaron cáncer de piel, fue operada de emergencia y sobrevivió a tan terrible enfermedad. Gracias al Medicare -seguro de salud del gobierno de los Estados Unidos, diseñado para personas mayores, que cubre a 61 millones de estadounidenses- ella no padeció la carga económica que supone pagar por los costosos procedimientos médicos, el tratamiento y las medicinas.
El seguro médico bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA), también conocido como "Obamacare", cubre a más de 35 millones de personas en los Estados Unidos. Este programa ha permitido que muchas personas que antes no tenían acceso a seguro médico puedan obtener cobertura y no se les puede negar, aunque tengan condiciones de salud preexistentes.
El Medicaid y el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP) brindan cobertura médica gratuita o de bajo costo a algunas personas, familias y niños de bajos ingresos, mujeres embarazadas, personas mayores y personas con discapacidades. Algunos estados ampliaron sus programas de Medicaid para cubrir a todas las personas por debajo de ciertos niveles de ingresos.
Estos seguros médicos son un salvavidas para decenas de millones de estadounidenses.
Si comparamos la administración Biden-Harris con la de Trump, veremos que mientras la de Biden-Harris ha preservado y mejorado estos seguros de salud, la de Trump, durante su gobierno, movió cielo y tierra para socavarlos.
Durante su presidencia, Donald Trump intentó recortar los fondos del Medicare en aproximadamente $500 mil millones.
Pero Trump no solo la emprendió contra el Medicare, sino también contra la ACA (Obamacare).
Su administración intentó anular las disposiciones de la ACA que prohíben a las aseguradoras negar cobertura a quienes tienen condiciones preexistentes, intentó recortar los subsidios de la ACA a las compañías de seguros que ofrecían cobertura, redujo la divulgación y la financiación de los navegadores de internet sobre las disposiciones de la ACA, y hasta le pidió a la Corte Suprema que revocara la ACA, pero finalmente el alto tribunal confirmó la ley.
A principios de este año, los republicanos publicaron un presupuesto que habría recortado $4.5 billones (trillones en el sistema numérico inglés) de la ACA, Medicaid y CHIP.
La administración Biden-Harris, en cambio, con la Ley de Reducción de la Inflación, ha ahorrado millones de dólares a los estadounidenses. En concreto, este proyecto de ley limitó el precio de la insulina a 35 dólares al mes, beneficiando a millones de personas, unas 9,000 personas de mi distrito (cerca de 8.4 millones de estadounidenses dependen de la insulina para sobrevivir). Esta medida es especialmente importante porque hasta 1 de cada 4 pacientes ha tenido dificultades para pagar sus medicamentos, lo que los ha llevado a racionar las dosis y poner en riesgo su salud y su vida.
La administración Biden-Harris hizo gratuitas las vacunas preventivas recomendadas, y por primera vez permitió a Medicare negociar directamente con las compañías farmacéuticas para reducir el precio de los medicamentos recetados. Según la Casa Blanca, esta iniciativa podría reducir los costos de medicamentos para los beneficiarios de Medicare en aproximadamente $25 mil millones anualmente para 2030.
La Ley de Reducción de la Inflación de Biden-Harris extendió un crédito fiscal que permitió a los beneficiarios ahorrar en primas (en mi distrito, mis electores ahorrarían $1,478 dólares al año), y permitió un límite de 2,000 dólares en gastos fuera del paquete. Esto ahorraría $7,400 millones de dólares a los beneficiarios.
Socavar los seguros de salud que benefician a cientos de millones de personas y más directamente a nuestros envejecientes y personas con discapacidades es cruel e inhumano. Más vale prevenir que lamentar.